ACUERDO SÍ, SOBERANÍA, NO
Ambas partes han dejado el tema del territorio de lado para poder avanzar
Unión Europea y Reino Unido llevan tres años de intenso trabajo para ultimar un acuerdo sobre la relación entre Gibraltar y el resto de la UE. Las negociaciones y sus principales escollos se llevan con absoluta discreción por todos los actores, sin embargo, hay algo que todas las partes reconocen: que tanto España como Gibraltar han tenido que dejar el debate sobre la soberanía de lado para llegar a algún punto común. Porque entrar en la discusión sobre los territorios que concede a Reino Unido el Tratado de Utrecht o a quién pertenece el istmo de Gibraltar sería no avanzar. Y ambas partes mantienen siempre su voluntad de solucionar este problema.
Fue en la Nochevieja de 2021 cuando las partes cerraron un primer documento de trabajo, sobre el que establecer unas bases para hablar de un futuro encaje del Peñón dentro de Europa y en su trato diario con España, el primer afectado de las negociaciones. Desde entonces, se han producido 18 rondas de negociaciones de los equipos técnicos de ambas partes. Reuniones en los que exponen sus criterios y, tras discutirlos, devuelven los expedientes a los funcionarios correspondientes para seguir avanzando. España delegó su representación en estas negociaciones en la Unión Europea. Eso, según reconocen fuentes consultadas, ha ralentizado el proceso, pues la UE llegaba con expedientes sobre temas que luego España se veía obligada a matizar y devolver. Por otro lado, Reino Unido y Gibraltar han trabajado estos años en paralelo a una Solución No Negociada por si eso sucediera. Pero siempre con voluntad de llegar a un acuerdo.
El pasado mes se produjo la primera reunión a tres en Bruselas. Participaron el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Cameron, el español, José Manuel Albares y el vicepresidente de la Comisión Europea que negocia las relaciones con el Peñón, Maros Sefcovic. Fueron las fuentes oficiales de Gibraltar quienes anunciaron un encuentro que se quería llevar con discreción, pero la antigua colonia siempre ha querido mostrar su papel dentro de las negociaciones. «Hoy no es un día de negociación más. Hoy ha sido un día muy importante, donde se han conseguido avances importantes y en el que todos estamos de acuerdo en seguir trabajando las próximas semanas para concluir», dijo Albares tras el encuentro a tres, el primero en el que mostraron la voluntad de avanzar.
Tal y como ha sabido EL MUNDO, estas semanas de negociaciones han sido muy constructivas y las tres partes preparan un nuevo encuentro que se producirá en las próximas semanas, con el que esperan poder llegar a un acuerdo final. Los puntos de acuerdo están en la eliminación de la verja y el uso compartido del aeropuerto. Aquí es donde la soberanía de la zona se va a convertir en el elefante de la habitación. Nadie va a hablar sobre si aceptar un uso conjunto de la pista de aterrizaje supone ceder la soberanía del lugar donde está construida a Gibraltar. Pero España no va a cejar en sus aspiraciones de soberanía territorial fuera de ese acuerdo.
Otro escollo que ambas partes han querido salvar es el de la fiscalidad. Si el acuerdo incluye derribar la verja, ¿cómo se controla que los ciudadanos coticen en Gibraltar pero vivan en pueblos gaditanos? Los gobiernos trabajan con planes de listas compartidas para poder controlar este tipo de acciones. También ambas partes quieren evitar el tráfico de bienes como el tabaco, aunque la subida impositiva de los cigarrillos en el Peñón ya hace que la diferencia de precio no sea tanta.
Albares ya prepara el terreno para el acuerdo final. Ayer, el ministro mantuvo una conversación telefónica con el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. El jefe de la diplomacia española le solicitó el apoyo de la Junta para este acuerdo, «que traerá prosperidad compartida a la comarca del Campo de Gibraltar y a los 300.000 andaluces que viven allí», informaron en una nota de prensa colgada en la web del Ministerio. También ofreció a Moreno su «plena disponibilidad» para reunirse personalmente. El presidente de Andalucía expresó su pleno apoyo y aprovechó la ocasión para pedir a Albares que el trato con Gibraltar sirva de impulso para la zona. Después se reunió con los alcaldes del Campo de Gibraltar, a los que el ministro recibirá el próximo lunes en Madrid para trasladarles los puntos del posible acuerdo.