Dos horas de caos por una fuga de gas junto al Bernabéu
El pinchazo de una tubería en las obras del nuevo aparcamiento del estadio causó un escape que obligó a cerrar el tráfico en la Castellana, impedir el paso de peatones y desalojar el recinto
La rotura de una tubería de gas en las obras del nuevo aparcamiento del Santiago Bernabéu provocó ayer durante casi dos horas el caos en el norte de la capital. Gran parte de la ciudad se congeló a partir de las 08.40 horas. Unos operarios pinchaban el ramal de Naturgy y provocaban una peligrosa fuga que obligó a desplegar un gran perímetro de seguridad en torno al estadio del Real Madrid. Los primeros instantes fueron de mucha incertidumbre y temor, mientras decenas de coches de Policía, Bomberos y ambulancias se desplegaban en el lugar. Hubo que desalojar a la carrera el templo madridista, evacuar a sus trabajadores y cerrar al tráfico todo el eje de la Castellana, desde Plaza de Castilla hasta Raimundo Fernández Villaverde. Así, la principal vía de la ciudad quedó desierta, en una imagen inusual en la ciudad en esa franja del día. Los cortes de tráfico atraparon a miles de conductores en plena hora punta. «He tardado media hora en recorrer un tramo de 500 metros frente a La Paz», decía uno de los conductores afectados por las interrupciones en la circulación.
Además, Metro de Madrid cerró la estación de Santiago Bernabéu, en la línea 10, y aunque inicialmente los trenes sí circularon, pero sin detenerse en esta parada –todo el personal fue evacuado–, finalmente se tuvo que interrumpir el servicio entre las estaciones de Cuzco y Nuevos Ministerios. También se prohibió el paso de peatones por toda la zona, aunque no se produjo ningún incidente grave gracias a la intervención de los operarios de Naturgy y los servicios de emergencia. A las 10.30 horas se arregló la fuga y todo ese entorno volvió a recuperar la rutina diaria.
Carlos Tejera Martín, supervisor de Guardia de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, explicó que el escape sobrevino tras el pinchazo de una tubería en unas obras de pilotaje para construir el parking subterráneo debajo del estadio, una obra que realiza la empresa Acciona por encargo del Real Madrid.
El jefe de Bomberos señaló que «actuaron lo más rápido que se pudo, localizando los puntos de corte, las válvulas, unas motorizadas y otras manuales, y una vez que se comprobó que todas las lecturas eran negativas, se pudo restablecer el tráfico y el Metro», indicó. «Bomberos estuvo aquí recientemente y ya éramos conocedores que se estaban ejecutando estas obras. En cuanto ha saltado la alarma ya sabíamos prácticamente dónde estaba el problema y todo ha sido más rápido. Estos servicios de coordinación con edificios singulares en un Ayuntamiento como el de Madrid son súper importantes. Entonces hemos actuado con más rapidez todavía», contó el supervisor.
Tejada añadió que «siempre que se produce algún escape de gas como este, que genera una incertidumbre enorme, se realiza un gran despliegue para evitar propagaciones y posibles explosiones».
Tras confirmarse el corte de la red de gas y las lecturas negativas en la zona, Metro y edificios aledaños para evitar una deflagración, se decidió reabrir el tráfico y devolver la normalidad a la zona. Con todo, los bomberos permanecieron en el entorno de forma preventiva durante toda la mañana para verificar que no había ninguna bolsa de gas.
En la zona se montó un amplio dispositivo de seguridad con numerosas dotaciones de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid y de equipos de Samur-Protección Civil, todos ellos en modo preventivo, además de varias unidades de Policía Municipal y Policía Nacional.
El alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, agradeció la «profesionalidad» de los bomberos a la hora de solucionar una «incidencia que podría haber sido grave» pero que, finalmente, se resolvió «sin peligro».
La interrupción atrapó en plena hora punta a miles de conductores
iban persiguiéndoles con cuchillos de gran tamaño», señaló un testigo. La Policía identificó también a 67 personas.