La ex mujer del oligarca que quiere quedarse con su superyate de 230 millones
Tatiana Soroka, de 51 años, saltó a las portadas de los tabloides británicos hace ocho años como la afortunada beneficiaria del mayor acuerdo de divorcio en el Reino Unido, que comprometía a su ex marido –el oligarca del gas y de petróleo Farkhad Akhmedov– a abonar la nada despreciable cifra de 525 millones de euros tras 10 años de litigio en los tribunales.
La avaricia tiene un precio. Y Tatiana Soroka pretende ahora elevar el listón por encima de los 700 millones en una insólita batalla legal contra su propia abogada, la baronesa Fiona Shackleton (conocida como Magnolia de Acero), a la que reclama daños y perjuicios por no lograr hacerse con el superyate de su ex marido, Luna.
El codiciado objeto flotante del deseo, fabricado en su día a la medida del oligarca Roman Abramovich, es el segundo más grande del mundo de su clase, con 377 pies de eslora, 10 camarotes VIP, piscina, spa, dos helipuertos y un mini submarino. Su valoración ronda los 230 millones de euros y permanece varado desde abril del 2023 en el puerto de Hamburgo, como parte de las sanciones de la UE contra Akhmedov por la guerra de Ucrania.
Tatiana Soroka, que tuvo dos hijos con el oligarca, acusa a estas alturas a su abogada de haber perdido «la gran oportunidad» de hacerse con el superyate, afincado entonces en Miami, mientras se negociaba el acuerdo de divorcio. Fiona Shackleton ha replicado aportando pruebas como una conversación telefónica en la que la ex mujer del oligarca admitía «no estar interesada en la confiscación del barco» y expresaba su preferencia por las obras de arte y por el dinero contante y sonante.
«Soroka sabía que cualquier intento agresivo de apoderarse de Luna iba a servir para inflamar las ya difíciles relaciones con su ex marido, sobre todo por el hecho de que su tercera esposa, Anna, estaba a bordo y a punto de dar a luz en ese momento», puede leerse en un comunicado de la firma de abogados PHB, capitaneada por Fiona Shackleton.
Para la abogada, miembro de la Cámara de los Lores, se trata ante todo de una cuestión de reputación, ganada a pulso como representante, entre otros, del entonces príncipe Carlos en su divorcio con Diana, del principie Andrés en el suyo con Sarah Ferguson o de Paul McCartney en su ruptura con Heather Mills, recompensada con 27 millones euros (cinco veces menos de lo que reclamaba).
PHB ha disparado contra la ex mujer del oligarca recordando cómo, a pesar de la sustancial compensación que recibió al final de su marido, solía pagar sus facturas con evidente retraso y llegó a acumular en marzo del 2017 una deuda de unos 345.000 euros con el despacho de abogados.
Soroka insiste en que si sus representantes legales hubieran actuado de otra manera podría haber sumado a la cantidad final el valor estimado del yate. Y por eso reclama ahora una compensación extra.
El tercer vértice de este insólito triángulo, Farkhad Akhmedov, de 68 años, nacido en Azerbaiyán, curtido política y económicamente en Rusia, a caballo siempre entre el Reino Unido, Estados Unidos y los paraísos fiscales, se mantiene de momento al margen de la vieja disputa. La última vez que saltó a los titulares fue en marzo del 2023 por una supuesta conversación con el productor musical Iosif Prigozhin en la que comparaba a Putin con Satán.