“YO SÉ QUE LO QUE HAGO ES UN TRABAJO”
ARTISTAS CALLEJEROS
Asier Martí tiene ya gente que le espera en Gran Vía para verle cantar. Y en Tik Tok acumula casi 20.000 seguidores
“Quizás eche más horas que alguien que trabaje en una oficina. Hay días que trabajo de seis de la mañana a ocho de la tarde”
Algunos llevan décadas viviendo de lo que obtienen en las aceras y plazas. Otros lo compaginan con diferentes trabajos o utilizan sus shows urbanos como medio para darse a conocer. GRAN MADRID les acompaña y desengrana sus rutinas diarias, los problemas que afrontan y el dinero que ganan
“En cada espectáculo puedo ganar 30 o 40 euros. Y siempre que actúo hago tres shows como mínimo”
“Los adolescentes son el peor público, y los niños, los mejores. Y los guiris dan más dinero, no escatiman”
seis de la mañana y a las ocho de la tarde aún no he llegado», relata el propio Yimis, que lleva 15 años actuando en la calle. En ese tiempo ha aprendido que los adolescentes son el peor público, y los niños, los mejores. En sus palabras, los primeros «antes de disfrutar lo que están viendo, sacan el móvil y buscan la explicación de los trucos», y los segundos «son sinceros, te dicen si les gusta o no y si han averiguado cómo se hace». «Y los guiris, como no se enteran, dan más dinero. Cuando pasan y ven algo que les gusta no escatiman» asegura.
En estos shows callejeros es muy habitual que parte del público se marche sin pagar, a pesar de haberlos disfrutado e incluso haber sacado fotos o grabado vídeos. Sobre ello, los artistas tienen división de opiniones. Javi Javichy, malabarista con 27 años de espectáculos a sus espaldas, explica que les entiende: «Es lo bonito que tiene la calle. Para mí es una de las esencias de la vida. Es libertad total para el que lo está viviendo y para mí mismo, porque yo si en mitad del espectáculo quiero parar porque me da la gana, lo paro». Sin embargo, Yimis opina muy diferente: «Esos son los peores, me caen fatal sinceramente. Si no te interesa, prefiero que te vayas, no que estés aplaudiendo y pasándotelo bien y a la hora de pagar te marches. Es una falta de respeto grandísima».
En su larga trayectoria, Javichy ha actuado en países como Singapur, Japón, Senegal, Brasil o Australia, y en Madrid es habitual verle en el Retiro. Para él, no hay nada más difícil que trabajar en la calle: «Yo veo gente que es muy talentosa y luego en la calle no consigue nada porque no tiene las cualidades o la estrella para hacer que la gente se pare. Estuve haciendo un curso de profesor y me costaba mucho poder enseñar a los chicos cómo se trabaja ahí fuera». A pesar de ello, asegura que merece la pena por el público madrileño. «Qué te voy a decir, es el mejor, porque me ha enseñado todo lo que sé. Tengo un agradecimiento especial con esta ciudad por haberme dado tanto. Es el mejor público del mundo, porque es el mío», explica.
En el futuro de todos ellos la calle seguirá teniendo gran peso. Algunos planean dedicarse más a conciertos, eventos o funciones teatrales más profesionales, pero aseguran que seguirán guardando un pequeño rincón para el lugar en el que empezaron. «Que la gente agradezca seguir teniendo arte callejero después de que sea tan complicado y que nos pongan tantas trabas. Para nosotros es un placer que nos sigan apoyando. Si seguimos ahí fuera es porque hay gente que también nos sigue», concluye Asier.
ASIER MARTÍ
Empezó tocando en el Metro a los 15 años hasta que decidió actuar en Gran Vía.
SPIDERMAN GORDO
Lleva 15 años ganándose la vida realizando su espectáculo callejero en la Plaza Mayor.
JAVI JAVICHY
Tiene 27 años de experiencia actuando en shows callejeros por todo el mundo.
ZAMIR FAJARDO
Llegó desde Colombia hace cuatro años para bailar break dance con amigos.