El mejor cocido
CRÓNICAS DE PAGANINI
Al abuelo de mi amiga Cate le encantaba leer a Pla y le regaló El Cuaderno Gris, que yo también leí de niña. Lego caímos en Lo que hemos comido, donde se me hacía la boca agua al leer sobre el cocido catalán -la escudella i carn d’olla- aunque hablara de su decadencia porque un «buen cocido como los que se hacían antes ahora vale un dineral». Luego, ya más adusta, leí la biografía de Arcadi y aprendí de la verdad de Pla en lo que había escrito Pla. Nunca me he tomado un cocido con Arcadi. Seguramente porque considera que a mí me faltan muchos hervores y, como decía Pla sobre el cocido, el gas se ha disparado y ya sale muy caro dármelos. Por otro lado, no me gusta que el rigor mande en el cocido como han impuesto los puristas, que los hay de cocido como también hay talibanes de la tortilla. Hay días que me gusta echarle tomate; otros, mezclar los fideos con los garbanzos; y de vez en cuando, hacerme un bocadillo con el tocino y apretarlo hasta que la grasa chorree el pan.
Hace unos días, con la llegada de los rigores invernales, me fui a La Taberna Pedraza (Recoletos, 4) a apretarme un cocido (35 euros por persona). Nunca lo había tomado y destacaré la sopa, delicadísima pero contundente. De esas con las que, de seguir la cocción, saldría consomé gelée sin necesidad de esas láminas de gelatina que se compran.
Se habla mucho de los Picones de María (Simancas, 12) en cinco vuelcos por desdoblamiento y que también cuesta 35 euros. Está muy bueno. Sobre todo, son especiales las verduras y ciertos desgrases de los componentes, aunque se agradecería una mayor alegría en el trato.
Con Tono, que al mismo tiempo está adscrito a la masonería y a no sé qué hermandad del cocido, y su mujer Alexia fuimos a La Cruz Blanca de Vallecas (Carlos Martín Álvarez, 58), que es el más famoso lugar de cocidos de Madrid y cuesta 26 euros, aunque si se bebe vino como exige el cocido, la cuenta sube bastante. Ahí es bueno todo. Sobre todo el poco rollo que se dan pese a que es más difícil conseguir mesa aquí que en Diverxo. Y luego no podía quedar fuera el cocido de (35 euros también), con un tuétano y tartar de apio. Obvien los versos de la carta. Es una maravilla. Dicen que el mejor es el de la Gran Tasca (Santa Engracia, 161) y cuesta 29,50. Ese día me lo tomaré con el botellón de Dewards de Jana. Con el cocido entra hasta la gasolina. Y a mí me gusta la gasoliiiina...