El Mundo Nacional

El ‘solo sí es sí’ es un retroceso para el feminismo

LEYRE IGLESIAS

-

IRENE Montero ha sacado adelante una ley que buscaba proteger más a las mujeres víctimas de ataques sexuales y ha acabado por excarcelar a varios agresores o por reducir sus penas. Es un balance complicado para una ministra de Igualdad. El presidente ha dicho que el objetivo de la ley del solo sí es sí no era ese. La noticia habría sido que lo fuera. Pero ya se sabe que el infierno está empedrado de buenas intencione­s. Lo que cuenta, me temo, son los resultados. O al menos la forma de encarar los errores propios.

Ocurrió con esta ley que el feminismo antiiguali­tarista la aplaudió, mientras que los que saben de leyes la cuestionar­on. Pero nada hizo mella en la voluntad de Montero ni en la de muchos otros. Las leyes no las alumbran los ministros; las aprueba una mayoría del Congreso. Esta echó a andar el 25 de agosto gracias a los votos de PSOE, Unidas Podemos, Cs, ERC, Junts, PDeCAT, PNV, EH Bildu, BNG y Coalición Canaria. Lo celebró Andrea Fernández, secretaria de Igualdad del PSOE, recordando «aquellos momentos en los que salíamos a la calle a pedir estos derechos para nosotras, para las mujeres». La ministra de Igualdad (qué oxímoron) manifestó su «orgullo»: «El grito feminista del Solo sí es sí y del Hermana, yo sí te creo se convierte en ley».

Debe de ser difícil legislar a espaldas de la realidad. Hace unos días Montero decía esto: «Es verdad que todo condenado tiene derecho a pedir, con la modificaci­ón de una ley, una reducción de penas. Y como vivimos en un contexto donde es más importante el titular que se saca para generar terror sexual y para volver a criminaliz­ar la lucha feminista (...), salen muchos titulares escandalos­os. Pero todavía no se conoce una sola reducción de penas. Y no se va a conocer. Es propaganda machista».

Yo sostengo que la ley del solo sí es sí no es un avance sino, en lo mollar, un retroceso para el feminismo. Porque su deficiente redacción beneficia a los agresores y porque su fracaso es un balón de oxígeno gigante para quienes realmente batallan contra la igualdad entre hombres y mujeres. Lo escribí una vez: al margen de sus intencione­s, la ministra Montero es más perjudicia­l que beneficios­a para la lucha que dice representa­r. Hoy se demuestra. La más precisa encarnació­n de la propaganda machista, por desgracia, es ella.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain