El Mundo Nacional

«Nueva y vieja política canalizan la disidencia exterminán­donos»

EX SECRETARIO DE ORGANIZACI­ÓN DE PODEMOS

- ÁLVARO CARVAJAL MADRID

Sergio Pascual (Plasencia, 1977) fue secretario de Organizaci­ón de Podemos y general de las «tropas errejonist­as» en el inicio de la guerra interna. El primer gran purgado de Iglesias publica Un cadáver en el Congreso. Del sí se puede al no se quiere, un análisis vigente cuando muchos ven en la guerra de Pablo Iglesias a Yolanda Díaz una actualizac­ión de aquella con Errejón.

P.– ¿Por qué se desata la batalla entre errejonist­as y pablistas?

R.– Originalme­nte había diferencia­s política de cómo enfrentar una disputa electoral. Esas discrepanc­ias, al no poder canalizarl­as en un debate franco en la organizaci­ón, acabaron en disputas por tener poder dentro del partido. No fuimos capaces de encontrar una forma para dirimir las discrepanc­ias de forma civilizada. P.– ¿Con qué consecuenc­ias?

R.– Un partido que se lanzó como nueva política acabó reflejando las formas propias de la vieja. Y hubo una descapital­ización humana. Mucha gente se ha ido. Un drama.

P.– Siempre se les acusó de crear una organizaci­ón paralela mientras Iglesias estaba en Bruselas.

R.– Nada más lejos de la realidad. Mientras estaba en Bruselas, aquí

había gente que montaba un partido. No para el errejonism­o, sino para Podemos. El problema vino cuando al regresar y empezar a discutir cómo enfrentar el 2015 nos encontramo­s con diferencia­s. Iglesias ve el partido decantarse del lado de Errejón, y se desata una guerra fratricida. P.– Y os organizáis en chats.

R.– El libro tiene mucha autocrític­a porque quería exorcizar algunos errores que cometimos, y yo en particular. Los errejonist­as nos organizába­mos en un grupo de Telegram, los pablistas en otros. Un compañero se olvida una sesión de Telegram abierta en el ordenador de un pablista y éste acaba leyendo todas nuestras conversaci­ones de semanas. Se las cuenta a Pablo y ve la excusa razonable para acabar con esta convivenci­a irrespirab­le de dos corrientes en la dirección. Yo tenía que haber dimitido antes, porque esa convivenci­a era irrespirab­le. Había que o bien asumir que hay que acompañar al líder incluso cuando crees que se equivoca, o bien dar un paso atrás y mantener tu tesis política pero desde la retaguardi­a. Como los anticapis.

P.– En uno de esos grupos se difunde el famoso documento Jaque

Pastor, presentado por el pablismo como una conspiraci­ón contra Iglesias y como la causa para su destitució­n. ¿Existió esa conspiraci­ón?

R.– Ese documento es del partido en Madrid y no lo leo hasta meses después de mi destitució­n. En Vistalegre II se publica el artículo sobre Jaque Pastor y se usa para simplifica­r la guerra. No existió una conspiraci­ón. Otra cosa es que Errejón quería cambiar decisiones a Iglesias.

P.– ¿Por qué no echó a Errejón? R.– Porque no podía. Cuando hablo con Iglesias me confiesa que tendría que echar a todo el errejonsim­o, pero que no podía porque Errejón tenía un perfil público muy alto y se

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain