De México a Doha: las tandas malditas
Los penaltis condenaron a España por quinta vez, pero esta fue la peor / «Fuimos superiores los 120 minutos», se lamentaba Simón
Cuando Hakimi disparó la última flecha de Marruecos, la que resultó mortal para España en la tanda de penaltis, Luis Enrique se levantó del banquillo, donde prefirió presenciar el fatal desenlace. Mientras los jugadores y parte del cuerpo técnico permanecían abrazados en la banda, él quiso vivirlo en soledad. Sarabia, que había entrado unos minutos atrás para ejecutar una de las penas máximas, Soler y Busquets erraron sus lanzamientos y la selección española volvió a despedirse de la misma forma de un Mundial. Igual que hace cuatro años, en el estadio Luzhniki de Moscú, frente a Rusia. Igual que en la última Eurocopa, en la semifinal frente a Italia. Pero el seleccionador se levantó de su asiento y se dirigió hasta el centro del campo para ir consolando uno por uno a sus jugadores. La travesía por Qatar, pese al dominio, había tocado a su fin.
Esta vez, el héroe no fue Unai Simón, sino Bono, el guardameta cincelado en el fútbol español. «Creo que en los 120 minutos de partido fuimos superiores, pero de poco vale lo que diga ahora si no acertamos de cara a gol. En la tanda de penaltis ellos han sido mejores y es lo que les ha hecho llegar a cuartos», lamentaba Unai Simón, que llegó a detener uno de los lanzamientos marroquíes. «Es lo que tienen los penaltis. Haces un gran partido y no consigues marcar. En esa suerte puede pasar cualquier cosa", añadía Marcos Llorente, tras su primer partido en el torneo.
Bajó hasta el césped Luis Rubiales, el presidente de la RFEF, que recibió la llamada del Rey Felipe VI, igual que Luis Enrique. Hubo lágrimas, claro. Mientras el estadio Education City, que ya forma parte de la leyenda negra de la selección española, rugía entusiasmado por esa mayoría marroquí que llenó el recinto. Fue como si en realidad esos 120 minutos de partido, más la intensa tanda de penaltis, se hubiera disputado en el mismísimo Rabat.
Otro desenlace trágico más desde los 11 metros en un Mundial.
EL REY LLAMÓ A RUBIALES, PRESIDENTE DE LA RFEF, Y A LUIS ENRIQUE TRAS LA DERROTA. EN LA GRADA HUBO MAYORÍA MARROQUÍ
Como ante Bélgica (1986), Corea del Sur (2002) y Rusia (2018). Ahora ha sido Marruecos, que por primera vez empujaba al abismo a España, y de paso escribía la página más brillante de su historia, la que anota su nombre en la lista negra. «Ellos tenían muy claro a lo que querían jugar, no tenemos mucho más que decir», zanjaba Rodri.
A Pablo Sarabia le tocó saborear uno de los tragos más amargos de su carrera. Luis Enrique le llamó en el ocaso de la prórroga (118), pensando en los penaltis, y él mismo pudo haberlos evitado con un remate que acabó besando el poste de Bono. Fueron sus únicos minutos en este campeonato. Y quiso el destino que bajo la noche cerrada de Doha, entre el estruendo marroquí de la grada, Pablo mandase al poste derecho su disparo. Era el primer tachón en su carrera tras 16 lanzamientos sin error. Acaso una premonición de la que resultó ser la peor secuencia de España en un Mundial. Porque tras el suyo, llegarían los fallos de Soler y Busquets, que creyeron ver un gigante en la figura de Bono, que fue elegido el MVP del partido. Nunca antes España se había quedado a cero en una tanda.
Los octavos volvieron a ser un muro insalvable. Son ya 12 largos años, desde aquel éxtasis en Sudáfrica 2010, sin superar esa dichosa barrera. Y todo por la tanda de penaltis más maldita.
EN 2018, EL DESPIDO
PRECIPITADO DEL TÉCNICO
CONTAMINÓ AL EQUIPO. AHORA
TODO ERA ARMONÍA CON EL ‘SELECCIONADOR-STREAMER’
se habían adaptado a las condiciones del choque. Gavi, inicialmente por su agresividad, y Dani Olmo, el más vertical hasta la entrada de Morata. No estuvo fino.
No hay excusa posible. El balón fue de la selección, cierto, como también ante Japón. Eso nadie lo discutía, nadie, ni siquiera sus rivales, como tampoco lo hizo Rusia. Entonces se reclamaba un cambio de ciclo tras un Mundial contaminado por el despido del técnico y el papelón de Hierro. Ahora nada de eso sucedía, todos con buen rollo y un seleccionador-streamer. Ahora tenemos un problema.
SARABIA, QUE HABÍA TIRADO 16 PENAS MÁXIMAS SIN FALLAR NI UNA Y ENTRÓ PARA ESO, MANDÓ AL POSTE EL PRIMER LANZAMIENTO