«MÁS LIBERTAD»
cambiar las reglas de juego a mitad de partido», agregó en alusión a los promotores de la fallida declaración de independencia.
Aunque según Page es necesario buscar «entre todos la mayor convivencia en Cataluña», insistió en que hasta que no regresen los «fugados» no se debe hablar de «cómo tipificar futuras intentonas»: «Es evidente que el debate no puede ser sereno si se produce interfiriendo claramente en los procesos en marcha, incluso en los procesos de apelación ante los tribunales europeos».
El jefe del Ejecutivo de Aragón, Javier Lambán, también fue meridianamente claro al manifestar que está «en contra» de la reforma del delito de sedición y que así lo ha transmitido por los cauces oficiales. «El presidente del Gobierno sabe perfectamente cuál es mi opinión en éste y en otros asuntos. Yo no soy una marioneta de nadie», recalcó.
Desmarcándose de la estrategia oficial del PSOE, Lambán abogó porque «además de la legislación vigente, incluido el Código Penal, debería haber incluso otras herramientas para armar al Estado de Derecho frente a intentos de alteración de la Constitución, que fue lo que ocurrió en Cataluña en octubre de 2017»: «Espero que alguna vez en este país cuando a todos nos entre el sentido común podamos trabajar seriamente en esto que, en mi opinión, es uno de los problemas más graves que tiene España para afrontar el futuro».
Menos contundente fue Guillermo Fernández Vara, presidente de Extremadura y miembro de la Ejecutiva Federal del partido, a la hora de mostrar su disconformidad, aunque sí quiso dejar claro que a él no le gusta
Sí a la reforma. «nada de lo que le guste al independentismo». «Dicho esto, hace cinco años estábamos en un severo riesgo de que una parte de España se podía separar .... hubo una declaración unilateral de independencia, y no lo evitaron», añadió desviando el foco hacia el PP, informa
La supresión del delito de sedición también ha contado con apoyos explícitos dentro de otros dirigentes autonómicos del PSOE, como la líder balear, Francina Armengol, que consideró que es un paso «necesario». Algo similar defendieron en el Gobierno de La Rioja, con Concha Andreu al frente, donde destacaron que se trata de una modificación en el Código Penal alejada de la amnistía que piden los independentistas.
El secretario general de los socialistas de Castilla y León, Luis Tudanca,
aseguró que prefiere que «se adopten medidas para mejorar la convivencia que para romperla», aunque dijo que entiende «las dudas» que genera por el «ruido que procura hacer el PP de forma desproporcionada». Y su homólogo andaluz, Juan Espadas, sostuvo que la propuesta de Sánchez se enmarca «en el cumplimiento de un compromiso electoral» del PSOE y del propio presidente del Gobierno.
Por su parte, la senadora socialista y ex presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, advirtió de los costes electorales que entrañará la conversión del delito de sedición en el de desórdenes públicos agravados con el argumento de que «no se entiende igual en el sur que en Cataluña». Asimismo, durante su participación en una tertulia televisiva, consideró que «tocar el Código Penal» debería hacerse «con consenso».