Coca-Cola: «El compromiso medioambiental es innegable»
sino también a la inexactitud de los parámetros necesarios para medir el impacto. «No hay una forma universal de medir la huella de carbono, por lo que cada empresa hace de su capa un sayo, hemos encontrado triquiñuelas que no son de recibo», espetó Miguel Ángel Soto.
Así, para evitar «las situaciones incómodas» para las empresas, Juan Ignacio de Elizalde aseguró que Coca Cola se ha puesto en manos de una tercera entidad para que mida sus emisiones. «Estamos trabajando con la fundación Science Based Targets y nuestro compromiso es innegable, tanto a lo largo de la cadena de valor como en el ámbito privado y de ONG’s para que nos midan y nos hagan esclavos de nuestros compromisos», sentenció de Elizalde.
No obstante, para Soto, no solo se trata de reducir o compensar emisiones, sino también de velar porque haya justicia social a lo largo de toda la cadena de valor. En términos puramente medioambientales, Mauricio García destacó la importancia de que las empresas «hagan códigos de conducta que obliguen a toda su cadena de valor a trabajar como ellos». En ese sentido, para Greenpeace es fundamental poner el ojo en la cartera de inversiones del sector financiero para evitar que financien negocios que perjudiquen el medio ambiente o los derechos humanos.
Las emisiones de Alcance 3 son aquellas que provienen de la cadena de valor de una compañía y no están bajo el control de esta. «Medir las emisiones hará la empresa más competitiva y atractiva para los clientes», puntualizó Mendiluce. No obstante, muchas grandes empresas no son capaces de medir estas emisiones
«Queremos que nos midan las emisiones para ser esclavos de estos compromisos»
«Cada empresa hace de su capa un sayo, hay triquiñuelas de todo tipo»
«Las empresas tienen que tener el cambio climático en sus estrategias»
«Tenemos 9.000 empresas comprometidas con los objetivos de París»
por lo que en vez de reducirlas, las compensan. «Hay que medir, reducir y finalmente compensar, pero para alcanzar el acuerdo de París necesitamos transformaciones profundas en los sectores de transporte, agroalimentario, financiero y construcción, además de atacar el consumo masivo», explicó Soto.
RECURSOS
Sin embargo, algunas de las compañías más pequeñas carecen de los recursos necesarios. En el caso de las emisiones gases de efecto invernadero de la cadena agroalimentaria, que suponen el 35% de emisiones a nivel EU.
«Las empresas tienen que incorporar el cambio climático en sus estrategias de negocio, pero en el caso del sector agroalimentario hay mucha Pyme y sin ayuda es muy difícil que estas puedan tomar las mismas medidas que una gran empresa», explica García de Quevedo. A su juicio, hasta que no haya «un marco regulatorio con unos estándares establecidos», así como información tecnológica, ayuda financiera y capacitación para las Pymes, «vamos a tener que seguir compensando», sentenció.
«Nuestros empaques son el 43% de nuestras emisiones, estamos trabajando junto con la industria para atacar esto ya que sin reducir empaques no vamos a llegar a 2040», detalló de Elizade desde Coca-Cola. «Cada uno juega su rol, como las ONGs como Greenpeace que nos ponen incómodos, pero queremos trabajar todos juntos porque un mejor clima hará que haya más materias primas con las que trabajar y poder perdurar la actividad en el tiempo».
«Los empaques son el 43% de las emisiones y vamos a atacar eso»