Aragonès pide «nuevos acuerdos» a Sánchez
El ‘president’ dice que a la supresión del delito de sedición le deberán seguir otros pasos hacia la amnistía
El presidente catalán, Pere Aragonès, valoró ayer el acuerdo al que ha llegado con el Gobierno para derogar el delito de sedición como «un paso importantísimo para poner fin a la represión sobre el movimiento independentista, profundizar en el proceso de desjudicialización y retornar el conflicto con el Estado a la política». Pero este paso sólo es el primero. En una comparecencia institucional desde el Palau de la Generalitat, el jefe del Govern aseguró que a esta reforma del Código Penal le deberán seguir nuevos acuerdos para «hacer posible la amnistía».
Tampoco renuncia Aragonès a la autodeterminación porque cree imprescindible «abordar el fondo del conflicto político con el Estado» y esto pasa, a su juicio, por «ejercer el derecho a decidir para dar respuesta a la voluntad mayoritaria de Cataluña que quiere votar en libertad el futuro político del país».
El president se refirió a la necesaria reedición de un referéndum de autodeterminación, pero esta vez «sin violencia policial ni represión de ningún tipo, implicando a todo el mundo y con el pleno reconocimiento de la comunidad internacional». Un objetivo que espera conseguir a través de su propuesta del «acuerdo de claridad» inspirado en la experiencia canadiense con el independentismo quebequés: «Cuanta más fuerza tengamos en el difícil proceso de negociación con el Estado, que ya empieza a dar frutos, más cerca estaremos de hacer posible la amnistía y volver a votar en un referéndum».
En su discurso, Aragonès acusó al Tribunal Supremo de «haber usado arbitrariamente y de forma injusta» el Código Penal para aplicar condenas por «un referéndum que no fue un delito [el 1-O]» valiéndose de la sedición, «que no tiene comparativa con las democracias más consolidadas». Respecto a las consecuencias que su derogación puede tener para los dirigen