La honestidad de Jorge de Esteban
«SÉ PERFECTAMENTE que todo lo que tiene un principio, tiene también un final, y mi vida, como la de cualquier otro ser humano, se acabará algún día, cercano ya. Puede ser que me esperen todavía uno, dos o tres años. Lo desconozco (...). Y a pesar de que a partir de una edad te vas preparando para la muerte, no significa que no te sientas más vivo que nunca». El pasado 27 de marzo celebró los 86 años, pero su cuerpo, afectado por varias enfermedades, no aguantó mucho más. Murió el martes. Jorge de Esteban. Y en esas reflexiones finales que aparecen en el último capítulo de sus memorias titulado El sol se va ocultando, decía también sentirse agradecido y «satisfecho por haber vivido todo lo que he vivido, que ha sido mucho, a fondo y a conciencia». Y no le faltaba razón. Aún le dio tiempo a publicar su último libro, una gavilla de aforismos que fue reuniendo durante casi 60 años, El tiempo no espera, que abría con este de Goethe: «No es posible conservar en salmuera el entusiasmo durante mucho tiempo». No fue su caso.
Jorge sí que lo mantuvo hasta el final. Y tras su salida de este periódico, que ayudó a fundar y, sobre todo, que contribuyó a ordenar editorialmente, continuó escribiendo y publicando artículos donde pudo. Y reivindicando su papel en la Transición, para enfado de muchos, entre otros, Juan FernándezMiranda, que desde ABC ha criticado lo que considera fantasías del catedrático en El libro que democratizó España, sus memorias constituyentes que, desde que las publicase en 2021, no han dejado de levantar polémica.
El contenido es conocido ya. Tan sólo había hecho referencia a él Gregorio Marañón en Memorias de luz y niebla (Galaxia Gutenberg): «Le encargamos a Jorge de Esteban un estudio jurídico de cómo transitar legalmente desde la dictadura a la democracia». Sin embargo, escribe Jorge, Marañón da por hecho «lo que nadie podía suponer, es decir, que con nuestro libro [Desarrollo político y Constitución española, Ariel, 1973] lo que hicimos fue sacar peras de un olmo, porque nadie pensaba que podía haber una ruptura utilizando la legislación franquista». De aquella obra, que recogía «mi interpretación creativa de las Leyes Fundamentales», salió la Ley para la Reforma Política, según le reconoció el propio Torcuato Fernández-Miranda, y se pudo pasar de la ley a la ley. Pero si aquel libro, escrito junto a varios de sus colaboradores, fue determinante, de nada habría servido sin el arrojo del entonces presidente de las Cortes. «No creo que haya otro caso en el mundo de que seis profesores de Derecho Constitucional, hayan podido hacer algo histórico: utilizar las normas de una dictadura para pasar a una democracia. Pero hasta ahora nadie nos lo ha reconocido, por eso hay que resaltar que, sobre todo en el caso de TFM, que cuando la mar está brava el que lleva el timón, no puede evitar mojarse. Así es la naturaleza y así son los humanos».
Deja Jorge de Esteban una de las obras académicas y divulgativas más fecundas de nuestro Derecho Constitucional. Pero ante todo, deja un ejemplo de coraje y honestidad intelectuales. RIP.
JORGE DE ESTEBAN
EL LIBRO QUE DEMOCRATIZÓ ESPAÑA. MEMORIAS CONSTITUYENTES
TIRANT LO BLANCH. 592
PÁGS. 33,25€. EBOOK: 21€