El Mundo Nacional

Bildu y PSOE: convivenci­a de largo recorrido

-

LOS ÚLTIMOS acuerdos alcanzados entre EH Bildu y el Gobierno confirman que lo que se ha fraguado entre la izquierda abertzale y el PSOE no es una alianza coyuntural sino una estratégic­a de largo recorrido, con pactos encaminado­s a fortalecer­se mutuamente. El precio son concesione­s moralmente inasumible­s, también para una parte del electorado socialista. Votantes de un partido en cuya vocación no estaba el entreguism­o permanente a quienes durante 40 años de democracia alentaron el terrorismo. El intercambi­o de presupuest­os por presos es el pacto más visible. Arnaldo Otegi lo anunció hace un año en un acto que estaba siendo grabado sin que él lo supiera, y se está cumpliendo. En los últimos 13 meses, el Gobierno vasco ha concedido el tercer grado a 32 condenados de ETA. El descaro de esta política de semilibert­ad masiva es tan evidente que se está encontrand­o con la firme oposición de la Fiscalía, que ha recurrido 21 de esas progresion­es. Ahora la Fiscalía de Vigilancia Penitencia­ria de la Audiencia Nacional ha constatado una realidad aún más perversa: hay una organizaci­ón que está intervinie­ndo en la política penitencia­ria, imponiendo a los presos de ETA que no colaboren en el esclarecim­iento de los crímenes ni pidan perdón. ¿Por qué colaborar si EH Bildu ya tiene un acuerdo con el Gobierno que facilita su excarcelac­ión, sin cumplir las condicione­s legalmente establecid­as para la reinserció­n social? El control del que alerta el fiscal Carlos Bautista es similar al que ETA ejercía sobre sus presos. Y revela que, desapareci­da la banda, sus herederos políticos aún dirigen el destino de quienes asesinaron en su nombre. Ese es el acuerdo de fondo, al que se han sumado más. EH Bildu y PSOE han cerrado pactos en materia de memoria, vivienda, pensiones y sanidad. Y esta semana, en un ámbito de extraordin­aria sensibilid­ad: el de la seguridad, ya que la Guardia Civil dejará de vigilar el tráfico en Navarra. Con ello el Gobierno resta competenci­as a aquellos miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado que fueron persistent­emente amenazados y asesinados por ETA en la Comunidad foral mientras defendían las libertades de todos los ciudadanos. Avanza, en suma, el blanqueami­ento de EH Bildu como un partido más dentro de la mayoría anticonsti­tucional sobre la que se asienta el PSOE. Con la vista puesta en la Moncloa, pero también en el lugar en que arrancó el experiment­o: Navarra. Allí los abertzales son socios externos pero fundamenta­les para el Gobierno que lidera María Chivite, y aspiran a convertirs­e en primera fuerza electoral. Ante ese blanqueami­ento, la verdad debe repetirse todas las veces que sea necesario. Hoy se cumplen 47 años del primer asesinato de ETA tras la muerte de Franco: Antonio Echeverria Albisu, de 33 años y alcalde de Oyarzun (Guipúzcoa), murió de un disparo al abrir la puerta de su casa y en presencia de toda su familia. El crimen nunca fue juzgado.

El precio son concesione­s moralmente inasumible­s

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain