Isabel contra Begoña
Ésta es una de las historias más tristes de la democracia española y que prueba una vez más que el destino es la política. Ciudadanos fue una alta ocasión que se desperdició. Propusieron un patriotismo moderno y constitucional. Inés Arrimadas venció al supremacismo en su propio castillo, después de que la llamaran zorra, le pintasen la casa y le arrojasen lejía como recordó ella misma a un gran Julio Valdeón, cuando declaró: «He dicho no a las ofertas del PP. O con Ciudadanos o con nadie. Quieren nuestros votos, no nuestras ofertas».
Según nuestro director, 166 cargos se han arrojado de cabeza al PP sin necesidad de opa. Doña Inés entonces ganó las elecciones y logró 38 escaños. Hubiera sido una gran vicepresidenta de un Gobierno de centroizquierda. Pero Albert Rivera, según Kike Sarasola, perdió la cabeza y las elecciones y Ciudadanos se hundió para siempre. El partido de los cuatro millones de votos se quedó en 10 escaños. Ahora, los náufragos buscan puerto y solo lo encuentran los que aguantan en las encuestas, los supervivientes, las estrellas aún con brillo, como Begoña Villacís, que ha sugerido la posibilidad de presentarse en el Partido Popular como corriente interna para intentar salvar el centro.
Las puertas de Sol no están tan abiertas como las de Génova. Allí se piensa que el fracaso de Cs en Madrid nació cuando se enfrentaron a Ayuso y quisieron pactar, con los socialistas, para echarla de la política. Así que, al menos en el PP de Madrid, con todo lo que ha batallado estos años Villacís contra Díaz Ayuso, no tiene ninguna posibilidad de agarrarse a última hora al éxito que ha conseguido la presidenta, que ha luchado, entre otros, contra Villacís y sus compañeros de Ciudadanos.
Feijóo quiere reestructurar y unir el centro, buscar el voto útil de Ciudadanos para no depender de Vox; no quiere corrientes internas ni venganzas de siglas; lo que desea es ganar las dos elecciones y, para eso, busca disidentes y cabezas cortadas en los restos del naufragio. No hay que chocar con la reina de Sol y puede alejarse a Villacís de la carrera en la M-30. Hay cientos de puestos y ministerios esperando culos si se ganan las elecciones generales.