Caos con la TUR: la CNMC recibe 50 quejas al día
El supervisor recibe una ola de denuncias por problemas en el salto al recibo regulado
Avalancha de denuncias por las dificultades para cambiar al mercado regulado de gas. En las últimas semanas, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha tramitado una media de 50 reclamaciones al día por parte de clientes que acusan a sus comercializadoras de obstaculizar su traspaso al recibo subvencionado de gas, conocido como Tarifa de Último Recurso (TUR), que cuenta con 1,52 millones de clientes.
No es la primera vez que al regulador le llegan críticas por parte de los consumidores por las trabas para cambiar del mercado libre al regulado, donde los márgenes comerciales de las energéticas son limitados. Pero la elevada cifra de quejas sí ha sorprendido internamente, de hecho, esta misma semana, el aumento de denuncias salió a relucir en el consejo del supervisor, pese a no estar en el orden del día, según trasladan a EL MUNDO varias fuentes próximas al organismo que preside Cani Fernández.
En el mercado regulado es el Ministerio para la Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera quien fija los precios. Estos se revisan trimestralmente y se actualizan en el BOE. La TUR solo la pueden ofertar ciertas comercializadoras. A saber, Naturgy, Endesa, Iberdrola, TotalEnergies y EDP. La compañía que preside Francisco Reynés domina con amplio margen este mercado, con una cuota del 31,7% del total de clientes, según los últimos datos de CNMC.
La ola de reclamaciones se ha intensificado en las últimas dos semanas, después de que el Gobierno aprobase un nuevo paquete de medidas de alivio a los consumidores gasistas. Entre ellas, la creación de una TUR vecinal, ideada para extender el esquema de protección del recibo regulado a las comunidades de vecinos que cuentan con calefacciones comunitarias. Hasta ahora, esta tarifa se limitaba a clientes individuales. Según las previsiones del Ejecutivo, la reducción del recibo para estas familias será del 50%.
Este balón de oxígeno ha provocado un aluvión de consultas y peticiones que ha desbordado los servicios de atención al cliente de muchas energéticas. El frente empresarial señala al Gobierno y pide margen para adaptar sus equipos a esta nueva coyuntura. Al otro lado, responsables institucionales del sector se muestran críticos con la situación y aseguran que las compañías deberían mejorar su capacidad de reacción en aras de garantizar el derecho de los consumidores a escoger el mercado en el que quieren estar.
La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, puso a la CNMC en el punto de mira en una entrevista con RTVE, en la que animó a todos los consumidores que se encontrasen con problemas al dar el salto a la tarifa regulada a denunciarlo ante el supervisor. «Las comercializadoras deberían agilizar las tramitaciones y la CNMC debería estar pendiente para ajustar o imponer sanciones a todas aquellas compañías que no lo hagan», sentenció Aagesen. Una fuente cercana al regulador valora la alusión de la secretaria de Estado a la CNMC como una intromisión y asegura que, por ahora, «es pronto para hablar de sancionadores».
Fuentes del sector señalan que el salvavidas del Gobierno para los consumidores supondrá la estocada final de la liberalización del sector. El creciente atractivo de la tarifa regulada aboca a una fuga de clientes desde las pequeñas comercializadoras, cuyo campo de batalla está acotado al mercado libre. En el sector dan por hecho que los colosos del sector volverán a monopolizar la venta de gas natural en el medio plazo.