Pelosi deja huérfano a su partido
La presidenta de la Cámara de Representantes anuncia su retirada del liderazgo demócrata para la próxima legislatura tras 20 años en el cargo El Partido Republicano logra matemáticamente el control de este hemiciclo
Después de 20 años en el cargo, Nancy Pelosi deja el liderazgo de los demócratas de la Cámara de Representantes. Su decisión fue hecha pública ayer, un día después de que el Partido Republicano lograra el escaño número 218, con el que consigue matemáticamente el control de la Cámara, lo que significa que Pelosi también ha perdido el cargo de presidente de ese cuerpo legislativo. Su probable sucesor será el republicano Kevin McCarthy.
La salida de Pelosi de la primera línea política supone un rejuvenecimiento muy necesario de la cosa pública estadounidense, dominada por septuagenarios y octogenarios, y, también, una muestra de cómo la sociedad de ese país está cambiando. Hace 20 años, cuando fue nombrada líder de los demócratas de la Cámara de Representante, Pelosi era, para sus enemigos, la epítome del ala ultraizquierdista del partido. Hoy se va porque las nuevas generaciones la consideran demasiado conservadora, sobre todo en materia social, es decir, género, raza e identidad. Y el triunfo de McCarthy, indica que el populismo trumpista –con Trump, DeSantis o quien quiera que venga en 2024– sigue marcando la línea del Partido Republicano.
La salida de Pelosi, al igual que la entrada de McCarthy en la primera
Se eligen los 435 escaños
Demócrata Republicano
California línea de la batalla política, no ha sido una sorpresa. Ya en 2020, las alas izquierda y moderada demócrata alcanzaron un acuerdo de principio en virtud del cual Pelosi, que tiene 82 años, se retiraría del cargo de líder del partido –lo que implica la Presidencia de la Cámara si los demócratas tuvieran la mayoría– en 2022.
El acuerdo, sin embargo, era más un entendimiento que un pacto formal, y siempre quedó en el aire su cumplimiento, especialmente si los demócratas lograban una mayoría por la mínima que hiciera necesario un liderazgo firme, como el de Pelosi, necesario para coordinar a un partido en el que, como en el Ejército de Pancho Villa, cada uno hace la guerra por su cuenta. El hecho de que los demócratas hayan perdido, pero por muy poco, ofrece la oportunidad perfecta para recomponer el liderazgo de manera discreta y sin estridencias.
Pelosi ha sido la primera mujer en dirigir la bancada demócrata y en presidir la Cámara de Representantes, que es el tercer puesto institucional más alto de EEUU, tras los de presidente y vicepresidente. Su casi seguro sucesor, Hakeem Jeffries, de Brooklyn, en Nueva York, será el primer negro en ocupar el puesto de líder de uno de los grandes partidos en la Cámara y, si logra la mayoría en el futuro, en alcanzar la Presidencia de ese cuerpo legislativo. Tam