Feijóo apela a Page y Lambán: «O con los condenados o con la ley»
Asegura que el socialismo moderado tiene «el deber moral» de rebelarse contra Sánchez
«Quiero decirle a mi país que esta decisión yo no la habría tomado nunca, y la voy a revertir si soy presidente, porque ni el independentismo ni Sánchez pueden abaratar los ataques a la Constitución». Alberto Núñez Feijóo proclamó solemnemente ayer que él «nunca» entregará la gobernabilidad de la nación «a quienes quieren romperla» y prometió defender «de todas las formas» posibles que la reforma del Código Penal por la que se va a derogar el delito de sedición se contrarreste «cuanto antes». Aunque no ha especificado si entre todas esas formas posibles contempla una moción de censura, como le pide Ciudadanos.
Recién llegado de su viaje a Latinoamérica, y ante sendas banderas de España y Europa, el presidente del PP cargó con dureza contra Pedro Sánchez: «Ya no tiene límites, a estas alturas». Dos semanas después de romper las negociaciones del CGPJ por esta misma reforma, Feijóo proclamó, en una declaración calificada de «institucional» por el PP: «Lamento tener razón y constatar que el único proyecto de Sánchez consiste en ganar tiempo, aunque para ello debilite nuestras instituciones», y que vaya en dirección contraria al espíritu con el que se aprobó el artículo 155 de la Constitución, «bajo el amparo del jefe del Estado».
Como hizo a lo largo del día toda la cúpula nacional del PP, Feijóo apeló directamente a los dirigentes socialistas moderados, para que se rebelen contra esta reforma del Código Penal. «Sería una lectura simplista», dijo, «señalar únicamente al presidente del Gobierno». «El PSOE es más que su presidente y a todos sus dirigentes les corresponde fijar posición en este momento: o se está con los condenados y los fugados, o con la legalidad democrática». «Los socialistas que coinciden con nosotros en que esto es una aberración tienen el deber moral de hacer pública su posición», agregó.
Feijóo le da la máxima gravedad a la nueva reforma de Sánchez. El PSOE y Unidas Podemos iniciaron ayer los trámites parlamentarios para la derogación del delito de sedición, que a partir de ahora perderá su denominación para pasar a incluirse en el epígrafe de «desórdenes públicos» con «agravante». La reducción de penas que plantea el presidente del Gobierno para beneficiar expresamente a quienes fueron condenados por el 1-O implica pasar de los 15 años de cárcel máximos que se contemplan en la actualidad a entre tres y cinco.
«Lo más preocupante es lo que se hace y por qué se hace. Lo que se hace es ocultar que el delito de sedición debe estar en el Código Penal, porque los independentistas mantienen con total transparencia su propósito de volver a hacerlo», subrayó Feijóo. «Así lo entendía también Sánchez hasta que decidió doblegarse a los intereses de los sediciosos», añadió.
Dentro de su apelación a los socialdemócratas moderados –y sin perder de vista que hay elecciones autonómicas y locales en seis meses–, Feijóo opinó que «el Partido Socialista ha huido de la moderación, de la centralidad política y de la unidad constitucional por el interés personal de quien hoy lidera el PSOE».
Además, el presidente del PP alertó de que ERC no se quedará contento con la reforma penal y pedirá cada vez más cesiones, hasta intentar la secesión final. «El independentismo nunca jamás se conformará hasta alcanzar sus últimos objetivos». «¿Por qué se doblega Sánchez?», se preguntó. «Porque pretende continuar en el poder», sea lo que sea que le pidan a cambio, se contestó a sí mismo. «¿Se pretende tratar lo ocurrido en 2017 como una pequeña travesura infantil? Se hace», continuó.
Feijóo hizo hincapié en que con la decisión de Sánchez «se está comprometiendo gravemente la independencia del poder judicial». «Se va a reescribir la respuesta jurídica que el máximo órgano jurisdiccional de nuestro país, el Tribunal Supremo, dio al intento de sedición de 2017, con la gravedad añadida del impacto internacional, todavía más cuando están vivas causas contra los sediciosos».
Desde la oposición, una hipótesis cruzó a todos. Inés Arrimadas hizo un llamamiento al PP a liderar una moción de censura contra Sánchez. Y desde Génova no lo descartaron, aunque no de manera inmediata. En ese debate se coló también Vox, en defensa propia de su estrategia, y contra el Ejecutivo y sus competidores en la derecha: «Este Gobierno amenaza la libertad, la seguridad, la prosperidad, la economía, la convivencia y la unidad. Por eso hace dos años planteamos una moción de censura. El PP y Ciudadanos votaron para mantener a Sánchez».
Cs pide al PP una moción de censura; Vox afea que ambos rechazaron la suya