EL PARTENÓN ‘INGLÉS’ MÁS CERCA DE GRECIA
bueno de las autoridades, aunque la evidencia ha demostrado que gran parte de los 75 metros de los 160 del friso del Partenón (de 2.500 años de antigüedad, atribuidos al escultor Fidias) pudieron ser desprendidos de forma violenta.
Años después, Elgin se declaró en bancarrota y decidió vender la colección al Parlamento, que votó a favor de su adquisición pese las dudas sobre la ética y la legalidad de su procedencia. Así fue como acabaron en el Museo Británico, que atesora una de las mayores colecciones mundiales de piezas de arte de la Grecia clásica.
Según el diario Ta Nea, las conversaciones al más alto nivel suponen una notable mejora con respecto a la acritud del pasado, pero al mismo existe aún la posibilidad de llegar a un punto muerto si no se encuentra una fórmula final.
«Atenas nunca aceptará la repatriación de los mármoles del Partenón en forma de préstamo», advirtió a The Observer el secretario de Estado griego Giorgios Gerapetritis. «Nos queda un largo camino, pero lo que estamos intentando es sentar las bases para una mayor cooperación».
La llegada de George Osborne a la presidencia del Museo Británico ha cambiado ostensiblemente la dinámica y ha creado un vínculo muy directo entre la institución y el Gobierno conservador. En su reciente visita a Londres, Mitsotakis tuvo la ocasión de expresar su visión sobre el futuro de las esculturas del Partenón al rey Carlos I y al premier Rishi Sunak.
Un portavoz de Downing Street aseguró sin embargo que el Gobierno no tiene intención de cambiar la ley que permite que los museos puedan deshacerse piezas histórica «solo en circunstancias muy limitadas». El citado portavoz reiteró que la posición del Gobierno no ha cambiado y que la gestión de las colecciones del Británico está en manos de sus fideicomisarios.
El Museo Británico ha expresado su intención de formar «un consorcio del Partenón con Grecia», pero ha advertido que cualquier acuerdo tendrá que hacerse «dentro de la ley» y que en ningún caso está dispuesto a «desmantelar una gran colección que cuenta una historia única para la humanidad».
Egipto ha dado por su parte los primeros pasos para intentar recuperar la piedra Rosetta, otro de los tesoros del Museo Británico, donde se exhibe del 1802. Más de 110.000 egipcios se han sumado a la petición popular lanzada por el ex ministro de Antigüedades Zahi
Hawass, que asegura que la codiciada estela (fundamental para descifrar la escritura jeroglífica) fue arrebatada a su país injustamente y en «un robo anglo francés».
La piedra Rosetta –inscrita en el año 196 antes de Cristo en nombre del faraón Ptolomeo V– fue hallada en 1799 por el capitán Pierre-François Bouchard en el delta del Nilo durante la campaña francesa en Egipto. El ejército británico derrotó sobre el terreno a las tropas napoleónicas y la pieza fue transportada a Londres tras la firma de la Capitulación de Alejandría.
«No estoy en contra de que las antigüedades egipcias se exhiban en mundo, pero sí me opongo a los métodos coloniales que siguen usando los museos los museos europeos y americanos con las piezas robadas», declaró Zahi Hawass a The Times. «No estamos
EL MUSEO BRITÁNICO PRETENDE HACER UN “CONSORCIO DEL PARTENÓN” CON GRECIA
LOS POLÉMICOS MÁRMOLES LLEGARON A SUELO INGLÉS ENTRE 1801 Y 1805
pidiendo al Museo Británico que nos devuelven las 100.000 piezas egipcias que tienen. Solo queremos una: es hora de que la pieza que simboliza nuestra identidad vuelva a casa».