PATIO GLOBAL / FRANZISKA GIFFEY Y BETTINA JARASCH
JENS KALAENE / CONTACTO PHOTO
dos exclusivas joyerías que resisten en la calle. Sus clientes no van en bicicleta a comprarse un Rolex o a elegir un anillo de pedida. La Friedrichstrasse pasó de la agonía al desahucio. Los arbolitos se fueron secando y los expositores, vacíos y llenos de polvo, más que incitar a las compras partían el alma.
La alcaldesa se solidarizó públicamente con los comerciantes, pero las competencias eran de Jarasch. Y así las cosas, apareció otra mujer, Anja Schröder, propietaria de una tienda de vinos situada en una paralela a Friedrichstrasse y a la que sus clientes tampoco podían ir a cargar en patinete. Acudió a los tribunales en busca de una «protección legal provisional». En octubre llegó la sentencia y fue a su favor. El Tribunal Administrativo determinó que el corte parcial de la calle berlinesa era ilegal. Giffey se alegró del veredicto y pidió a Jarasch que reabriera inmediatamente la Friedrichstrasse. La senadora hizo oídos sordos. Decidió agotar el tiempo fijado para presentar recurso y mantener con ello su pulso de poder con la alcaldesa. Jarasch no ha recurrido, pero ya ha puesto en marcha otra estrategia. Ha pedido la recalificación de la calle y la autoridad competente está en manos de los Verdes.
Hasta que haya una resolución y agotados todos los plazos para liberar la calle, los coches han vuelto a circular esta semana por la Friedrichstrasse. Eso sí, la senadora no está dispuesta a tragarse el sapo ella sola. Ha convertido en poco más de 24 horas la Charlottenstrasse, donde se encuentra la enoteca de Anja Schröder y era la única en la que se podía aparcar, en una vía exclusiva para bicicletas. Pero esto no quedará así.
Giffey y Jarasch volverán a medir fuerzas en las urnas en febrero, pues la capital, ejemplo de que en Alemania también existe la chapuza, repetirá elecciones por irregularidades. *
De la noche a la mañana, Jarasch llenó la arteria comercial de macetones, quioscos y bancos
La propietaria de una tienda de vinos gana una demanda que declara ilegal el corte parcial de la vía