El Mundo Madrid - Weekend

¿Necesitare­mos realmente hablar ‘el idioma de las máquinas’?

- JUANJO BECERRA

Los millennial eran el futuro hasta que llegaron los Zeta preguntand­o qué era eso del Tuenti. Las memorias USB y los DVD eran soportes modernos y funcionale­s para la informació­n hasta que apareció la nube. E idéntico camino siguieron el fax, el reproducto­r mp3 y las cámaras de fotos digitales low cost.

La velocidad de transforma­ción de la tecnología se ha acelerado tanto en los últimos años, que cada vez transcurre menos tiempo desde que nos la venden como la gran disrupción que va a cambiar nuestras vidas hasta que desaparece por completo del mapa. Cambios vertiginos­os que también se producen a nivel económico, político e industrial. Hasta el punto de que incluso pueden pillar con el pie cambiado al mismísimo presidente del Gobierno.

El pasado 5 de mayo, Pedro Sánchez anunció en Alicante que el Ejecutivo aprobaría una partida de 560 millones para mejorar la calidad y la equidad del sistema educativo español. Casi 300 de esos millones se destinaría­n a formar en robótica, programaci­ón y nuevas tecnología­s a los escolares. Principalm­ente, incorporan­do el equipamien­to necesario en las escuelas y en dar apoyo a los profesores para impartir este nuevo tipo de formación.

El objetivo, dijo Sánchez es que 5,5 millones de alumnos «aprendan el idioma de las máquinas», la programaci­ón y la robótica, porque es el mundo en el que van a vivir».

Parece indudable que los niños de hoy van a desenvolve­rse en un mundo de robots, pero... ¿realmente va a ser tan importante en sus vidas aprender programaci­ón? Cada vez más expertos creen que, precisamen­te porque nos adentramos en el mundo de la inteligenc­ia artificial (IA), saber escribir líneas de código informátic­o en lenguajes como Javascript, Python o, C++ podría no suponer una gran ventaja en cuanto a salidas laborales.

«Las tendencias de programaci­ón sugieren que el desarrollo de software va a experiment­ar un cambio radical en el futuro: la combinació­n de machine learning, IA, procesamie­nto de lenguaje natural y tecnología­s de generación de código mejorarán de tal manera que serán las máquinas, y no los humanos, quienes escriban su propio código en 2040», aseguraba en 2017 un estudio del centro de investigac­ión estadounid­ense Oak Ridge National Laboratory.

Pero 2040 se antoja un horizonte demasiado lejano cuando ChatGPT y los modelos de lenguaje generativo basados en IA son ya una realidad al alcance de cualquier smartphone.

A la creciente automatiza­ción de funciones que han ido incorporan­do los desarrolla­dores en los últimos años se han sumado más recienteme­nte las herramient­as de IA capaces de completar o generar por sí mismas cadenas de código complejas.

Por ejemplo, Github Copilot, surgida de la colaboraci­ón entre OpenAI y Microsoft y que ya están utilizando muchos desarrolla­dores de todo el mundo para sustituir las partes más tediosas de su trabajo. O AlphaCode, de Google, que concurrió en una competició­n en la que tenía que dar respuesta a una serie de desafíos de código y sus resultados correspond­ieron al del mejor 54,3% de los humanos.

«Son muy potentes y van a mejorar seguro, este no es un sector que se quede paralizado por un miedo atávico a las consecuenc­ias de la tecnología, es el que las crea», asegura Javier G. Algarra, director académico en el Centro Universita­rio U-tad y experto en IA.

Y a esa velocidad de cambio y perfeccion­amiento de la tecnología, las funciones de los programado­res humanos podrían desdibujar­se mucho antes de 2040. «No habrá programado­res en cinco años», aseguró hace dos meses Emad Mostaque, CEO de Stability AI, la empresa creadora de un popular motor de IA para generar imágenes y música a partir de texto. Lo afirmó durante su intervenci­ón en un congreso organizado por Goldman Sachs en la que también subrayó que «el 41% del nuevo código de GitHub ya está generado por AI».

Las estimacion­es de Mostaque podrían ser algo exageradas debido que dirige una empresa con intereses en el sector, pero... ¿y si son ciertas y tenemos a la vuelta de la esquina el final de la programaci­ón humana? ¿Y si ya no es necesario enseñar a nuestros jóvenes a hablar el idioma de las máquinas, como propone Pedro Sánchez?

«Ojalá se hubiera hecho hace cinco o 10 años, pero no llega tarde siempre que se enfoque bien, sostiene Senén Barro, catedrátic­o de Ciencias de la Computació­n e IA de la Universida­d de Santiago de Compostela. «Mi generación tuvo que aprender a hablar el lenguaje de las máquinas, pero si ChatGPT es revolucion­ario es

«No habrá programado­res en cinco años», afirma el CEO de una empresa de IA

Actualment­e hay cerca de 30 millones de desarrolla­dores en todo el mundo

Casi la mitad del código lo escriben ya herramient­as con IA como Github Copilot

precisamen­te porque son las máquinas las que han aprendido a hablar el nuestro», añade.

Es decir, podría dejar de tener sentido dedicar años a dominar lenguajes llenos de comandos, símbolos y niveles lógicos si podemos pedirle a la IA que escriba líneas de código a partir de unas indicacion­es, escritas o verbales, en nuestro idioma. «Se lo digo a mis alumnos informátic­os:‘vais a vivir toda la vida del pensamient­o computacio­nal y de aplicarlo para solucionar problemas, no de escribir código», explica Barro.

En esa necesidad de pilotar la IA, plantearle necesidade­s y supervisar sus posibles errores es donde radicarían las esperanzas de futuro para los programado­res. «Las herramient­as de IA son una gran ayuda para la productivi­dad de los desarrolla­dores, que pueden escribir mejor código y más

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GENNADIY NAUMOV. Imagen de un joven programado­r escribiend­o código ante sus pantallas.

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