El Mundo Madrid

“¿EL TURRONERO? ES UN TÍO MUY GRACIOSO, PERO AHÍ HA QUEDADO TODO”

Entrevista. Acaba de inaugurar restaurant­e en Marbella, El Pimpi, un proyecto del que es socio. Los musicales son su prioridad pero también se ha dejado ver con ‘el Turronero’, mecenas de muchos proyectos de famosos

- Por Esther Gómez (Marbella)

Antonio Banderas no para, lo mismo dirige un musical, que se va de excursión a la Sierra de Cádiz o inaugura un nuevo restaurant­e en la Costa del Sol. Y aunque confiesa que está centrado en dirigir las produccion­es musicales de su Teatro del Soho, ha sacado tiempo para darse un garbeo por el exclusivo hotel marbellí Puente Romano y celebrar uno de sus últimos proyectos empresaria­les: El Pimpi de Marbella, que ya comparte plaza con las firmas gastro más top del panorama internacio­nal.

«Muy contento» con el resultado de Babygirl, el thriller erótico que coprotagon­iza con Nicole Kidman y que todo apunta se estrenará este mismo año, cuenta a LOC que el cine está ahí y le espera, pero que ahora está dedicado “única y exclusivam­ente” a la dirección de sus preciados musicales.

Primero, Tocando nuestra canción, una comedia musical que recupera un popular espectácul­o de Broadway de 1979, que se estrenará en el Teatro del Soho, en Málaga, el día 6 de junio y en cartel hasta el 23 de este mismo mes. A finales de agosto se pondrá manos a la obra con Gypsy, otro musical de los del Broadway de siempre, “muy serio y todavía más gordo que Tocando nuestra canción”.

Y entre musical y musical, la apertura de un nuevo restaurant­e en Marbella de la mano de la mítica bodega malagueña. Casi nada.

Como cualquier boquerón que se precie -gentilicio coloquial con el que se conoce a los de Málaga-, Antonio conoce El Pimpi «de toda la vida». Recuerda que allí llevó a cenar a sus primeras novias siendo aún un crío y que entre sus paredes rodó escenas de El camino de los ingleses en 2006. Hoy, convertido en uno de sus socios, acaba de inaugurar en este exclusivo complejo hotelero marbellí la versión VIP de la popular taberna por la que en su día pasaron Dalí, Lola Flores y las celebritie­s del momento.

Y con el Turronero ¿qué? le preguntamo­s. Antonio Banderas y José Luis López han coincidido en más de una ocasión y tienen amigos comunes, pero no son íntimos. Hace unos días y para sorpresa general, Banderas decidió pasar unos días en Ubrique, un pueblecito blanco de la Sierra de Cádiz que le ha dejado gratamente impresiona­do.

Durante su estancia Banderas se hospedó en la finca que el empresario gaditano tiene en su localidad natal. A partir de ahí, todos a especular sobre el motivo de la quedada: ¿negocios, tal vez? Este malagueño saleroso, que tiene fama de ser un hombre muy listo y de no dar puntada sin hilo, contó a LOC que José Luis le había invitado “a conocer Ubrique y las industrias de allí, que son las que hacen todos los trabajos de piel de las grandes compañías del mundo de la moda». «Tenía un par de días libres así que acepté y con él me reí mucho porque es un tío muy gracioso, pero ahí ha quedado todo».

Al hablar de puntadas se nos viene a la memoria que Banderas también hizo sus pinitos con agujas y dedales y coqueteó con la moda no hace tanto tiempo. Antonio se plantó en Londres un verano y se matriculó en un curso de diseño en la Central Saint Martins. Un infarto lo frenó: «Me vino un ataque al corazón y reestructu­ré mi vida».

“José Luis (el Turronero) me invitó a conocer Ubrique y las industrias de allí. tenía un par de días libres y acepté”

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GTRES Antonio Banderas en el restaurant­e El Pimpi de Marbella, del que es socio.

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