Bruselas también alerta del freno
L La Comisión Europea rebaja a la mitad, hasta el 1%, sus previsiones de crecimiento para la economía española en 2023 L Alerta de que la actividad «se ha ralentizado» en el tercer trimestre y lo hará más en el cuarto
Mejor este ejercicio pero mucho peor el próximo. La Comisión Europea rebaja a la mitad sus previsiones de crecimiento para la economía española el año que viene. En el mes de julio, Bruselas estimaba que el PIB crecería un 2,1% en 2023, en línea con los cálculos de Moncloa, pero en apenas unos meses ha dado un giro notable y cree ahora que sólo lo hará en un 1%. Así consta en las Previsiones Macroeconómicas de Otoño presentadas ayer por Paolo Gentiloni, y que mejoran sin embargo desde el 4% al 4,5% el horizonte de este ejercicio.
A principios de octubre, el Gobierno remitió a Bruselas su proyecto presupuestario para 2023 y un cuadro macro con un 4,4% para este año y un 2,1% para el siguiente en lo que al Producto Interior Bruto se refiere. La institución comunitaria sin embargo cree que tras el empujón del turismo en el segundo trimestre, «la actividad se ha ralentizado en el tercero y lo hará aún más en lo que queda de año», por el deterioro en las expectativas a nivel global, la caída de la confianza en los actores económicos, por la guerra de Ucrania y «las prolongadas presiones de los precios que afectan negativamente a la demanda».
Esta actualización de Bruselas está en línea (pero incluso un poco por debajo) con la de la mayoría de analistas privados o el FMI, que el mes pasado rebajó también en ocho décimas su estimación, dejándola en el 1,2%. La vicepresidenta Nadia Calviño dijo entonces que «tener una diferencia de previsión como ocurre con el FMI, el Banco de España o el Gobierno u otros organismos e instituciones es normal» en este «momento de gran incertidumbre».
Teniendo en cuenta todos los factores y el hecho de que España debería recuperar de una vez los niveles de PIB previos a la pandemia, pues somos el único país que no lo ha conseguido todavía, Bruselas estima que en 2023 el crecimiento será tan sólo del 1%, por un efecto arrastre muy bajo de 2022. «La expansión se prevé más robusta en 2024 por una demanda externa y doméstica más fuerte», dice el documento, y eso llevaría a un crecimiento del 2%. La economía española, a pesar de ese recorte de más de un punto para el próximo ejercicio, se comportaría según Bruselas mucho mejor que las grandes de la Eurozona.
Así, de Alemania se espera un modesto 1,6% en 2022 y una contracción de seis décimas en 2023. Francia crecería un 2,6% ahora, pero apenas un 0,4% el año próximo, e Italia, con un nuevo Gobierno, registraría un 3,8% y un 0,3%. En su conjunto, la zona euro podría crecer un 3,2% este año, pero lo haría únicamente un 0,3% el que viene, antes de remontar hasta el 1,5% en 2024. Por lo que España estaría cómodamente por encima de la media en los tres casos.
«Nos acercamos al final de un año en el que Rusia ha proyectado la oscura sombra de la guerra en nuestro continente. La economía de la UE ha demostrado una gran resistencia a las ondas de choque que esto ha causado, gracias en gran parte a las firmes decisiones políti
cas adoptadas desde el comienzo de la pandemia en un espíritu de unidad y solidaridad. Sin embargo, los elevados precios de la energía y la inflación desenfrenada ahora están pasando factura y nos enfrentamos a un período muy desafiante, tanto social como económicamente», dijo el comisario Gentiloni.
El informe destaca el buen comportamiento del turismo, que junto a «las medidas adoptadas para mitigar el impacto de los altos precios de la energía, así como la resiliencia del mercado laboral, ayudarán a España a capear los vientos del incierto contexto geopolítico», creciendo un 4,5%. La Comisión espera que las presiones inflacionistas se alivien un poco a mediados de 2023 permitiendo
«una recuperación de la actividad»y una «moderada reactivación del consumo privado». Eso, de la mano de los Fondos de Recuperación y las reformas que se han empezado a aplicar, mejoraría «el dinamismo de la demanda agregada».
Así, a diferencia de buena parte de la Unión e incluso ésta en su conjunto, nuestro país esquivaría la recesión técnica, entendida como dos trimestres consecutivos de contracción. Habría una ahora, en los tres meses finales del año, pero con suerte el crecimiento sería cero a principios del que viene, sin caer en terreno negativo. Pero el margen de error con un entorno tan incierto es muy grande, y apenas una décima cambiarían los titulares.