JOACHIM NAGEL «No olvidemos lo peligroso que es no tener saneadas las cuentas»
El presidente del poderoso banco central alemán Bundesbank ve «plausible», pero no aún seguro, que el Banco Central Europeo vaya a realizar la primera bajada de tipos el próximo mes de junio: «No vendamos la piel del oso antes de haberlo cazado». Y lo que considera más incierto aún es cuándo se producirá el segundo recorte, que no tiene por qué ser inmediato. «Bajar los tipos en junio no implica que vayamos a seguir reduciendo en las siguientes reuniones del Consejo de Gobierno del BCE». En su opinión, «hay demasiada incertidumbre»
Joachim Nagel (Karlsruhe, 1966) preside el Bundesbank desde enero de 2022 y concede esta entrevista a cuatro medios de las cuatro grandes economías del euro: Corriere, Handeslblatt, Les Echos y EL MUNDO en vísperas de una reunión del G-7 y, sobre todo, en días decisivos antes de la reunión del Consejo de Gobierno del BCE el 6 de junio que marcará una nueva era en el precio del dinero con la primera bajada después de diez subidas iniciadas en julio de 2022, tras la invasión rusa de Ucrania.
Pregunta. ¿Se puede dar por hecha la bajada de tipos en junio? Respuesta. No vendamos la piel del oso antes de cazarlo. Si la última evaluación del Consejo de Gobierno se ve confirmada por los nuevos datos y por nuestra próxima proyección, es plausible que veamos la primera bajada de tipos en junio. Pero incluso si los tipos se bajan por primera vez en junio, eso no implica que vayamos a reducir más los tipos en las siguientes reuniones del Consejo de Gobierno. No estamos en piloto automático. La incertidumbre en torno a la evolución futura de la economía y de los precios sigue siendo elevada. Por eso decidiremos reunión por reunión. Por ahora, estoy satisfecho con lo que hemos conseguido con nuestras diez subidas de tipos de interés y creo que podríamos estar preparados para una primera bajada de tipos.
P. ¿Cree que la inflación se dirige de forma sostenible hacia el objetivo del 2%?
R. Puede haber meses en los que la inflación repunte un poco, ya que algunos precios tienden a fluctuar, sobre todo los de la energía. En general, espero que la inflación siga descendiendo hacia nuestro objetivo del 2% y lo alcance en 2025. Pero debemos mantener la cautela. No debemos bajar los tipos precipitadamente y poner en peligro lo que hemos conseguido.
P. La recuperación de los salarios era una de las principales preocupaciones en la lucha contra la inflación. ¿Está seguro de que el crecimiento salarial no apunta hacia una espiral de precios y salarios?
R. El crecimiento salarial ha sido bastante fuerte últimamente, especialmente en Alemania. Sin embargo, esto se produce después de que el poder adquisitivo de los salarios se viera considerablemente erosionado por la elevada inflación. Los salarios están recuperando poder adquisitivo, ya que los sindicatos se benefician de una muy buena posición negociadora y de un mercado laboral robusto.
Pero no veo signos de una espiral de precios y salarios que se refuerce a sí misma. Espero que el crecimiento salarial se modere a medida que la inflación siga retrocediendo. Pero esto es sólo una expectativa, y uno de los factores que crean incertidumbre. Un mayor crecimiento salarial puede traducirse en una mayor presión sobre los precios. Tenemos que vigilar de cerca el crecimiento salarial, los márgenes de beneficio de las empresas y su impacto. Por ahora, la evolución parece ir en la buena dirección.
P. ¿Se empiezan a ver algunos brotes verdes de recuperación en Alemania y más ampliamente en la zona euro? R. Efectivamente, estamos viendo algunas señales alentadoras en la economía alemana. Hace un par de meses éramos menos optimistas y esperábamos que la economía se contrajera en el primer trimestre. En lugar de ello, se expandió un poco. Ahora esperamos una tasa de crecimiento ligeramente positiva para 2024 A lo largo del año, el consumo podría cobrar impulso, ya que los salarios reales se están recuperando. Como la inflación sigue retrocediendo, es probable que el consumo y la actividad general se fortalezcan en toda la zona euro.
P. Donald Trump, si es elegido, quiere despedir a Jay Powell y someter a la Reserva Federal a un control político mayor. ¿Cuáles cree que podrían ser las consecuencias para Europa? R. Jay Powell es un excelente banquero central y está haciendo un gran trabajo. No haré comentarios sobre las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos. Pero estoy profundamente convencido de que un banco central independiente es el que mejor puede cumplir el mandato de estabilidad de precios. Pase lo que pase en Estados Unidos, en Europa tenemos que hacer nuestros deberes. El entorno mundial se ha endurecido desde hace algún tiempo. En Europa, tenemos que aumentar nuestra capacidad de resistencia y mejorar nuestras capacidades económicas en general para estar preparados y equipados en caso de crisis. En un contexto muy especial, Alemania aprendió esta lección por las malas cuando Rusia le cortó el suministro de gas. Esta es la conclusión que saco de los últimos dos años y medio. P. Entonces, por mucho que no debamos depender de Rusia, ¿tampoco debemos depender de Estados Unidos?
R. No, Estados Unidos es nuestro amigo y socio, y desde luego no compararía a estos dos países, que son completamente diferentes. Lo que quiero decir es lo siguiente: las dependencias económicas no han estado en nuestra agenda durante muchos años. Pero el mundo ha cambiado en muchos aspectos. Es posible que vayamos a una mayor fragmentación, quizá incluso una desglobalización. Por lo tanto, debemos centrarnos en formas de hacer que la UE sea más resistente.
P. ¿Cómo hacer que la UE sea más resistente?
R. La Unión de Mercados de Capitales (UMC) es un buen ejemplo. Nos ayudaría a movilizar capital para afrontar retos futuros como la descarbonización y la transformación digital de nuestra economía. Otro ejemplo serían los mercados energéticos en Europa, que siguen estando demasiado fragmentados. No contamos con mucho tiempo.
P. ¿Existe el riesgo de que la inflación sea estructuralmente superior al objetivo del BCE y obligue a tipos más altos?
R. Puede haber algunos factores que presionen al alza la inflación a largo plazo. Por ejemplo, diversificar nuestras cadenas de suministro y hacer nuestras economías más resistentes tiene un coste: las presiones sobre los precios podrían ser algo mayores. Otro factor podría ser el mercado laboral. En Alemania tenemos ahora una población activa de 47 millones de personas. Pero a pesar de los altos niveles de inmigración, esta mano de obra empezará a reducirse pronto a medida que nuestra población envejezca. Esa escasez de trabajadores puede presionar al alza los salarios, los costes y los precios. La política monetaria tendrá que responder a esto.
P. ¿En cuántos años volveremos a ver los tipos de interés de la zona del euro por debajo del 2,5%?
R. Honestamente, no lo sé. Hay demasiadas incertidumbres.
P. El nuevo marco fiscal de la UE apenas ha sido aprobado y, sin embargo,
a pesar de los elevados déficits, vemos cómo Francia renuncia a su ajuste presupuestario para 2024, Italia pide ya una «interpretación» de las nuevas reglas y España aprueba una reforma de las pensiones que el Banco de España considera muy insuficiente. ¿Hasta qué punto le preocupa la situación de estos países endeudados? R. Unas finanzas públicas saneadas son un requisito previo para la estabilidad de precios a largo plazo. Los Jefes de Estado han acordado el nuevo Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Ahora los Estados miembros y la Comisión tienen que aplicarlo para reducir las elevadas cargas de la deuda. Espero que esto tenga una alta prioridad en la agenda de la nueva Comisión tras las elecciones europeas. En mi opinión, la situación fiscal de algunos países tiene que mejorar. La política fiscal no debe contribuir a las presiones sobre los precios en la zona del euro. Debemos evitar una situación en la que la política fiscal haga más difícil para el BCE salvaguardar la estabilidad de precios. De lo contrario, los tipos de interés podrían tener que ser más altos .
P. ¿Qué países deberán hacer ajuste en los próximos 12 meses?
R. Buen intento (sonríe)
P. ¿Teme una situación en la que los déficits y la deuda se descontrolen en algún momento?
R. Yo no diría que la situación se está descontrolando actualmente. Pero no debemos olvidar de dónde venimos. La crisis financiera y la crisis de la deuda soberana son una lección para nosotros en Europa. Nos recuerdan lo peligrosas que pueden llegar a ser las cosas si las políticas fiscales no son sólidas. Creo que todos los países se están dando cuenta.
P. ¿Está satisfecho con los fondos NextGenerationEU de la Unión Europea? R. Me pregunto por qué se tarda tanto en poner en marcha proyectos que puedan optar a financiación en el marco de NextGenerationEU. Este es un ejemplo perfecto de cómo en Europa tenemos que acelerar y racionalizar nuestros procesos. Si se compara con la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de EEUU, hay muchas diferencias. Pero hay una cuestión que llama la atención: en EEUU las solicitudes se hacen rápidamente, y también los desembolsos de fondos. El IRA es poderoso sobre el terreno, mientras que NextGenerationEU no funciona igual. Lo ideal sería combinar la velocidad estadounidense con las aspiraciones europeas.
P. ¿No debería mantenerse permanentemente la emisión de deuda europea para financiar un nuevo esfuerzo de defensa o clima?
R. Los fondos NextGeneration se crearon para responder a una situación excepcional a causa de la peor pandemia en un siglo. La entente era que la emisión común de deuda para financiarlos sería un esfuerzo puntual, no una nueva herramienta europea. Por supuesto, tenemos que encontrar respuestas para hacer frente a los retos actuales: la transición ecológica, las necesidades de defensa. Una respuesta común europea también puede ser legítima. Pero debe financiarse adecuadamente a través del presupuesto. El endeudamiento común como herramienta estándar requiere una unión fiscal, que no tenemos. P. ¿Le preocupa el ascenso en las encuestas de las elecciones europeas del populismo de extrema derecha? R. La gente debería ir a votar en las elecciones europeas. Me preocupan las tendencias antidemocráticas. Con respecto a Alemania, hay gente que trabaja contra Europa y contra nuestra forma de entender la democracia y una sociedad libre. Por eso, por primera vez en mi vida, participé en una manifestación por la democracia en Fráncfort en enero. Una Europa democrática es un tesoro por el que debemos luchar.
P. ¿Cree que Europa está perdiendo la batalla de la competitividad frente a EEUU y China? ¿Qué hacer?
R. La demografía y la digitalización son problemas. En este último caso, por ejemplo, existe el riesgo de quedarse atrás. No tenemos computación en nube europea. De hecho, el euro digital puede ser nuestra oportunidad para la primera nube verdaderamente europea. Así que sí, competimos con Estados Unidos y China, y tenemos que acelerar el ritmo. Por desgracia, no estoy seguro de que todos en la UE sientan la presión suficiente para pisar el acelerador.
P. ¿Qué opina de poner aranceles a los coches chinos?
R. Debe haber igualdad de condiciones cuando hablamos de comercio entre la Unión Europea y China. Pero no estoy seguro de que los araceles anunciados por EEUU sean una solución económicamente sólida: tienden a encarecer las importaciones, lo que eleva los precios en casa y perjudica a los consumidores. Negociar es una alternativa. P.Tenemos una posible nueva fusión en España en el sector bancario. ¿Cree que ha llegado el momento de una nueva oleada de fusiones en la Eurozona o podría socavar la competencia bancaria?
R. Hemos conseguido mucho en los últimos diez años para que el sector bancario europeo sea más sólido y estable y quedó claro el año pasado, cuando algunos bancos de Estados Unidos y Suiza se tambalearon. Fue una buena noticia. Volviendo a su pregunta: como banquero central, no debo entrar en decisiones empresariales concretas. Si los inversores deciden que una fusión puede ser una buena idea y los reguladores la aprueban, no creo que haya nada más que decir.