EUROPA AUMENTA SU OBJETIVO PARA REDUCIR EMISIONES
La UE, que hoy es el tercer máximo emisor mundial tras China y EEUU, incrementa en la Cumbre de Egipto su compromiso para limitar los gases de efecto invernadero. La meta sube de un 55% de reducción en 2030 hasta un 57%
Lha subido el listón de la reducción de emisiones del 55% al 57% en el 2030. Lo confirmó a su paso por la COP27 Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, quien recalcó que las medidas aprobadas por los 27 –como la prohibición de la venta de coches de gasolina y diesel a partir del 2035– permitirán cumplir con el nuevo objetivo.
«Hemos decidido poner al día nuestras «contribuciones» nacionales para reflejar una mayor ambición, declaró Timmermans. «Que nadie piense que la UE está dando marcha atrás sino más bien al contrario: estamos dando pasos para acelerar la transición energética».
El anuncio fue recibido, sin embargo, con relativo escepticismo por los grupos ambientales. «Necesitamos al menos una reducción del 65%», declaró Chiara Martinelli, directora de Climate Action Network (CAN) en Europa. «La EU tendría que llegar a esa cifra si quiere se consistente con el compromiso global de un aumento máximo de las temperaturas de 1,5 grados».
«El pequeño aumento anunciado en la COP27 no hace justicia al llamamiento de los países más vulnerables que están en primera línea», agregó Martinelli. «Si la UE, con su largo historial como emisor de gases invernadero, no es capaz de liderar la mitigación del cambio climático ¿quién va a hacerlo?».
La UE es su conjunto el tercer gran emisor mundial tras China y Estados Unidos. Pekín se ha comprometido a alcanzar el pico de emisiones ante del 2030 (aunque según estimaciones de Climate Action Tracker podría adelantarse a 2025), mientras el presidente Biden ha puesto listón de su país en una reducción entre el 50% y 52% al final de la década.
El Reino Unido tiene hoy por hoy la meta más ambiciosa de los países industrializados, con una reducción del 68% anunciado en la antesala de la COP26 de Glasgow. Los analistas advierten, sin embargo, que la crisis política y económica, y los continuos bandazos energéticos y ambientales, pueden comprometer seriamente ese objetivo.
Frans Timmermans aseguró a su paso por Sharm el Sheij que la
Unión Europea «está ahorrando más energía e invirtiendo en renovables más que nunca». El máximo responsable de política climática de la UE admitió los graves problemas causados por la guerra de Ucrania: «Es cierto, estamos quemando más carbón de lo que pretendíamos y estamos intentado conseguir gas licuado donde podamos».
«Pero es solo una solución temporal, digamos que por tres años, hasta que cambiemos seriamente nuestro mix energético», advirtió. «Lo que estamos haciendo es intentar llegar a una situación en la que Putin no pueda volver a usar el gas como un arma».
Timmermans replicó a las críticas de varias organizaciones ecologistas, acusando a la UE de haber desatado una «fiebre del gas» en África como tras el «cerrojazo» ruso. «No pretendemos usar África como una estación de gas» replicó el político neerlandés.
«Los países africanos tienen recursos de hidrocarburos que pueden explotar, pero la UE ha querido dejar claro que el gas es solo una solución temporal», explicó Timmermans a su paso por Sharm el Sheij. «Estamos intentando convencer a los países africanos de que las mejores inversiones en términos económicos son las energías renovables, que van a permitir además el acceso a la energía con placas solares y turbinas eólicas a millones de personas que no la tienen».
“INTENTAMOS LOGRAR UNA SITUACIÓN EN LA QUE PUTIN NO PUEDA VOLVER A USAR EL GAS COMO ARMA”