El criptoderrumbe por el colapso de FTX borra del mapa a BlockFi
SHUTTERSTOCK Se declara en bancarrota con unas obligaciones contraídas de hasta 10.000 millones
Desde el pasado 10 de noviembre los clientes de BlockFi, una entidad financiera especializada en préstamos de criptoactivos, sabían que algo no iba bien con sus ahorros. En un escueto correo la empresa comunicaba que la incertidumbre provocada por la caída del exchange FTX les obligaba a frenar temporalmente la retirada de depósitos y congelar las cuentas.
Dos semanas después, ese «temporalmente» suena demasiado optimista. BlockFi se ha declarado en bancarrota, reconociendo que es incapaz de pagar a sus deudores porque no está segura de poder recuperar lo prestado a otras compañías. También, presumiblemente, porque buena parte de sus fondos de reserva estaban invertidos en la filial estadounidense de FTX.
«Nuestro equipo ha explorado todas las opciones estratégicas y alternativas disponibles. Acogerse a la protección de la bancarrota nos permitirá estabilizar el negocio», apuntaron ayer desde la empresa, añadiendo que intentarán recuperar todo el dinero prestado. Según el informe presentado ante las autoridades, la compañía tiene obligaciones contraídas por un valor entre 1.000 y 10.000 millones de dólares.
Entre los afectados se encuentran miles de pequeños inversores que habían soñado en enriquecerse confiando sus criptomonedas al servicio de custodia de la empresa.
BlockFi, fundada en EEUU, ofrecía préstamos en dólares a cambio de criptomonedas. Esto permitía a los inversores obtener liquidez sobre sus reservas sin tener que lidiar con las obligaciones fiscales que supondría vender sus bitcoin o cualquier otra criptodivisa que poseyeran en su cartera. En 2020 y 2021, con los precios del bitcoin disparado, era un servicio increíblemente atractivo.
BlockFi también ofrecía la opción de depositar criptomonedas en su cuenta de custodia y obtener por ello un elevado interés. El servicio, a su vez, prestaba estos activos a terceras empresas. Valorada en más de 3.000 millones de dólares en la última ronda de financiación, la compañía estaba explorando también otros productos, como tarjetas de crédito y débito asociadas a las reservas de criptomoendas de los usuarios. En total, contaba con casi medio millón de clientes.
La situación vuelve a poner de manifiesto el problema que supone la falta de regulación en el sector de las criptomonedas y lo interdependientes que son la mayoría de sus principales actores.
La caída de las criptomonedas Terra y Luna, varios problemas de liquidez y una caída generalizada de las divisas digitales más fuertes, como Bitcoin o Ethereum, han comenzado a desmadejar la compleja red de préstamos y valoraciones desmedidas de que sostenían todo el sector.
Con cada nuevo tropiezo en el sector, el papel central que jugaba FTX, que era el segundo exchange más grande del mercado, queda de manifiesto.
BlockFi, sin ir más lejos, tenía abierta una línea de crédito de 400 millones de dólares con FTX desde
BlockFi tenía gran exposición a FTX. Sus 400 millones de crédito iban asociados a una posible compra.
mediados de año, una maniobra necesaria para estabilizar sus cuentas tras el desplome que sufrió Bitcoin en primavera. La línea de crédito iba asociada también a una posible oferta de compra, que al final no se ha materializado. Hay quien considera que hay muchos paralelismos entre la caída en desgracia de la firma y la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers, el evento que precipitó la crisis económica de 2008.
Aunque BlockFi no es tan grande como otras firmas que están también explorando la bancarrota, como Genesis, el impacto en la comunidad de inversores en criptomonedas ha sido profundo. El fondo del magnate Peter Thiel, por ejemplo, era dueña de un 19% de la compañía, y otras grandes formas de capital riesgo también habían apoyado a la entidad. Ahora el miedo es que el efecto contagio arrastre a otros proyectos y empresas.