Decálogo para votantes indecisos: ‘hubs’, patria, pirotecnia, el IRPF...
Derecha e izquierda presentan modelos antagónicos, del ‘papeles para todos’ a la deportación, del todo público al todo concertado, pasando por la F1, masculinidades en crisis o abortos cero
Con las urnas ya listas, un último repaso al programa de los partidos es clarificador para las papeletas indecisas o, al menos, para que el voto fiel, de quien acude al colegio electoral como a misa de domingo, sea con conocimiento de causa. ¿Cuáles son las promesas esenciales? ¿Cuáles rozan la ocurrencia de tan originales?
Cada cual alardea de la suya. En un sentido literal Vox, que arranca su programa pidiendo la «suspensión de la autonomía catalana hasta la derrota sin paliativos del golpismo», sigue con la «ilegalización de los partidos que persigan la destrucción de la unidad de la Nación» y remata con la «desarticulación efectiva de ETA». Desde Madrid. Pero todos tienen su grial. Pide Podemos-IU-Alianza Verde (en adelante, Podemos) un espacio de memoria en la Casa de Correos, por su pasado como centro franquista de tortura; Más Madrid (MM), en clave medioambiental, anuncia una red de refugios climáticos; el PP se resume en lo económico: «Menos impuestos» y «centro regional de hubs digitales», y el PSOE creará una «Oficina contra la Corrupción de la Comunidad de Madrid».
TU CASA O EN LA MÍA. Ineludible en campaña tras aprobarse la primera Ley de Vivienda de la democracia, que Isabel Díaz Ayuso prometió recurrir en los tribunales ante su «próxima legislatura de la vivienda»: ley del suelo, Plan Solución Joven, 45.000 inmuebles asequibles antes de 2027, más 204.000 de José Luis MartínezAlmeida en los nuevos desarrollos. El alcalde promete desalojos en 24 horas de las okupaciones. Esas que Vox tipificaría como delito, con «uso de la fuerza proporcional para defender el hogar». En el otro rincón, Mónica García y Alejandra Jacinto reforzarían la norma nacional con otra autonómica, además de crear una Unidad antidesahucios (MM) y una Inmobiliaria pública de Vivienda (Podemos), intervenir el precio del alquiler (ambas) o tasas a la especulación (ambas). Juan Lobato busca un pacto regional y concreta con la edificación de 250.000 viviendas sociales y con la reducción del alquiler en 300 euros/mes.
Allá donde los madrileños se les va media vida, en el transporte, el PSOE promete una tarifa plana en el abono de 30 euros/mes y gratuidad para mayores de 65 años; Ayuso, cambiar el sistema actual a dos tarifas únicas: la capital y el resto de la región, y MM ofrece un abono familiar de 15 euros en fines de semana. Además, proyectan implantar un servicio regional de bicicletas y Rita Maestre, arreglar «la chapuza de Bicimad», que también critican Roberto Sotomayor, como «ineficaz» y envidando con una red mallada también peatonal en todos los barrios, y Begoña Villacís: «Dado el mal resultado del experimento de su gratuidad», apela al pago simbólico. Mientras que Almeida echará a rodar un búho circular de la EMT y Jacinto regulará las VTCs. El leitmotiv de Ortega-Smith: eliminar Madrid 360, el «engaño de Almeida».
PARA QUÉ TE QUIERO. Con los programas divididos entre dos modelos fiscales, Ayuso plantea una Ley de defensa del contribuyente que «proteja a los ciudadanos de los excesos de la Agencia Tributaria» y rebajar medio punto el IRPF en todos los tramos, secundada por Almeida, que reducirá el IBI al mínimo legal permitido (0,4%), una medida que también propone Villacís. Esta añade la supresión del impuesto de plusvalía y congelar las tasas municipales, una línea que sigue Vox. En el otro extremo, toda la izquierda avanza modificaciones en el IRPF y una subida de tributos a las rentas más altas, a través de los impuestos de sucesiones y donaciones y de patrimonio y, en el caso de MM y Podemos, también apuntan a tasas para los turistas. El PSOE se suma a la regulación de la vivienda turística. Quiere la derecha que cada cual se arregle con lo suyo y la izquierda dinero para pagar lo que sigue...
Cuantifica el PP «13 centros educativos públicos nuevos», acabar «20 que están en marcha», ampliar «otros 10». No esconde su apreció a la concertada y adelanta que tendrá un 15% más para sus funcionamiento. El PSOE promete «crear 20 centros públicos de formación profesional» y todo free, hasta la universidad, para familias que ganen menos de 35.000 euros al año. Con Lobato, los centros abrirían de 7.00 a 19.00, salvo en agosto. Podemos avanza la contratación de 12.000 profes, muy públicos, pues persigue revertir la financiación de los concertados. MM plantará aparcabicis en todos los colegios, mientras, de lo local a lo global, eslogan eco, aspira a llegar al 5,1% del PIB en Educación, como si fuésemos europeos. Vox, a efectos de adoctrinamiento, aplica su sesgo confesional: «Exclusión de la enseñanza del Islam en la escuela».
Sigue Podemos a lo suyo: «Revertir privatizaciones y una comercializadora farmacéutica pública». Anuncia, además, un extra de 10.000 sanitarios. Todos tienden a cifras de ensueño en este apartado: con el PP, máximo de 90 días para el top 25 de procedimientos en listas de espera; con el PSOE, habría atención presencial en los centros de salud de 8.00 a 21.00 horas; con MM, 6.100 millones en cuatro años... Lo ideológico también pasa consulta: «Suprimir las intervenciones ajenas a la salud», que así se refiere Vox al aborto, y de manera más suave, el PP garantiza «apoyo activo al concebido y a su madre», es decir, que «ante un diagnóstico desfavorable para el bebé», tenga «toda la información sobre ayudas antes de tomar cualquier decisión».
Toda la gama en Madrid sobre inmigración. Del morado Podemos, firme en «acelerar los procesos de regularización de las personas migrantes»; pasando por el «apoyo» de MM «a las asociaciones de migrantes» y el reconocimiento de todos sus derechos; con desembocadura en el verde duro Vox: «Deportación de los inmigrantes ilegales a sus países de origen» y «deportación de los inmigrantes que estén de forma legal pero que hayan reincidido en la comisión de delitos leves». Si el reincidente es español, no hay dónde deportarle. Menos aún tras «levantar un muro infranqueable en Ceuta y Melilla», que también eso se reclama.
También hay muchas antípodas en Medio Ambiente. Enfoca Vox en proteger la caza y, enfrente, MM pide «cielos en calma», a saber: «Sustitución de la pirotecnia tradicional por espectáculos de luces o pirotecnia silenciosa» para no sobresaltar a los animales. Ha sido polémica la apelación de Ayuso a que «cada balcón de Madrid tenga una planta», pero está en el programa: «Ayudas a las comunidades de vecinos, para que disfruten de la naturaleza dentro de sus casas aprovechando azoteas y patios comunitarios». Podemos no descansa: «Empresa Pública de Energía Limpia Madrileña, para suministro de energía 100% renovable». El PSOE incluye cuidar lo que ya se interpuso en la naturaleza, como vías de tren abandonadas.
Cabe bajo este paraguas tener un Gran Premio de Fórmula 1 (PP), reactivar la Radio Municipal (MM), potenciar la Semana Santa (Vox), revertir licencias de casas de apuestas (Podemos) o un plan para que creadores de videojuegos usen Madrid como plataforma (PSOE).
La bandera LGTBI+ volverá a colgar en Cibeles con MM, con Vox no habría ni operaciones de cambio de género y a Ayuso parece habérsele olvidado esta cuestión en la que anunció una reforma, en competencia con su (ex) socio. Para impulsar la Igualdad, Podemos reclamar un 5% del presupuesto para políticas feministas, «chiringuitos», según Vox. MM ha patentado la «atención telefónica para hombres en crisis» de masculinidad. A Lobato, con asesores que más bien parecen enemigos, se le olvidó un epígrafe de feminismo en su programa de lectura fácil, donde sólo aparece un genérico «encontrar solución a los problemas de igualdad de género», reto que incluye a «las mujeres gitanas», con una sola concreción: beneficios para quienes contraten a víctimas de violencia machista. También persigue una ley de igualdad. Ayuso no habla de género, sino de «violencia contra la mujer». Porque cada palabra importa para rascar el último voto al vecino.
La jornada de reflexión en Madrid dejó ayer muchos paseos y momentos familiares por parte de los candidatos a este 28-M antes de la vorágine electoral que se vivirá hoy.
Entre los populares, la presidenta regional y candidata a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, quiso pasar su mañana en el parque de Santander (distrito de Chamberí). Tras un paseo, en el que algunos madrileños se acercaron para pedirle selfies y saludarla, optó por pasar el resto de la jornada junto a su familia. Algo similar hizo el actual alcalde, José Luis Martínez-Almeida, quien destinó su mañana a tomar el aperitivo con su sobrina y un amigo para, más tarde, pasear por la ciudad.
Por su parte, el candidato del PSOE a la Presidencia de la Comunidad, Juan Lobato, aprovechó su mañana para visitar, junto a su mujer y sus tres hijos, la exposición Mamut. El gigante de la Edad de Hielo de Caixaforum y, ya por la tarde, tomar «una cerveza» con su compañera Reyes Maroto, candidata a la Alcaldía, en el barrio de las Letras.
Asimismo, la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, participó este sábado en una carrera con el candidato del partido a la Alcaldía de Madrid, Roberto Sotomayor, por el parque Parque Enrique Tierno Galván junto a junto a militantes y simpatizantes del partido morado. La misma estrategia siguieron a nivel autonómico, siendo la ministra de Igualdad, Irene Montero, la que arropó a su candidata, Alejandra Jacinto, tomándose un vermú con ella.
En Más Madrid, sus dos cabezas de lista, Mónica García y Rita Maestre –a la Comunidad y al Ayuntamiento, respectivamente– visitaron juntas la Feria del Libro de Madrid y, en declaraciones a los periodistas, se mostraron «satisfechas» del trabajo de su formación durante la campaña electoral, que ha sido «limpia».
La vicealcaldesa de la capital y candidata de Ciudadanos a la Alcaldía, Begoña Villacís, aprovechó este sábado para oficiar una ceremonia civil entre dos mujeres en la Casa de la Panadería de la Plaza Mayor.
Por último, la candidata de Vox a la Presidencia de la Comunidad, Rocío Monasterio, pasó la jornada de reflexión «recuperando tiempo» con sus hijos y contándoles anécdotas de campaña después de dos semanas recorriendo diferentes puntos de esta región. Su compañero candidato a la Alcaldía, Javier Ortega Smith, aprovechó para visitar, de la mano de su mujer, Paulina Sánchez, los «preciosos» museos de la ciudad, comenzando por el de Artes Decorativas.