Simbólica condena por el MH17
Un juez holandés establece que Rusia tenía el «control» de Donetsk cuando derribó el avión
El tribunal holandés que investiga el derribo de un avión de pasajeros sobre Ucrania en 2014 confirmó ayer que el MH17 fue derribado por un misil de fabricación rusa y estableció que Rusia tenía el control general de las fuerzas separatistas en el este de Ucrania en el momento en que el avión fue derribado.
«Desde mediados de mayo de 2014, Rusia tenía el control general sobre la República Popular de Donetsk», dictaminó el juez Hendrik Steenhuis, refiriéndose a la región donde cayó el vuelo de pasajeros el 17 de julio de 2014.
«El tribunal opina que el MH17 fue derribado por el disparo de un misil BUK desde un campo agrícola cerca de Pervomaisk [controlado por los prorrusos apoyados por Rusia] matando a los 283 pasajeros y 15 miembros de la tripulación» que iban en él, añadió el juez.
La vista judicial con el veredicto empezó ayer en el complejo judicial de alta seguridad de Schiphol, a tan solo unos metros del aeropuerto de Ámsterdam del que partió el MH17. El tribunal condenó a tres acusados (dos rusos y un ucraniano) de asesinato por su papel en el derribo del MH17 y absolvió al acusado que faltaba. Deberían pagar 16 millones de euros en compensaciones, pero están huidos de la justicia y protegidos por Rusia.
Los condenados son los rusos Igor Girkin (veterano del servicio de seguridad ruso FSB y mano ejecutora de Moscú en Donetsk desde su puesto de ministro de Defensa de los separatistas) y Serguei Dubinskiy. También es culpable Leonid Jarchenko, líder separatista ucraniano. El cuarto acusado, el ruso Oleg Pulatov, resultó absuelto.
El tribunal consideró que el MH17 fue derribado por error: pensaron que el avión era un objetivo militar, no uno de pasajeros civil. Pero los operativos no tienen derecho a la inmunidad de combate –entre otras cosas, porque Rusia no acepta su participación en esa guerra de 2014– y no se les permite atacar ningún objetivo.
Según revelan conversaciones telefónicas intervenidas por Ucrania, los rebeldes apoyados por Rusia en el este del país estaban acorralados por el avance ucraniano y pidieron refuerzos a Moscú.
Girkin resultó ser un perpetrador funcional, pues desempeñó un papel fundamental en la retirada del misil BUK y ocultó las evidencias. en trozos de metralla o fragmentos alojados en las víctimas y algunos encontrados en la cabina. Ninguna otra arma podría haber hecho esto.
Según afirmó un asesor presidencial ucraniano, el veredicto del MH17 es una señal para todo el mundo, incluida Rusia, de que «todos los crímenes de guerra cometidos por los rusos serán documentados, investigados y juzgados». El Ministerio de Relaciones Exteriores de Moscú dijo ayer que «examinaría» el dictamen del tribunal holandés.
Aunque la incomparecencia de los acusados hace imposible el castigo, el proceso tiene importancia no sólo por la investigación sino porque supone un esbozo de cómo sería un juicio contra Rusia por crímenes de guerra sucedidos desde el ataque de febrero de este año.
Igual que en las matanzas de Bucha o en la destrucción de Mariupol este año, el Gobierno ruso y sus medios de propaganda siempre han negado su responsabilidad, señalando a Ucrania. Los medios estatales rusos, y sobre todo los que difunden información en otros idiomas como RT o Sputnik, han presentado docenas de teorías de conspiración, desde que el avión ya estaba lleno de cadáveres hasta que se estrelló deliberadamente.