¿Necesitaremos realmente hablar ‘el idioma de las máquinas’?
Los millennial eran el futuro hasta que llegaron los Zeta preguntando qué era eso del Tuenti. Las memorias USB y los DVD eran soportes modernos y funcionales para la información hasta que apareció la nube. E idéntico camino siguieron el fax, el reproductor mp3 y las cámaras de fotos digitales low cost.
La velocidad de transformación de la tecnología se ha acelerado tanto en los últimos años, que cada vez transcurre menos tiempo desde que nos la venden como la gran disrupción que va a cambiar nuestras vidas hasta que desaparece por completo del mapa. Cambios vertiginosos que también se producen a nivel económico, político e industrial. Hasta el punto de que incluso pueden pillar con el pie cambiado al mismísimo presidente del Gobierno.
El pasado 5 de mayo, Pedro Sánchez anunció en Alicante que el Ejecutivo aprobaría una partida de 560 millones para mejorar la calidad y la equidad del sistema educativo español. Casi 300 de esos millones se destinarían a formar en robótica, programación y nuevas tecnologías a los escolares. Principalmente, incorporando el equipamiento necesario en las escuelas y en dar apoyo a los profesores para impartir este nuevo tipo de formación.
El objetivo, dijo Sánchez es que 5,5 millones de alumnos «aprendan el idioma de las máquinas», la programación y la robótica, porque es el mundo en el que van a vivir».
Parece indudable que los niños de hoy van a desenvolverse en un mundo de robots, pero... ¿realmente va a ser tan importante en sus vidas aprender programación? Cada vez más expertos creen que, precisamente porque nos adentramos en el mundo de la inteligencia artificial (IA), saber escribir líneas de código informático en lenguajes como Javascript, Python o, C++ podría no suponer una gran ventaja en cuanto a salidas laborales.
«Las tendencias de programación sugieren que el desarrollo de software va a experimentar un cambio radical en el futuro: la combinación de machine learning, IA, procesamiento de lenguaje natural y tecnologías de generación de código mejorarán de tal manera que serán las máquinas, y no los humanos, quienes escriban su propio código en 2040», aseguraba en 2017 un estudio del centro de investigación estadounidense Oak Ridge National Laboratory.
Pero 2040 se antoja un horizonte demasiado lejano cuando ChatGPT y los modelos de lenguaje generativo basados en IA son ya una realidad al alcance de cualquier smartphone.
A la creciente automatización de funciones que han ido incorporando los desarrolladores en los últimos años se han sumado más recientemente las herramientas de IA capaces de completar o generar por sí mismas cadenas de código complejas.
Por ejemplo, Github Copilot, surgida de la colaboración entre OpenAI y Microsoft y que ya están utilizando muchos desarrolladores de todo el mundo para sustituir las partes más tediosas de su trabajo. O AlphaCode, de Google, que concurrió en una competición en la que tenía que dar respuesta a una serie de desafíos de código y sus resultados correspondieron al del mejor 54,3% de los humanos.
«Son muy potentes y van a mejorar seguro, este no es un sector que se quede paralizado por un miedo atávico a las consecuencias de la tecnología, es el que las crea», asegura Javier G. Algarra, director académico en el Centro Universitario U-tad y experto en IA.
Y a esa velocidad de cambio y perfeccionamiento de la tecnología, las funciones de los programadores humanos podrían desdibujarse mucho antes de 2040. «No habrá programadores en cinco años», aseguró hace dos meses Emad Mostaque, CEO de Stability AI, la empresa creadora de un popular motor de IA para generar imágenes y música a partir de texto. Lo afirmó durante su intervención en un congreso organizado por Goldman Sachs en la que también subrayó que «el 41% del nuevo código de GitHub ya está generado por AI».
Las estimaciones de Mostaque podrían ser algo exageradas debido que dirige una empresa con intereses en el sector, pero... ¿y si son ciertas y tenemos a la vuelta de la esquina el final de la programación humana? ¿Y si ya no es necesario enseñar a nuestros jóvenes a hablar el idioma de las máquinas, como propone Pedro Sánchez?
«Ojalá se hubiera hecho hace cinco o 10 años, pero no llega tarde siempre que se enfoque bien, sostiene Senén Barro, catedrático de Ciencias de la Computación e IA de la Universidad de Santiago de Compostela. «Mi generación tuvo que aprender a hablar el lenguaje de las máquinas, pero si ChatGPT es revolucionario es
«No habrá programadores en cinco años», afirma el CEO de una empresa de IA
Actualmente hay cerca de 30 millones de desarrolladores en todo el mundo
Casi la mitad del código lo escriben ya herramientas con IA como Github Copilot
precisamente porque son las máquinas las que han aprendido a hablar el nuestro», añade.
Es decir, podría dejar de tener sentido dedicar años a dominar lenguajes llenos de comandos, símbolos y niveles lógicos si podemos pedirle a la IA que escriba líneas de código a partir de unas indicaciones, escritas o verbales, en nuestro idioma. «Se lo digo a mis alumnos informáticos:‘vais a vivir toda la vida del pensamiento computacional y de aplicarlo para solucionar problemas, no de escribir código», explica Barro.
En esa necesidad de pilotar la IA, plantearle necesidades y supervisar sus posibles errores es donde radicarían las esperanzas de futuro para los programadores. «Las herramientas de IA son una gran ayuda para la productividad de los desarrolladores, que pueden escribir mejor código y más