Un animalismo apenas alfabetizado
F. JIMÉNEZ LOSANTOS
SERGIO TORRES es el responsable del ala animalista del Gobierno. Su título oficial es el de Director General de Derechos de los Animales, del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Y uno podría pensar que con un título tan largo y para compensar la acreditada ignorancia de la facción comunista del Gobierno Sánchez, poseería extensos conocimientos en la materia o tendría dilatada experiencia en el campo, como veterinario o como agricultor y ganadero, que las dos cosas han sido siempre los que en el campo y del campo viven. En sus manos y leyes está el futuro de la ganadería española, así que algo debería saber sobre materia tan delicada.
Pues no. Sergio Torres tiene una formación académica que se limita a un módulo de Artes Aplicadas a la Escultura. Es un simple propagandista o un propagandista simple que repite todos los latiguillos y latigazos de la extrema izquierda podemita, normalmente en forma de tuits, la unidad de pensamiento político barato, y en los que acredita una ignorancia sobre la Historia, la política o lo que antaño se decía cultura general semejante a la que sobre el reino animal le adjudican los ganaderos, que le tienen pavor.
Torres es el padre de la Ley de Bienestar Animal, que resume todas las manías izquierdistas en la materia, entre el Bambi de Walt Disney y las teorías que los Verdes alemanes han sembrado desde hace décadas en el despoblado magín de la progresía occidental.
La arbitrariedad en materia de mascotas compite con el desprecio por la dura vida cotidiana de los que en el campo luchan por mantener un modo de vida que es fruto del trabajo de muchas generaciones, y del que estos niñatos no tienen ni idea.
EL MUNDO ha publicados datos de sobra para comprobar que la Ley de Bienestar Animal no es una animalada, sino una hombrada progre, una prueba del desprecio histórico de los comunistas por los trabajadores del campo, a los que Marx condenaba por su apego a la propiedad privada. También demuestra la hipocresía de la izquierda sobre la llamada España vaciada, cuando son ellos los que la hacen invivible, legislando contra su supervivencia. Pero lo más ofensivo, para mí, es tener al frente de ese sector a un tío con un gradito de Escultura.
La Ley de Bienestar Animal resume todas las manías izquierdistas en la materia, entre ‘Bambi’ y los Verdes alemanes