«Sánchez castiga a Andalucía»
Es el ‘número dos’ de Juanma Moreno y el miembro de su gobierno con más experiencia política. Y, aunque dice huir de la estrategia de la confrontación, arremete contra Sánchez por «discriminar» a Andalucía en los Presupuestos
El Gobierno de Juanma Moreno ha rechazado con contundencia los Presupuestos Generales del Estado (PGE) porque no alcanzan el mínimo de inversión para Andalucía que viene garantizado en su Estatuto de Autonomía. Antonio Sanz es el consejero andaluz de Presidencia y, sin duda, el cargo con más experiencia política en este segundo gobierno de Juanma Moreno. Sanz se curtió como uno de los mejores fontaneros del PP-A en los años de oposición y desde los tiempos de Javier Arenas. Posteriormente fue también delegado en Andalucía del Gobierno de Mariano Rajoy.
Pregunta.– ¿Por qué consideran ustedes estos presupuestos un ataque a Andalucía?
Respuesta.– Pues porque el peso de la población andaluza en el conjunto de España es del 18% y la inversión comprometida para la comunidad ni siquiera llega a ese porcentaje. Hay comunidades con un millón de habitantes menos que reciben un volumen de inversión similar al nuestro. Hemos vuelto a ser discriminados. Sánchez vuelve a castigar a Andalucía y tampoco se incluye en los PGE el fondo de nivelación que hemos reclamado las comunidades infrafinanciadas por un modelo que se hizo bajo la presión del nacionalismo radical. No pedimos más que nadie. Solo reclamamos un acto de justicia.
P.– Ustedes piden más fondos del Estado pero luego le bajan los impuestos a los andaluces. El Gobierno de Sánchez dice que eso es una falta de coherencia insolidaria.
R.– Con nuestra reforma fiscal, hemos demostrado que es el Gobierno de Sánchez el que va contra corriente. Porque, al final, una buena parte de las comunidades autónomas del PSOE se ha sumado a nuestra línea de actuación. Han escogido el camino que abrió Juanma Moreno. Es la primera vez que Andalucía marca la agenda política y económica de este país. Y estoy convencido de que eso es bueno para Andalucía y para España. Demuestra la fortaleza que tiene nuestra comunidad. Y es también la primera vez que resulta creíble hablar de una Andalucía líder en España, siempre desde el diálogo y desde la búsqueda de soluciones para el conjunto del país.
P.– El diálogo es sin duda una herramienta útil. Pero, sin resultados, puede acabar siendo un diálogo de besugos. Le pongo un ejemplo: las comunidades del PP aún no tienen un modelo único sobre la financiación autonómica.
R.– Fíjese si se ha avanzado en ese debate que varias comunidades autónomas de diferente signo político nos hemos unido para pedir al Gobierno de España que incorpore un fondo de nivelación a los Presupuestos Generales del Estado (PGE), porque sabemos que seguramente costará alcanzar un nuevo acuerdo de financiación autonómica. A los andaluces, a los valencianos, a los castellano-manchegos y a los murcianos, este modelo nos está costando ya demasiado caro. Y claro que no basta con el diálogo, también hace falta credibilidad. Si hay algo que diferencia al Gobierno de Sánchez y al Gobierno de Moreno es la credibilidad. Le pongo un ejemplo, el Banco de España ha tumbado ya todas las previsiones económicas del Gobierno, tan solo unas horas después de que se dieran a conocer los PGE. ¿Cómo puede tener credibilidad ese Gobierno para sentarse a dialogar?
P.– Llevamos años oyendo al PP decir que no podemos tener 17 modelos sanitarios o 17 modelos educativos. Y, sin embargo, ¿sí podemos tener 17 modelos fiscales y defender la competencia fiscal entre comunidades?
R.– Bueno, una cosa es el mapa de los derechos sociales, que debe ser lo más equilibrado posible, y otra es la competencia en materia económica. Pero, mire, puestos a igualar, ¿por qué hay siempre que igualar los impuestos por arriba? Si hay que armonizar, que sea para bajar los impuestos. No se puede defender durante años el modelo autonómico para ahora crear un impuestazo contra la competencia fiscal de las comunidades. Es un impuestazo contra Andalucía, porque cuando el País Vasco o Madrid han hecho uso de su margen fiscal, el Gobierno no ha reaccionado de la misma manera. Es una agresión intolerable y de dudosa constitucionalidad a nuestras competencias y al respeto que se merece Andalucía.
Le recuerdo que no hay ningún país en la UE que tenga un impuesto al patrimonio. Lo de Sánchez es una obsesión con Andalucía, porque no se ha recuperado todavía de su fracaso electoral del 19-J. Y toma decisiones que suponen una falta de respeto a la voluntad de los andaluces recientemente expresada.
P.– Ustedes hablan del potencial liderazgo de Andalucía, pero a los que llevamos ya unos años en esto, como usted y como yo, nos recuerda este discurso a los eslóganes socialistas: el de la segunda modernización, la California del sur, la Baviera de España, la Andalucía imparable. ¿Por qué hay que creerse ahora ese discurso? Y le recuerdo que llevamos cuatro meses consecutivos con subidas del paro en la comunidad.
R.– La diferencia es que ahora tenemos un gobierno que es capaz de tomar las decisiones para que ese potencial se convierta en una realidad. Y eso ha generado un sentimiento de orgullo, que es histórico, y que demuestra una potencia, una pujanza y una fortaleza como nunca antes. Somos la comunidad autónoma con mayor estabilidad de España, y estamos creando las condiciones para que no sólo sea atractivo vivir aquí sino también invertir aquí. Hay una nueva marca Andalucía, que tiene que ver con un gobierno que ha sabido afrontar las crisis con decisión, con anticipación y de forma realista. Ha nacido una nueva marca Andalucía que es sinónimo de estabilidad, de confianza, de moderación, de diálogo, de anticipación. Y todo eso se traduce en más eficiencia.
«Moreno abrió un camino y le siguieron las comunidades socialistas»
«El PSOE aún no se ha recuperado de su fracaso en Andalucía»