‘A TORTAS’ EL DÍA DE SU “JUBILACIÓN” DE ESMASA
El afectado, discapacitado, sufrió un “traumatismo facial leve” y ya denunció en comisaría
Tras ver en la web del Instituto Nacional de la Seguridad Social que le había sido aprobada una «incapacidad permanente para el trabajo en el grado de total», Tomás Martín, a las puertas de sus 59 años, acudió a ESMASA, la empresa de limpieza municipal de Alcorcón donde trabaja desde hace 25 años, para informarse al respecto. «No sabía si tenía que firmar algún documento, es la primera vez, y espero que la última, que me jubilo».
Tras solventar sus dudas y despedirse de algunos compañeros, salió de la nave y allí se encontró a «mi jefe jerárquico inmediato». «Es un subencargado. Quise preguntarle qué hacer con algunas cosas que pertenecían a la empresa, como mandos de puertas. Le interpelé si podíamos hablar, pero siguió andando sin hacerme caso», comienza a relatar Martín, quien insistió en dialogar con esta persona.
«Me dijo que no tenía tiempo, de forma chulesca, a lo que contesté: ‘Desde luego eres un impresentable’. ¡Qué menos le podía decir...! En ese momento se puso agresivo verbalmente, me pegó un empujón en el pecho que casi me tira y, sin mediar más palabra, me atizó una hostia con el móvil en toda la cara que flipé».5
A partir de ahí, Martín le agarró del cuello «como acto reflejo» llegando a levantar el puño, dice, pero no le devolvió el golpe. «Me clavó el puente de las gafas en la nariz, me dobló la patilla... He tenido la cara dolorida una semana». Tras llamarle «hijo de puta», el agredido acudió a Urgencias, donde estimaron que tenía un «traumatismo facial leve», y acto seguido a la comisaría a presentar una denuncia, donde también se encontró a su agresor. «Habría hablado con el abogado de ESMASA y le recomendaría que pusiera una contradenuncia. Yo soy el agredido, pero me demanda él», explica con incredulidad.
Sin posibilidad de hablar con el presunto atacante, desde ESMASA, en boca de su director general de servicios a la ciudad, Santiago Anes, le quitan hierro al asunto. «Es un incidente que tienen dos trabajadores en la calle, como los hay todos los días en todos los sitios y de hecho se han denunciado el uno al otro, no tiene más», apuntan, dejando claro que el suceso se ha producido «entre dos capataces»: «Ninguno está por encima del otro. Además, la Seguridad Social le ha dado a Martín una incapacidad, que no una discapacidad, en teoría tiene una revisión en dos años. Por nuestra parte, hemos abierto expedientes a los dos empleados donde tendrán que explicarse, con su derecho a defensa y a aportar pruebas».
Unas declaraciones que encienden más al agredido. «Mienten como bellacos. Él fue capataz, pero desde hace unos años le hicieron a dedo encargado», declara, agregando que su situación de incapacidad es fruto de muchas dolencias, aunque la principal son sus «hernias discales». «Mi situación no tiene por qué revisarse dentro de dos años si consideran que mis patologías son graves, algo que por desgracia es así».
Martín especifica que ESMASA siempre ha tenido conocimiento de su condición de discapacitado. Actualmente tiene «reconocido un 61%», apunta, pero informó a la empresa «al año de entrar, cuando me reconocieron ya un 49%».
Javier Font, presidente de la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid
(FAMMA), asegura los hechos acontecidos les preocupan sobremanera. «Ya ha habido otras malas experiencias con trabajadores con discapacidad, como en 2021 cuando se acosó a uno de ellos».
Es más, FAMMA lanzó esta semana una petición tanto a la alcaldesa de Alcorcón, Natalia de Andrés, como al presidente de ESMASA, Jesús Santos, para que investiguen las agresiones físicas a personas con discapacidad en la empresa, así como una reclamación a los distintos grupos municipales para que lleven a cabo una comisión de investigación para saber qué ocurre en ESMASA con las personas con discapacidad.
“Mi jefe jerárquico inmediato me atizó una hostia con el móvil en la cara que flipé”, relata el agredido