ASESINO EN SERIE
LE DAMOS POCA importancia a la página de inicio de Netflix como herramienta promocional de sus series. Quizá ahora el éxito de que ha sido un bombazo sin promoción «externa», nos dé una idea de la importancia que tiene. En la página de inicio de mi Netflix también sale mucho Dinastía. El remake de 2017, no la original. La versión moderna del clásico de Aaron Spelling de los años 80, con Grant
Show recogiendo el papel de John Forsythe (Blake Carrington), Daniella
Alonso el de Linda
Evans (Cristal Carrington) y Elaine Hendrix el de Joan
Collins, la irrepetible Alexis. Esa es la palabra maldita: irrepetible. ¿Cómo trasladar al siglo XXI algo que es el epítome de la decadencia del XX, en su versión más loca, que es la década de los 80? Es imposible, pero aun así los creadores Sallie Patrick, Stephanie Savage y Josh Schwartz lo intentan. Por lo que parece ha funcionado. La temporada que Netflix lleva tiempo ofreciéndome con insistencia (¡nuevos episodios! ¡nuevos episodios!) es la quinta. Eso, aunque la mantiene todavía lejos de la serie original, que acumuló nueve, demuestra que no ha sido ningún fracaso. Así que me sorprendo un poco cuando leo que la nueva Dinastía no tendrá más episodios. Los que mi aplicación quiere que vea se lanzaron en diciembre de 2021. Supongo que simplemente eran nuevos en mi cuenta porque yo no los había visto. Tampoco voy a llorar: pocas cosas más cutres que esta Dinastía chuchurría, fea y absurda.
Por un lado el algoritmo y por otro el destino, que es mucho más cabrón. Tras ver dos episodios de Dinastía de madrugada, me topo en un canal en abierto con un telefilm sobre Melrose Place, la serie que convirtió a Grant Show en estrella. La película, titulada La verdadera historia de Melrose Place parece una versión porno de la mítica