Milei y Palestina, contra los «ultras» y los «austericidas»
L Sánchez relanza hoy el reconocimiento del nuevo Estado tras exprimir el ‘caso Milei’ en el inicio de la campaña de las europeas L España retira a su embajadora; Argentina sí mantiene al suyo
A las puertas de la campaña de las elecciones europeas del 9 de junio, el Gobierno subió ayer un peldaño en el choque diplomático que mantiene con Argentina desde el domingo, después de que el presidente del país, Javier Milei, llamara «corrupta» a la mujer de Pedro Sánchez en un acto de Vox. Una vez que el mandatario sudamericano no se ha disculpado –insistió en el ataque este martes–, como se le había exigido, España tomó la decisión de retirar a la embajadora española de Buenos Aires, un hecho sin precedentes, en una de las mayores crisis diplomáticas en décadas entre países con fuertes «lazos de hermandad».
La escalada del conflicto se frenó en lo diplomático cuando Argentina rechazó tomar la misma medida, es decir, sí mantiene a su embajador en España. Pero la pugna sigue en lo político. Ante la advertencia de Moncloa de que podría tomar medidas ante la nueva visita de Milei, dentro de un mes, el presidente argentino reaccionó retando. «VEREMOS HASTA DÓNDE LE LLEGA EL TOTALITARISMO EN SANGRE... Aviso, yo viajaré a recibir el Premio Juan de Mariana... veremos si su gran complejo de inferioridad le permite que los liberales españoles puedan galardonarme en persona...», escribió en X.
Con este telón de fondo, las expectativas y sensaciones del PSOE para la cita europea con las urnas han mejorado en los últimos días hasta el punto de que ya ven como un escenario factible «ser la fuerza más votada y con más escaños». De hecho, la estrategia diseñada para tratar de superar al PP –hasta ahora el partido ganador según todas las encuestas– sitúa la confrontación con «las fuerzas reaccionarias partidarias de austericidio» que enmarcan en la etiqueta de «ultraderecha» como un pilar de la campaña.
El choque diplomático con Argentina y el reconocimiento de Palestina –cuya fecha está previsto que anuncie hoy Sánchez durante su intervención en el Congreso y que fuentes del Gobierno sitúan antes de las elecciones europeas– son dos palancas sobre las que el presidente está pivotando esta estrategia, lo que, además, le permite intentar lanzar a su partido en la carrera electoral, en la que en teoría partía con desventaja. Fuentes del Gobierno señalan que el jefe del Ejecutivo hará hoy un «discurso de altura», en cuya primera intervención se centrará en las cuestiones por las que comparece, y que ahí se enmarcará Palestina y que, «aunque no está en el orden del día», se referirá también a Argentina.
Porque tras la actitud de Milei de no rectificar sus palabras sobre Begoña Gómez y persistir en sus ataques a Sánchez y su familia, el Gobierno no descarta ninguna medida. Milei volverá a España el próximo 21 de junio. Preguntados en el Ejecutivo por esta posible visita, si está sobre la mesa impedir que venga, o si cabe la posibilidad, incluso, de que se le pueda nombrar persona non grata, fuentes gubernamentales no descartan ningún escenario. «Vamos viendo», señalan. «Hay una gama de medidas que podemos adoptar», dijo ayer el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
Para aquilatar su estrategia electoral, el PSOE contará en la campaña con la participación activa a partir del 3 de junio con el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, el socialista Josep Borrell, una disponibilidad que él mismo ha trasladado a sus compañeros. El jefe de la diplomacia europea, después del anuncio de la llamada a consultas de la embajadora española en Argentina previo paso a la retirada anunciada ayer, ya salió a mostrar su apoyo a Sánchez y a criticar implícitamente a Milei desde su elevada posición. «Los ataques contra familiares de líderes políticos no tienen cabida en nuestra cultura: los condenamos y rechazamos, especialmente cuando provienen de socios», escribió en X.
«Vamos a vivir una etapa compleja en la que, en realidad, sólo hay dos opciones: o Europa se afianza, se asienta y conseguimos una mayor integración o Europa se divide», exponen en la dirección de Ferraz. «Esa imagen que vimos en el Palacio de Vistalegre es una alerta, una señal clara de que no podemos dar por garantizada la democracia, los derechos y las libertades civiles en Europa», advierten en alusión al acto del domingo de Vox, con presencia de los principales líderes internacionales de ese espectro ideológico.
En la inercia de salir «a ganar» en las sextas elecciones en un año propiciada por la contundente victoria de Salvador Illa en Cataluña, el PSOE ha diseñado una campaña con 800 actos en la que Sánchez tendrá un papel protagonista: cinco mítines, todos los que le ha permitido su agenda institucional. Estará con su candidata, Teresa Ribera: este jueves en la apertura en Valencia, el sábado en Sevilla, el 1 de junio en Valladolid, el 5 en Málaga y el 7 en el de cierre en Madrid.
En el caso de José Luis Rodríguez Zapatero, un puntal clásico de los socialistas en estos procesos, su presencia se utilizará como ejemplo de la defensa que él hizo en 2007 de José María Aznar ante las críticas de Hugo Chávez –que llevaron al Rey Juan Carlos a gritar «¿Por qué no te callas?»–, frente a un PP que no hace lo propio con Sánchez en su pulso con Milei. «Se alía, una vez más, con la ultraderecha», dicen. Además, consideran que Alberto Núñez Feijóo plantea el 9-J como «un plebiscito» sobre el Gobierno de coalición, una «segunda vuelta» de las generales y, como «no es escuchado en Europa», critican, «prefiere volver al fango nacional».
En el PSOE no concretan si Ribera recogerá el acta de eurodiputada ni cuándo dejará de ser vicepresidenta del Gobierno. Hará campaña compatibilizando su papel de candidata y su cargo institucional, «y a ver lo que ocurre después». No descartan que se acabe postulando a ser comisaria europea, para lo que no sería necesario que tuviera escaño en el Parlamento.
Pedro Sánchez, durante una reunión, ayer, en el Palacio de la Moncloa.