Biden alerta del ‘Armagedón nuclear’
El presidente de EEUU advierte que Putin no bromea cuando amenaza con armas atómicas
La invasión rusa de Ucrania ha puesto al mundo en su mayor crisis nuclear en 60 años, justo desde octubre de 1962, cuando Estados Unidos obligó a la Unión Soviética a retirar sus misiles de Cuba. Putin «no bromea» cuando amenaza con usar armas atómicas en Ucrania. Y, si eso sucede, es probable que la guerra atómica no se limite a ese país. Todo lo contrario. La humanidad afrontaría en ese caso «la posibilidad del día del Armagedón».
Ésas fueron las palabras del presidente de EEUU, Joe Biden, que afirmó el jueves que «no creo que sea fácil usar un arma nuclear táctica y evitar que todo acabe en el Armagedón». Con esa frase, Biden echaba por tierra la tesis de que un ataque nuclear ruso a Ucrania no desencadenara una escalada entre las democracias occidentales y Rusia que diera pie esencialmente a la Tercera Guerra Mundial.
Biden también apeló a su experiencia en política internacional para recalcar que «conozco a Putin bastante bien» y «no bromea cuando habla del posible uso de armas nucleares tácticas o biológicas o químicas». Las armas nucleares tácticas son en esencia bombas atómicas pequeñas, cuyo impacto sólo afecta al campo de batalla. El problema es que toda arma atómica es por definición estratégica, dado que afecta a toda la marcha de la guerra; y la repuesta de la OTAN, en el caso de una agresión con ellas contra Ucrania, sería devastadora, lo que a su vez podría desencadenar más represalias rusas.
Los países de la Alianza Atlántica «están evitando con todo el cuidado del mundo dar excusas a Rusia para una escalada que implique el uso de esas armas», según han declarado a EL MUNDO personas que conocen las deliberaciones de la organización. Eso incluye no dar a Kiev misiles con un alcance superior a 90 kilómetros, a pesar de las peticiones en ese sentido del Gobierno de Volodimir Zelenski, ni aviones de combate. «Además, los ucranianos se bastan y se sobran con sus actuales armas para vencer a los rusos», subrayan las mismas fuentes. La OTAN ha puesto énfasis en equipos de comunicaciones y en la transferencia de información, porque Moscú no sabe lo que los defensores ucranianos están recibiendo en esos terrenos.
Por el momento, sin embargo, no hay ninguna indicación de que
Rusia esté preparándose para poner en estado de alerta sus sistemas de armas nucleares. Las noticias difundidas esta semana por la prensa británica de que un tren de una de las unidades de las Fuerzas Armadas rusas que se ocupan de ese tipo de armas estuviera moviéndose en dirección al Oeste, hacia Ucrania, han sido desmentidas por Washington. Los rumores alarmistas sobre un supuesto supersubmarino con un supertorpedo ruso en el mar Báltico tampoco tienen fundamento.
Según el portavoz de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, el brigadier Pat Ryder, «no creemos que Putin haya adoptado por el momento una decisión para usar armas atómicas». En declaraciones al diario The Wall Street Journal, Ryder ha afirmado, no obstante, que es un escenario que «nos tomamos muy en serio, así que seguimos observando [a Rusia]». La política de Estados Unidos es mantener y reforzar el apoyo a Ucrania, de modo que ese país pueda continuar derrotando a Moscú en el campo de batalla pero sin hacer que Putin se sienta amenazado. Es una guerra de desgaste que durará muchos meses o, tal vez, años, con el objetivo de evitar una guerra mucho peor.
Curiosamente, las declaraciones de Biden se produjeron en la casa de James Murdoch, el hijo del empresario Republicano de los medios de comunicación Rupert Murdoch. La cadena de televisión Fox News, propiedad de éste, ha defendido la invasión de Ucrania. Su mayor estrella, Tucker Carlson, ha declarado incluso que «yo estoy con Rusia», y que la ayuda de la OTAN a Ucrania se debe a que el régimen de Vladimir Putin «es cristiano».
think tank ahora 86 de estos drones, «un 60% de los cuales han sido derribados».
Kiev ha reconocido que este tipo de armamento es un desafío contra el que todavía no disponen de una respuesta adecuada. «Debemos usar todos los medios para tratar de contrarrestarla», declaró el jueves el portavoz de la fuerza aérea, Yurii Ihnat.
Un conocido analista militar ucraniano, Taras Chmut, informó de que sólo en una jornada esos drones habían destruido varias docenas de «equipos» en tres localizaciones diferentes. «La adquisición simultánea de una gran cantidad de estos drones de alta calidad puede ser un gran reto, dada la situación más bien ambigua que presenta nuestra defensa aérea», explicó Chmut en declaraciones a una televisión local.
Ucrania no dispone de muchas unidades. Algo que sí tienen los rusos y por eso los Bayraktar [los drones turcos que usa Ucrania] no están siendo tan efectivos como en la última guerra de Nagorno Karabaj», explica Yuriy –no quiere dar su apellido–, un ingeniero local especializado en la producción de drones y que colabora con el ejército local.
«Son muy baratos y fáciles de usar. Estamos hablando de miles de dólares frente a los millones que cuesta un misil de crucero ruso. Esa
«Era como el ruido de una motocicleta en el cielo; el fuego lo arrasó todo»