UN ACUERDO Y UN VIAJE PENDIENTES CON ESPAÑA
Zelenski y Sánchez iban a firmar un documento de seguridad que articulaba la ayuda de nuestro país a Ucrania. El líder ucraniano canceló todas sus giras por la situación en el frente
Volodimir Zelenski tenía previsto llegar a España mañana. Era un viaje organizado semanas antes con discreción y cuidado para preservar la seguridad del presidente de Ucrania. Zelenski venía a Madrid acompañado de Rustem Umerov, ministro de Defensa ucraniano, y por alguien del Ministerio de Asuntos Exteriores, probablemente Dmitro Kuleba. Sin embargo, la situación en el frente de su país provocó que el martes a última hora de la tarde se frustraran todos sus viajes al extranjero por los problemas en el frente.
Zelenski ya ha viajado a Alemania y Francia y su presencia en España confirmaba que considera al país como un socio necesario, un aliado importante de la OTAN, en su lucha contra Rusia y Vladimir Putin. El viaje se había preparado a todos los niveles. Zelenski iba a mantener un encuentro con Felipe VI, jefe del Estado, y un almuerzo en el Palacio Real a continuación con los Reyes. Por la tarde, Defensa quería organizar algún tipo de encuentro con Margarita Robles para reafirmar el compromiso de apoyo. Pero la cita más importante se iba a producir a primera hora de la mañana, cuando Zelenski sería recibido en el Palacio de la Zarzuela con Pedro Sánchez. ¿El objetivo? Firmar un acuerdo bilateral de ayuda a la seguridad en Ucrania.
Se trata de un documento similar al que Zelenski ya ha firmado con otros países de Europa. Es un
papel de trabajo que quiere garantizar una ayuda a Ucrania sostenida en el tiempo a la vez que organizada. En el documento, según adelantó El País, España se compromete a mantener las sanciones impuestas a Rusia en el tiempo, así como a colaborar con la Corte Penal Internacional en la persecución de posibles crímenes de guerra por parte de Vladimir Putin. Sin categoría de tratado internacional, el documento quiere fijar una cantidad económica que regule la ayuda militar a Ucrania. Sin embargo, esos millones deben estar sujetos a su previsión en los Presupuestos Generales del Estado de cada ejercicio, por lo que la cantidad podría no ser definitiva ni existir ninguna obligación de cumplimiento al ser simplemente un acuerdo bilateral.
Ambos países trabajan en este documento desde marzo, cuando España quiso adherirse a los países del G-7 que buscaron más garantías para Ucrania después de que la cumbre de la OTAN celebrada en Vilna atrasara su adhesión a la organización Trasatlántica. España, en su esfuerzo por mostrarse como un socio fiable pese a que no invierte todavía el 2% de su Producto Interior Bruto en Defensa, quiso sumarse a este llamamiento y comenzó las negociaciones. Sánchez y Zelenski hablaron sobre ellas el pasado 7 de mayo en una conversación telefónica, donde se emplazaron a verse pronto.
Con el acuerdo cerrado, Zelenski iba a volar hasta Madrid el viernes. Sería la primera visita oficial del presidente ucraniano a España, pues su presencia en Granada el pasado octubre respondió a la invitación de la III Cumbre de la Comunidad Política Europea. En esa ocasión, el ucraniano se marchó con la promesa de nuevos lanzamisiles Hawks y sistemas de lucha antidrones.
Desde que comenzó la invasión rusa de ucrania, España ha tratado de mantener una ayuda constante al país. Fue uno de los primeros en contactar con Ucrania para enviar material. Y a las 48 horas del estallido de la guerra un avión envió veinte toneladas de material humanitario. También se mandaron 70.000 uniformes de invierno que formaban parte de la dotación del Ejército de Tierra.
España fue reticente, pero acabó rehabilitando diez vehículos Leopard 2A4 para enviar a Ucrania. En la actualidad, se están actualizando otros 19 blindados de los que estaban hibernados en Casetas para mandar al frente. España, como en ocasiones anteriores, se encargará de la formación de los equipos de soldados necesarios para el manejo y mantenimiento de cada uno de los Leopard.
El Ministerio de Defensa participa en la misión europea de formación de soldados ucranianos. Se acondicionó un ala de la Academia de Artillería de Toledo para instalar allí el Toledo Training Coordination Centre, donde ya se ha formado a 4.000 soldados, un 10% del objetivo que fijó Borrell para este año: alcanzar los 40.000 soldados entrenados en la Unión Europea. Desde el comienzo de la misión, el Ejército de Tierra ha impartido diversidad de cursos, la mayoría de formación básica, pero también muchos vinculados al material donado. Como el mantenimiento de vehículos de transporte oruga acorazado (TOA), que se han enviado varias decenas al frente. Además, este año se han impartido por primera vez los módulos de mantenimiento de los sistemas de artillería de defensa antiaérea y se han mandado seis misiles Patriots para esta labor. El Estado Mayor de Defensa, a través del Mando Conjunto del Ciberespacio, impartió un módulo de Ciberdefensa. La Armada, por su parte, ha sido instructor de los cursos de Formación Básica y Planeamiento de Operaciones. Como novedad, este año ha comenzado a impartir el curso de Desminado Subacuático. Por último, el Ejército del Aire y del Espacio impartió en 2023 los cursos de Conducción de Apoyo Aéreo y Misil Antiaéreo Aspide, que también ha donado España.
Toda la ayuda iba a quedar organizada el viernes en un documento rubricado por Sánchez y Zelenski. Sin embargo, Sergiy Nykyforov, secretario de comunicación del Gobierno ucraniano, explicó que el presidente «ha dado instrucciones para que todos los eventos internacionales programados para los próximos días se pospongan y se coordinen nuevas fechas» tras la decisión de mover sus tropas de Lukyantsi y Vovchansk para «preservar sus vidas», la bilateral entre presidentes queda pendiente de una nueva fecha.