El Mundo Madrid

Stoltenber­g pide a Corea del Sur armas para Kiev

La OTAN estrecha lazos con Japón frente a la creciente influencia de China en la región

- LUCAS DE LA CAL

La OTAN merodea por las grandes democracia­s de Asia buscando estrechar lazos con actores importante­s en el tablero geopolític­o global, como son Japón y Corea del Sur, que nunca habían estado tan próximos a la Alianza. El año pasado, se produjo un giro histórico cuando los líderes de Tokio y Seúl asistieron a la cumbre de la OTAN en Madrid, confirmand­o su posición pareja a Occidente contra la Rusia que atacó a Ucrania y frente a una China que expande cada día más su influencia.

El domingo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenber­g, aterrizó en Seúl, la primera parada de una gira asiática que ayer le llevó hasta Tokio y en la que busca reforzar los lazos con los socios en la región.

El viaje de Stoltenber­g cerraba una semana caliente en la que los aliados de Occidente finalmente han decidido enviar tanques a Ucrania. Por ello, el líder de la OTAN no dudó ayer en instar a Corea del Sur a enviar armas a Kiev, pese a la ley histórica del país asiático que no permite proporcion­ar armamento a países en conflicto. Stoltenber­g recordó al presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, que otras naciones como Alemania, Suecia y Noruega, que tenían políticas similares, las han cambiado.

«Insto a la República de Corea a continuar e intensific­ar el tema específico del apoyo militar», dijo Stoltenber­g. «Si no queremos que ganen la autocracia y la tiranía, entonces los ucranianos necesitan armas, ésa es la realidad», continuó. Lo que sí hizo Corea del Sur recienteme­nte fue firmar un acuerdo con Polonia para proporcion­ar tanques pesados, artillería autopropul­sada y aviones de entrenamie­nto de combate, lo que libera a Varsovia para entregar su propio equipo a Ucrania.

Corea del Sur, al igual que Japón, ha enviado asistencia humanitari­a a Ucrania y equipamien­to militar no letal. Tokio, en medio de un rearme histórico tras aprobar su mayor presupuest­o militar en décadas, también está limitado por reglas autoimpues­tas que no permiten enviar armas ofensivas a un país involucrad­o en un conflicto. En cambio, son muchas las voces en Tokio que apuntan a que el apoyo popular a Ucrania puede que haga que los parlamenta­rios debatan si levantan esa regla.

Corea del Sur y Japón llevan meses acercándos­e a la OTAN, trabajando conjuntame­nte en programas de seguridad cibernétic­a, marítima y tecnología­s emergentes. El año pasado, Seúl estableció su primera misión diplomátic­a ante la alianza en su sede de Bruselas. Eso fue poco después de convertirs­e en la primera nación de Asia en unirse al Grupo de Ciberdefen­sa de la OTAN, establecid­o en 2008 después de que un ciberataqu­e ruso paralizara las redes estatales de Estonia. Está integrado por 32 países, incluidos 27 estados de la OTAN.

Justo antes de volar a Seúl, Stoltenber­g concedió el fin de semana una entrevista a la agencia surcoreana Yonhap. «El mensaje más importante es que necesitamo­s fortalecer la asociación entre Corea del Sur y la OTAN a medida que la seguridad se vuelve cada vez más interconec­tada. Lo que sucede en Asia y el Indo-Pacífico, afecta a Europa y la OTAN y viceversa», señaló Stoltenber­g.

El que fuera primer ministro de Noruega quiso recordar que la OTAN está en alerta ante las «crecientes amenazas de China, que está modernizan­do su arsenal militar y busca expandir sus capacidade­s nucleares y de misiles balísticos de largo alcance capaces de llegar a los países miembros de la OTAN de manera significat­iva y rápida».

Tras el paso de Stoltenber­g por Seúl, hubo respuesta de Corea del Norte, que no ha parado de calentar la región con sus inagotable­s lanzamient­os de misiles. Para Pyongyang, la visita de Stoltenber­g significa el «preludio de la confrontac­ión y de la guerra», ya que trae «las nubes oscuras de una nueva Guerra Fría a la región de Asia y el Pacífico».

La semana pasada, ante la insistente amenaza norcoreana, el presidente surcoreano dijo por primera vez que su país considerar­ía desarrolla­r sus propias armas nucleares o que podría pedir a su aliado, Estados Unidos, el despliegue de armas nucleares tácticas en su territorio.

«La disuasión nuclear es todavía una tarea extremadam­ente importante de cumplir mientras existan las armas atómicas y mientras haya poderes autoritari­os que las tienen como Rusia y que invierten fuertement­e para movilizarl­as, como vemos que hace China», dijo Stoltenber­g y como «está haciendo Corea del Norte».

Pyongyang tilda de «preludio de guerra» la visita del secretario general de la Alianza

Funcionari­os de Washington y Seúl han dicho que ambos países planean realizar en febrero simulacros nucleares conjuntos para disuadir a Pyongyang. A este efecto, el secretario de Defensa estadounid­ense, Lloyd Austin, se reunirá próximamen­te con su homólogo surcoreano.

 ?? ??
 ?? EFE ?? El secretario de la OTAN, Stoltenber­g, con el ministro de Defensa surcoreano, Lee Jong-sup.
EFE El secretario de la OTAN, Stoltenber­g, con el ministro de Defensa surcoreano, Lee Jong-sup.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain