La OEA confirma el giro izquierdista de América
Una mayoría probolivariana se hace fuerte en la Asamblea de Estados Americanos
La Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se celebra estos días en Lima, ha confirmado el giro continental a la izquierda, pese al fracaso de la votación para expulsar de su seno al enviado democrático de Venezuela, el embajador Gustavo Tarre Briceño. Los aliados de Maduro obtuvieron 19 apoyos, frente a los cuatro que votaron en contra: EEUU, Canadá, Paraguay y Guatemala.
La propuesta de resolución presentada por México, Bolivia y varios de los países de PetroCaribe, beneficiados por el petróleo venezolano durante años, no alcanzaron las dos terceras partes requeridas (24 votos) para alcanzar su objetivo, pero dejaron claro que los probolivarianos son hoy mayoría. A su causa se sumaron los gobiernos de Gustavo Petro (Colombia), Gabriel Boric (Chile), Xiomara Castro (Honduras) y Pedro Castillo (Perú), todos salidos de las urnas en los últimos meses, además de Argentina y con la relativa sorpresa de la socialdemócrata Panamá.
El vuelco izquierdista se evitó gracias a las nueve abstenciones de antiguos aliados de la causa democrática, como Uruguay, Ecuador, Brasil y Costa Rica. «Era silenciar la voz de la Venezuela democrática», se congratuló Tarre. «No dejen solos a los venezolanos que estamos resistiendo frente a una dictadura. Quienes defendemos la democracia en terreno de riesgo de nuestras vidas mantuvimos una silla en ese espacio en contra de criminales de lesa humanidad», se defendió Juan Guaidó, presidente encargado que ha perdido gran parte de los apoyos que consiguió en 2019.
«Estaba claro que con las victorias de Castillo en Perú, Boric en Chile y Petro en Colombia, la causa democrática venezolana está quedando cada vez más sola en la región. Lo sucedido en la OEA se viene cocinando hace bastante tiempo. Estamos, internacionalmente hablando, en un escenario parecido a 2014, pero en un país mucho más autoritario, con una emergencia humanitaria compleja mucho más profunda y con una oposición mucho más dividida», explica a EL MUNDO el politólogo Walter Molina Galdi.
Pese a los recientes acuerdos entre Washington y Caracas, que ha supuesto la liberación de los dos famosos narcosobrinos de la pareja presidencial venezolana (una decisión «difícil y dolorosa», según la Administración
demócrata), EEUU mantuvo su apoyo firme a Guaidó y al Parlamento democrático durante la Asamblea General. El propio Biden aseguró desde la Casa Blanca que el hijo de Chávez debe hacer mucho más para que su Gobierno levante las sanciones personales y económicas contra el chavismo.
La asamblea de la OEA resume el estado político continental, que ha dado la vuelta pese a que a la ausencia de Cuba se han sumado las recientes salidas de las dictaduras de Venezuela y Nicaragua. La apuesta de los aliados revolucionarios es reducir al mínimo la OEA y resucitar la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Los dos grandes blanqueadores de Maduro, México y Argentina, tampoco suscribieron una declaración de repudio a la invasión rusa de Ucrania, una deriva en la que contaron con el respaldo de la Administración brasileña de Jair Bolsonaro.
estimada por el propio Gobierno, un 0,6%.
Los PGE publicados el pasado jueves incluyen una batería de medidas que aumentan los ingresos de la seguridad Social. Entre ellos, para sorpresa de los empresarios un aumento del 8,6% en las bases máximas de cotización. La subida se justifica como vía de financiación de las pensiones, que serán revalorizadas en 2023 en paralelo al IPC, aproximadamente un 8,5%. Los empresarios calificaron como «impresentable» no haber sido informados pese a que 48 horas antes se habían reunido con Seguridad Social.
El propio Gobierno admite que el fuerte aumento de los ingresos de la Seguridad Social se explica por esta subida de las bases máximas. Sólo el organismo dispone de los datos precisos de cuántos trabajadores se ven afectados por la medida si bien estimaciones de distintos organismos lo cifran en 1,7 millones de personas. En cuanto a los ingresos que generará para el sistema, el Instituto de Economía y Empresa (IEE) calcula que ascenderán a 2.400 millones de euros, de los que 2.000 millones serían abonados por las empresas y 400 millones por los trabajadores.
La batería de medidas para aumentar los ingresos de la Seguridad social a través de las cotizaciones abonadas por empresas y trabajadores han llevado a Cepyme, la patronal de las pequeñas y medianas empresas presente junto a CEOE en el diálogo social a retractarse de los acuerdos firmados el año pasado para la reforma de las pensiones e invitar a revisar el pacto para revalorizar las prestaciones con el IPC.
TOTAL TOTAL
«Dada la situación actual, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa invita a hacer una nueva reflexión sobre la sostenibilidad del sistema, y evaluar los últimos cambios introducidos en la Ley General de la Seguridad Social a los efectos de garantizar su viabilidad”, ha señalado la organización en un comunicado remitido horas después de la reacción de CEOE a la subida de cotizaciones anunciada por el Gobierno
Aunque el tono de CEOE fue inusualmente duro, Cepyme lo llevó más alto al proponer una «nueva reflexión» a la revalorización de las pensiones con medidas como el aumento de las bases máximas y las mínimas o del nuevo Mecanismo de Equidad Intergeneracional. Según la organización de las pymes, en los últimos cinco años, el Gobierno ha elevado las bases mínimas de cotización en más del 40%, y las bases máximas cerca de un 20%. La evolución de las bases mínimas está ligada a la revalorización del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), una remuneración especialmente frecuente entre las pymes.
En su conjunto, empresas y trabajadores pagarán 16.000 millones de euros más que este año, una cifra similar a la que supondrá el aumento de las pensiones con el IPC. El presidente de la organización, Gerardo Cuerva, firmó la medida el año pasado junto a Antonio Garamendi, presidente de CEOE, los representantes sindicales y los del Gobierno. La revalorización de las pensiones –que con el actual nivel de inflación equivaldrá a abonar una nueva paga extra– fue posteriormente refrendada en el Congreso de los Diputados.
El órdago de Cepyme se podrá valorar en las próximas semanas. La organización se sienta junto a CEOE y sindicatos a la mesa de diálogo social para negociar y avalar la segunda parte de las reformas del sistema de pensiones. Su invitación a revisar la primera parte marca ya –incluso a CEOE– un camino en la negociación, anunciando que no aprobará la segunda parte de la reforma si no incluye un ajuste a los efectos de la indexación de las pensiones al IPC.