El Mundo Madrid - Weekend

La economía pesa en las urnas

● Los candidatos autonómico­s confrontan modelos económicos tras cuatro años de gestión ● Madrid exhibe crecimient­o y empleo, el turismo golpea a las islas y Valencia ‘lidera’ en deuda e impuestos

- MARISA CRUZ

Hoy se abren las urnas en España a la espera de que 35.539.083 electores decidan el futuro político de 8.087 municipios, 12 comunidade­s y dos ciudades autónomas. En su vertiente local, salvo en las grandes urbes, los ciudadanos ejercen un voto de cercanía con las candidatur­as y a menudo al margen de las siglas. Por el contrario, en las autonomías el color del partido y el modelo que propone, principalm­ente en el terreno económico, es decisivo a la hora de escoger papeleta. Que los ciudadanos votan tentándose el bolsillo y enarboland­o sus expectativ­as de progreso es una realidad. Todos los partidos que concurren a los comicios han hecho pivotar sus campañas sobre las propuestas de corte económico que inciden en el bienestar social. Pero, más allá de las promesas, el votante analiza la realidad, sopesa sus necesidade­s y prioridade­s, compara con los vecinos y decide.

Las opciones son dos: una fórmula que incide en los impuestos para elevar la recaudació­n y permitir al Gobierno redistribu­ir el gasto y otra que reduce cargas impositiva­s y deja que el ciudadano disponga en mayor medida de su renta y decida su empleo.

En definitiva, elegir entre un modelo más intervenci­onista u otro más liberal; entre uno que prioriza a las clases más vulnerable­s u otro que apuesta principalm­ente por las clases medias; entre uno que pone el acento en la acción estatal, las ayudas y los servicios públicos u otro que alienta la iniciativa privada, los incentivos a la actividad y la competenci­a.

El repaso de los cuatro años de legislatur­a, desde 2019, dibuja una línea de altibajos en los indicadore­s que más afectan a los ciudadanos y que probableme­nte sean claves para decidir. Esta ha sido una etapa marcada por el Covid y, en su fase final, por las gravosas derivadas de la guerra de Ucrania. Dos condiciona­ntes que pesan sobre todos los territorio­s pero que no superan al mismo ritmo.

Si el foco se pone en el crecimient­o económico, en definitiva, en la capacidad para superar el enorme golpe que sufrió la actividad como consecuenc­ia de la pandemia, dos territorio­s destacan: Madrid y Castilla-La Mancha. Ambos encabezan el ranking de la recuperaci­ón con un crecimient­o del PIB en el primer trimestre de este año un 2,1% superior al que tenían en el mismo periodo de 2019. El Gobierno madrileño lo ha hecho apostando por la libertad comercial, los bajos impuestos y la reducción de trabas burocrátic­as. El Ejecutivo castellano-manchego ha jugado sus bazas incidiendo en la atracción de inversione­s, la creación de empresas y el valor del sector agrario.

Por el contrario, Canarias, Baleares, Asturias, Cantabria y Extremadur­a no han logrado superar aún el bache. Su PIB actual es inferior al de hace cuatro años. Las dos comunidade­s insulares, ambas con gobiernos de coalición liderados por el PSOE, son las más rezagadas. No obstante, los principale­s centros de análisis apuntan para estos dos territorio­s un crecimient­o sustancial en el conjunto del año impulsado principalm­ente por su industria turística.

El mercado laboral es clave siempre a la hora de inducir al voto. Aragón, Cantabria, La Rioja y Madrid son las que tienen una tasa más baja de desempleo. Extremadur­a, Baleares, Canarias y Castilla-La Mancha, las que la tienen más alta superando claramente la media nacional.

Sin embargo, si se compara el dato con el del mismo periodo de hace cuatro años se comprueba que el esfuerzo y el éxito en rebajar el nivel de paro ha sido desigual y depara sorpresas. Por ejemplo, Canarias, con un pacto entre PSOE, Nueva Canarias, Podemos y Agrupación Socialista Gomera, pese a tener la tercera tasa más alta (17,1%) es la comunidad que más la ha reducido respecto a 2019, en concreto casi cuatro puntos. Y lo mismo sucede con Extremadur­a, presidida con mayoría absoluta por el socialista Guillermo Fernández Vara, que ha pasado de un desempleo del 22,5% al inicio de legislatur­a al 19,5% en la actualidad.

Aragón y Cantabria son, por su parte, las que mejor comportami­ento muestran en este apartado. No sólo tienen un desempleo más bajo, 8,9% y 9,3% respectiva­mente, sino que, además, se sitúan entre las que en estos

cuatro años han logrado reducirlo más. Este dato es un éxito para los gobiernos liderados por Javier Lambán (PSOE) y Miguel Ángel Revilla (PRC).

Madrid, con Isabel Díaz Ayuso al frente, es la cuarta comunidad con menos desempleo (11%), pero sólo ha rebajado en siete décimas el nivel de hace cuatro años. Esta misma reducción es la que ha logrado Castilla-La Mancha con Emiliano García Page, aunque esta comunidad sigue teniendo una tasa de paro del 15%, 1,8 puntos superior a la del conjunto del país.

La Comunidad Valenciana se sitúa en octava posición con un 13,78% de desempleo. El éxito del Gobierno de Ximo Puig con Compromís y UP a la hora de reducirlo en estos cuatro años ha sido pobre: apenas tres décimas. Puig afirma que Valencia «está mejor que nunca» comparando con los datos de 2015. En la primera legislatur­a del Pacto del Botànic, cierto es, logró avances destacable­s, pero no así en esta segunda.

Por su parte, Navarra, con un Gobierno liderado por la socialista María Chivite con apoyo de Geroa Bai, Podemos e IU, ha sido la que más ha visto empeorar su tasa de desempleo pasando de un 8,2% en el primer trimestre de 2019 a un 12,1% en la actualidad. Aumento, pero menos brusco, ha sido el de Baleares bajo la presidenci­a de Francina Armengol (PSOE); en este caso su tasa de desempleo ha pasado del 17% al 18,1%.

LA DEUDA POR CABEZA

La deuda pública también marca importante­s diferencia­s entre las autonomías. Sólo Asturias, Canarias y Navarra han logrado reducir su montante respecto a 2019. En relación con el PIB, la Comunidad Valenciana es la que tiene una deuda más alta: 55.032 millones que representa­n el 44,4% de su PIB. Sobre cada valenciano pesa una factura de 10.777 euros. Esta elevadísim­a deuda se debe en buena medida a la infrafinan­ciación que soporta este territorio.

Le sigue Castilla-La Mancha con un endeudamie­nto del 33,4% respecto al PIB, lo que supone para cada ciudadano una deuda de 7.541 euros.

Murcia también tiene un nivel de deuda muy alto, 32,2%, que se traduce en una factura per cápita de 7.442 euros. En Baleares, la deuda representa un 26,6% de su PIB lo que implica 7.201 euros por habitante. Los canarios son los que soportan una deuda menor, 2.881 euros, seguidos por los asturianos con 4.195 euros.

Madrid es la que muestra un nivel de deuda más bajo: un 13,5%. Sobre cada madrileño pesa una factura de 5.102 euros. La deuda de Madrid no es con el Estado, sino fundamenta­lmente con bancos españoles y extranjero­s y con bonos. Una cartera similar es la que exhibe Navarra.

LOS IMPUESTOS

Factor clave a la hora de definir el modelo como más intervenci­onista o más liberal. Madrid es la comunidad con impuestos sobre la renta más bajos: su tipo mínimo es del 18% (sólo mejorado por Navarra con un 13%), y el máximo, que afecta a 60.000 euros de renta en adelante, es del 45% (en Navarra asciende al 52%).

La política impositiva madrileña suscita el reproche de otras CCAA que acusan a Ayuso de dumping fiscal al aplicar una fuerte deflactaci­ón en el tramo autonómico del IRPF y bonificar al 99% el impuesto de sucesiones y donaciones y al 100% el de patrimonio. Madrid preconiza la receta liberal según la cual la rebaja fiscal favorece la inversión, el ahorro y el consumo y con ello se genera crecimient­o y empleo.

La comunidad con los gravámenes sobre la renta más altos es la valenciana. Su tipo mínimo es del 21,4% y el máximo llega al 54%. En Valencia, la tarifa autonómica del IRPF es, en prácticame­nte todos los tramos de renta, superior a la estatal.

LOS PRECIOS

La guerra en Ucrania ha contribuid­o a acelerar una escalada de precios que se larvaba desde el fin de la pandemia. La inflación es en la actualidad uno de los principale­s riesgos para la salud de la economía europea y española.

En abril, el IPC interanual más alto lo registraba Canarias con un 5,5%, un dato llamativo por cuanto, en el mismo mes de 2019, esta comunidad contaba con la inflación más baja, un 0,9%.

Tras Canarias se sitúan Aragón, Baleares y Murcia con un 4,6%. Estas dos últimas han sufrido también un salto muy considerab­le en los precios desde el inicio de la legislatur­a.

El IPC más bajo lo tiene Madrid con un 3,4%. Hace cuatro años la inflación en esta región era del 1,8%. Tras ella se sitúa Extremadur­a con un 3,8%. El resto de las autonomías que hoy votan oscila entre el 4 y el 4,3%.

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 ?? EFE ?? La presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, ayer, durante la jornada de reflexión, y el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig.
EFE La presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, ayer, durante la jornada de reflexión, y el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig.
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