“PARA IR A ‘MASTERCHEF’ TIENES QUE SABER A LO QUE VAS. ES DURO”
Lorena Castell ha sido proclamada la ganadora de ‘MasterChef Celebrity 7’ sin el quórum de la audiencia. No duda en responder a todo y a todos: saca la garra y no se guarda ni se calla nada. La ‘vedette 2.0’ en estado puro
“EL 80% DE MIS AMIGOS NO HUBIESEN APOSTADO POR MÍ. HAN ALUCINADO MUCHÍSIMO”
Lrecibe en una suite del NH Collection Eurobuilding. Mientras la maquillan manda audios, probablemente a su madre: «Dile a la profesora que lleva una camiseta de manga larga por si luego se quita el jersey». Lorena Castell es la ganadora de MasterChef Celebrity 7, sí, pero sigue siendo el planeta alrededor del que orbita su luna, su hijo Río. De hecho, fue un postre dedicado a él el que le dio la victoria, Eclipse lunar. Es consciente de la polémica con Norma Duval. Sabe que todas las miradas apuntan hacia ella pero no duda en responder. Ni a eso, ni a la dureza del talent, ni a los sacrificios que ha tenido que hacer, ni a quién fue el chef con el que preparó su menú ganador. No, no fue Dabiz Muñoz. PREGUNTA. ¿Cómo ha logrado esconder el secreto de su victoria durante tantos meses? RESPUESTA. Debo decir que no ha sido muy complicado porque como mi nivel de cocina era muy básico cuando venían a casa mis amigos evitaba cocinar para que no se dieran cuenta de lo que estaba avanzando. Cuando me empezaron a preguntar, les decía simplemente que había llegado a un posición buena. El 80% de mis amigos no hubiesen apostado por mí y anoche estaban todos alucinados. Sinceramente, es que no me lo creo ni yo. P. ¿En qué momento se dio cuenta de que podía ganar? R. En el momento en el que me puse a estudiar, a trabajar y Pepe, Samantha y Jordi lo valoraron. Yo veía que tenía mucha mano. Cuando empecé a ver que mi progresión era buena me dije: «Ojo, Lorena, que te haces un hueco». Realmente creí en mis posibilidades a partir del programa cinco, que fue cuando tuve claro que venía a ganar. P. Detrás de los menús del duelo final siempre hay un gran chef. ¿Quién le ayudó? R. Estuve trabajando con Quique Dacosta. Hubo mucha gente que dijo que había sido Dabiz Muñoz por la amistad que tenemos, pero ya ayudó a Miki Nadal en la edición pasada. La cocina de Quique casaba muy bien con mi personalidad y con las cosas que quería contar, con mis emociones. P. ¿Cuántas horas practicó? R. Tuve la oportunidad de estar con Quique en Denia viernes, sábado y domingo. Con los tiempos que tenemos en MasterChef, más el trabajo que tenía de la radio, más Zapeando, la verdad es que solamente tenía los sábados libres. Ese fin de semana me lo tuve que montar para poder estar de viernes a domingo. Y luego practiqué mucho en casa, pero con las limitaciones eso implica. P. Se sabía la receta de memoria. R. Era una receta muy de memoria, como se pudo ver en la final cuando iba diciendo 205 gramos de esto, 105 de lo otro... Lo llevaba muy estudiado, cosa que me sorprendió a mí misma teniendo en cuenta esta cabeza, que a veces creo que tiene un anacardo dentro. P. ¿Cuántas horas se fueron en MasterChef Celebrity? R. Full time. Piensa que son tres o cuatro días de grabación por semana, más el viaje de exteriores. Luego yo estaba también en la radio y en la tele. El único día libre por semana que teníamos, que se supone que era para descansar, porque son rodajes muy largos, muy agotadores y requieren mucha, mucha energía, era el viernes, y yo tenía que seguir trabajando. Y los domingos, que tenía el día libre, venía a casa una chef amiga mía, Mar Orozco, para ayudarme a practicar. Sólo podía dedicarme a mi familia el sábado, y eso es muy complicado. Había días que salía de casa antes de las 07.00 de la mañana y llegaba pasadas las 21.00, con mi hijo ya acostado. Encendía la linterna del móvil, iba a su cuarto, le miraba y le daba un besito. Se pasa mal. P. Entonces, ese mal rollo del que hablan, ¿nada? R. Mal rollo entre nosotros ninguno. Ha habido roces por la exigencia del programa, como el que tuve con Norma Duval, pero son en el momento. Si ninguno sabemos cocinar pero yo sé un poquito más, pues déjame que te mande. P. ¿Tal vez usted supo gestionar esa tensión con su intensidad y su ímpetu, y ella lo hizo de otra manera? R. Hay que entender también que cada uno tiene su personalidad y cada uno ha vivido su carrera de una manera diferente. Mi experiencia televisiva es estar 24/7 delante de una cámara. Soy muy presentadora y puedo ser muy actriz, pero al final soy Lorena Castell y lo que se ha visto en el programa es cómo soy, por fuera y por dentro. Me siento guay, porque la gente sólo conocía a la Lorena de detrás de una mesa, o a Lorena haciendo una entrevista, y aquí, de repente, era yo. Yo con mi temperamento, con mis buenos momentos, siendo una brasas... P. Si su hijo le dijera que quiere ir a MasterChef Junior, ¿le animaría? R. Río tendrá que tomar su camino y hará lo que le guste. Fíjate que, dedicándome a lo que me dedico yo, no es un niño al que le gusten mucho las cámaras, por eso nunca le saco en redes. De hecho, en la final, cuando me dijeron que estaba allí, lo que se me pasaba por la cabeza era que no le captaran las cámaras. P. ¿Volvería a MasterChef? R. Por supuesto. Es muy guay cuando dicen: «Que pase Cayetana Guillén Cuervo, que pase Miguel Ángel Muñoz, que pase Miki Nadal...». Les veía entrar y pensaba que algún día dirán: «Que pase ‘la Lorena’. Voy a dar mucha caña». P. ¿Hay que tener una pasta especial para participar en MasterChef?
R. Tienes que saber a lo que vas, que vas a tener que esforzarte muchísimo. Es muy duro, pero también es muy divertido. Además, nos cuidan muchísimo, nos ponen unos catering cuando terminan las pruebas... que así me he puesto yo. P. ¿Le llena ahora la nevera de táperes a su madre? R. ¡No se deja! ¡Pero si me los sigue trayendo ella a mí! Este miércoles llegué muy tarde y me tenía preparado uno de albóndigas con fideos para que me lo llevara al día siguiente. Le dije que no iba a parar y me contestó: «Pues lo congelas». Pues eso.