El Mundo Nacional

Sánchez convierte la diplomacia en arma política

La crisis con Argentina evidencia el uso partidista del protocolo

- MARINA PINA

En los seis años que lleva en el poder, Pedro Sánchez ha trabajado en proyectar su imagen internacio­nal, una de las patas más importante­s de su presidenci­a. El líder del PSOE ha organizado una cumbre de la OTAN y se ha involucrad­o en dos guerras, la de Ucrania y la de Gaza. En este tiempo, Sánchez ha tenido problemas diplomátic­os con Marruecos, Argelia e Israel. Pero en ninguno de estos casos la tensión se ha extrapolad­o a los usos diplomátic­os. Hasta ahora. Porque Javier Milei parece en sí mismo una línea roja para el presidente.

Cuando Israel le acusó de colaborar con Hamás, España se limitó a convocar a la embajadora. Ahora que el presidente argentino ha hablado de una esposa «corrupta», el Gobierno ha mezclado los instrument­os de la diplomacia con acusacione­s a la oposición. un estado Palestino tener algún peso en Oriente Medio –y que duró hasta que Antony Blinken cuadró al cursi José Manuel Albares–, Sánchez utiliza la referencia de Milei a su esposa para, por un lado, elevar a Gómez a institució­n del Estado, una reina consorte republican­a. Improvisan­do una nueva arquitectu­ra constituci­onal sin necesidad de consenso ni referéndum que la avale. Y, por otro lado, presentar el 9-J como la inevitable ampliación del campo de batalla del sanchismo.

Dos horas después del discurso de Javier Milei en el mitin de Vox en Vistalegre, Moncloa activó todos sus resortes para defender la postura que más tarde iba a verbalizar el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares: que Javier Milei insultara al presidente del Gobierno en territorio nacional es algo inaceptabl­e que merece utilizar todas las herramient­as diplomátic­as para pararlo.

A continuaci­ón, Albares realizó una declaració­n institucio­nal en la que denunciaba que «las gravísimas palabras pronunciad­as por Javier Milei en Madrid sobrepasan cualquier tipo de diferencia­s políticas e ideológica­s, no tienen precedente­s en la historia de las relaciones internacio­nales

Es muy probable que el teatral encontrona­zo con Milei, al que se exige las disculpas públicas que no le pidieron al colombiano Gustavo Petro por insultar en las Cortes a España y al mexicano López Obrador por hacer lo mismo con el Rey, le pueda dar algunos votos extras al líder del PSOE en su pugna con el PP. Principalm­ente porque es una operación construida con los materiales con los que triunfa el populismo contemporá­neo: la desmemoria, el cinismo y la hipocresía... Tanto porque de forma sistemátic­a, y para perfilarse como referente de la nueva izquierda –como hizo Rodríguez y aún menos en la historia de las relaciones entre dos países y dos pueblos unidos por fuertes lazos de hermandad». Para después desvelar: «Acabo de llamar a consultas a nuestra Embajadora en Buenos Aires, sine die».

Es la primera vez que se toma esta decisión de protesta por una cuestión de enfrentami­ento dialéctico entre mandatario­s. El hecho ha sido criticado incluso por sus socios, que acusan de falta de coherencia al Gobierno al no hacer lo mismo con la embajadora en Israel. Pero para reforzar esta comparecen­cia institucio­nal, todo el PSOE se ha puesto en marcha. Así, además de tuits de los ministros socialista­s del Gobierno condenando a Milei, el ministro de Asuntos Exteriores escenificó una ofensiva en prensa desde primera hora de la mañana de ayer.

Albares tuvo seis intervenci­ones, entre radio y televisión. Comenzó la mañana en la Cadena Ser. Ante la pregunta de si se plantean romper relaciones, el jefe de la diplomacia respondió: «Si no hay disculpas, lo vamos a hacer». Sin embargo, conforme pasaba la mañana, el canciller español rebajaba el tono y aseguraba esperar esas disculpas, que la cancillerí­a Argentina ya ha dicho que no van a suceder. Era el presidente del Gobierno quien insistía en que habría una «respuesta» si Milei no se disculpa.

A la una de la tarde, el embajador en España, Roberto Bosch, cruzaba las puertas del Ministerio de Asuntos Exteriores, convocado por el jefe de la diplomacia española. En la reunión, Albares ha reiterado la exigencia de «una rectificac­ión pública ante las palabras de Javier Milei», explicaron fuentes de Exteriores.

Una hora después, el portavoz del Gobierno de Argentina, Manuel Adorni, expresaba en una rueda de prensa su sorpresa por la primera crisis diplomátic­a a este nivel impulsada por España. «Llama la atención que se pongan en tensión las relaciones entre dos países por una decisión poco pensada», decía, insistiend­o en que para ellos no había un problema diplomátic­o.

Este es el último ejemplo en que un problema político ha saltado a la diplomacia. Lo mismo sucede con la inclusión del catalán en las institucio­nes europeas. «En Bruselas su último problema son las lenguas cooficiale­s de España, que es para ellos un problema interno», explica un diplomátic­o a EL MUNDO. Sin embargo, la carrera diplomátic­a parece trabajar para el programa de Gobierno.

Zapatero a Estados Unidos con la excusa de Irak–, el Gobierno de Sánchez ha insultado y menospreci­ado a los ejecutivos y/o líderes de Italia, Polonia, Israel, Hungría, Reino Unido, Austria y Argentina... Como porque el Gobierno que «lucha contra la ultraderec­ha» cobija en su seno el fascismo hoy más peligroso: el islamismo y la judeofobia que por boca de la ministra Sira Rego jalea lemas genocidas contra Israel; y el putinismo disfrazado de pacifismo asambleari­o que a través de Sumar-Podemos colabora a que España sea uno de los países de la UE que menos ayuda militar ha dado a Ucrania.

Albares asegura que habrá más represalia­s si Milei no se disculpa

En Argentina niegan una crisis diplomátic­a y piden rectificac­ión

 ?? DIEGO RAMADÉS / E.P. ?? Y EN CUATRO DÍAS, PRIMER CHOQUE. Albares convocó ayer al embajador de Argentina, Roberto Bosch, en la sede del Ministerio, para exigirle que Milei se disculpe. Lo hizo sólo cuatro días después de que presentara sus credencial­es al Rey. Según Exteriores, «el encuentro se produjo dentro los cauces del respeto y la cortesía diplomátic­a».
DIEGO RAMADÉS / E.P. Y EN CUATRO DÍAS, PRIMER CHOQUE. Albares convocó ayer al embajador de Argentina, Roberto Bosch, en la sede del Ministerio, para exigirle que Milei se disculpe. Lo hizo sólo cuatro días después de que presentara sus credencial­es al Rey. Según Exteriores, «el encuentro se produjo dentro los cauces del respeto y la cortesía diplomátic­a».

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