12 etarras más a Euskadi y veto a presos comunes
Las cárceles de Urkullu acogen ya a más de un centenar de presos de la banda pero rechazan las peticiones de otros reclusos
Doce presos de ETA condenados por haber participado en 15 asesinatos se incorporarán en las próximas semanas al modelo penitenciario vasco que prima el cumplimiento en semilibertad de las penas. El acercamiento de terroristas con largas condenas a las tres cárceles gestionadas por el Gobierno de Urkullu se complementa con la concesión de terceros grados como los últimos cinco concedidos por el Departamento de Justicia vasco. La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) denuncia esta política penitenciaria impulsada por el presidente Pedro Sánchez y su ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska que se sustenta en «los pactos que mantiene el Gobierno con el brazo político de ETA con el único objetivo de buscar el bienestar de los terroristas», según denunció ayer la AVT.
Instituciones Penitenciarias comunicó ayer los traslados a las tres cárceles vascas de una docena de miembros de ETA que ya cumplían sus condenas en cárceles cercanas a Euskadi pero que ahora se incorporarán al denominado modelo penitenciario vasco activado por el Gobierno del lehendakari Iñigo Urkullu desde el 1 de octubre de 2021. Diez meses y dos días de asumir esta competencia, todos los sindicatos con representación en las cárceles de Zaballa, Basauri y Martutene suspenden la gestión realizada por la consejera Beatriz Artolazabal, algunos tachan de «fracaso absoluto» este modelo y ya han comenzado a producirse enfrentamientos y problemas de convivencia entre los internos en las prisiones de Basauri y de Martutene.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha coordinado ahora con el de Urkullu el traslado a las tres prisiones controladas por el PNV de Diego Ugarte López de Arkaute, Iurgi Garitagoitia, Ángel María Tellería, Juan Carlos Besance, Mikel Xabier Ayensa, Zigor Bravo, Alicia Lucía Sáenz de la Cuesta, Aitor García, Manex Zubiaga, Itziar Alberto, Juan Jesús Narváez e Iñigo Vallejo. La mayoría de los etarras trasladados fueron condenados por participar en asesinatos y todos ellos cuentan con largas condenas de cárcel por participar en acciones terroristas y militar en la banda ETA. Entre sus víctimas se encuentran el dirigente socialista Fernando Buesa, el empresario Ignacio Uría, el concejal de UPN de Leitza José Javier Múgica o el funcionario de prisiones Máximo Casado., entre otros.
En las tres prisiones vascas ya cumplen sus condenas 110 miembros de la banda y otros 50 se encuentran en centros penitenciarios próximos a Euskadi, objetivo marcado por EH Bildu y sus organizaciones afines que durante las fiestas veraniegas del País Vasco y de Navarra recuperan sus campañas de movilización para lograr la puesta en libertad de todos los etarras.
Veinticinco presos de ETA que cumplen sus penas en Euskadi ya gozan de terceros grados y se encuentran en sus domicilios con pulseras telemáticas. Pero organizaciones de apoyo a los etarras como Etxerat y Sare y colectivos juveniles agrupados en las siglas Gazte
Koordinadora Sozialista (GKS) reclaman su puesta en libertad en nombre de la «convivencia».
El continuo traslado de presos de ETA a Euskadi se produce cuando los funcionarios de prisiones denuncian la falta de personal y cuando más de un centenar de presos comunes han visto denegadas sus peticiones para ingresar en las tres prisiones vascas. El Gobierno vasco reconoció que en abril de este año ya había desestimado 110 peticiones de presos comunes, en una petición de información solicitada por el parlamentario del PP Luis Gordillo.
Fuentes penitenciarias, sin embargo, aumentan hasta las 150 negativas de aceptación de presos comunes el dato actualizado en el mes de junio.