El Mundo Madrid - Weekend

CAPILLA RENACENTIS­TA

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del Rescate) seis metros de largo por casi cinco de ancho en sus dimensione­s interiores. El inca levantó la mano sobre su cabeza, hasta que las puntas de los dedos se hallaron a 2,35 metros del suelo. Y afirmó: «Os daré todo esto lleno de oro y el doble de plata a cambio de mi libertad».

Ni qué decir tiene que los españoles aceptaron de inmediato. Pizarro y los suyos ya tenían el ojo muy hecho a calcular cantidades ingentes de oro. Una vez fundida toda la orfebrería que los incas introdujer­an en aquel de oro. ¿Y cuánto era eso en el siglo XVI? El oro vale lo que nosotros decimos que vale. Si yo digo que el oro que contiene un anillo de oro vale 100 euros y todos estamos de acuerdo en que así es, pues vale 100. Al poseer un valor concreto, podemos hacer cosas con él. Puedo canjearlo por bienes o servicios. ¿Y sabemos qué bienes o servicios compraron los hombres que participar­on en el reparto del oro de Cajamarca? En el caso de Azpeitia, sí. Y lo sabemos porque Azpeitia hace algo inverosími­l: coge su oro, se despide de sus compañeros y regresa a casa. En 1534 ya está en Sevilla, donde canjea sus 42,5 kilogramos de oro por una renta anual vitalicia.

¿Y cuánto valdría hoy el oro de Azpeitia? Hagamos un cálculo muy poco científico. El precio del oro hoy es de 54.500 kg. El oro de Azpeitia valdría, por lo tanto, unos 2.300.000. Probableme­nte, él traía algo más de lo declarado; no serían españoles si no se llevaran algo en B. Redondeand­o, digamos que se plantó en su pueblo con lo que le rentaban 3.000.000 de euros. Y ya no salió nunca más de allí.

Lo bueno es que los historiado­res saben cómo vivió Azpeitia. Fue un potentado local, fundó una cátedra de gramática, puso el dinero para que doncellas sin recursos se casaran y hasta mandó hacerse una capilla para enterrarse en ella. Era el típico señor que hoy en día tiene exactament­e tres millones de euros: vive con una comodidad asombrosa pero no es Alicia Koplowitz, que posee mil veces esa cantidad. Así que el cálculo tan poco ortodoxo que hemos realizado no resulta nada descabella­do.

En el Cuarto del Rescate había entre seis y siete toneladas de oro. El rescate que Atahualpa pagó por él mismo ascendía, por lo tanto, a unos 380 millones de euros actuales. Eso, en la contabilid­ad oficial, que es la que sirve para detraer la quinta parte del rey, es decir, los impuestos. Seguro que lograron el doble: 760 millones de euros. Una bonita cifra.

Arriba, capilla renacentis­ta de Nicolás Sáez de Elola, capitán del Perú, en Azpeitia. Abajo, cuadro donde se representa al emperador inca Atahualpa siendo apresado por las tropas de Pizarro.

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