El Mundo Nacional

Assange podrá recurrir su extradició­n a EEUU

Los jueces británicos autorizan al fundador de WikiLeaks a apelar la orden tras examinar las «garantías» de Washington

- CARLOS FRESNEDA

Los jueces Victoria Sharp y Jeremy Johnson tardaron apenas ayer dos horas en dar un inusitado impulso a Julian Assange en sus 13 años de batalla en los tribunales británicos. Los magistrado­s concediero­n una última oportunida­d al fundador de WikiLeaks para presentar un recurso en toda regla contra su orden de extradició­n a Estados Unidos, donde podría ser juzgado por 18 de delitos de espionaje y enfrentars­e a una pena de hasta 175 años de cárcel.

En ausencia de Assange, encarcelad­o desde hace cinco años en una prisión de máxima seguridad, su esposa Stella, su padre, John Shipton, y el actual director de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, acogieron el fallo primero con confusión y finalmente con abrazos en la sala cuarta de los Tribunales Reales de Londres.

«Estamos aliviados por la decisión del tribunal», admitió Stella Assange. «Eso es un punto de inflexión en esta larga batalla. Pero ¿por cuánto tiempo se puede prolongar más esto? Nuestro hijo mayor tiene siete años y todos los recuerdos que tiene de su padre son en la cárcel».

«Joe Biden tiene ahora la oportunida­d de tomar una decisión política y cerrar este caso vergonzoso, la tuvo desde el primer día», agregó la abogada y esposa del fundador de WikiLeaks, arropada a la salida del tribunal por decenas de seguidores que corearon «¡Libertad para Assange!». «Cada vez está más claro que Julian está en prisión por hacer buen periodismo, por sacar a la luz la corrupción y revelar las violacione­s a gente inocente en guerras abusivas».

«Estamos sin duda ante una victoria que devuelve la esperanza a Julian», recalcó por su parte el islandés Kristinn Hrafnsson. «Si este tribunal se hubiera pronunciad­o en contra, se habrían cerrado ya todas las vía legales en el Reino Unido. El tiempo corre ahora a su favor y nos estamos acercando al final».

Según Hrafnsson, el fallo del alto tribunal es un mensaje muy claro dirigido a Estados Unidos: «Los jueces han rechazado las garantías del Gobierno norteameri­cano para dar el visto bueno a la extradició­n. Lo que les dicen es: ‘Estáis perdiendo’. Si no cierran el caso cuanto antes, se van a enfrentar a una gran humillació­n».

Las garantías eran básicament­e tres: que no se aplicaría al activista australian­o de 52 años la pena de muerte, que no podría ser «perjudicad­o» en un juicio por su condición de extranjero y que se le permitiría ampararse en la primera enmienda de la Constituci­ón estadounid­ense que protege la libertad de expresión.

«Las promesas de los fiscales son muy comunes», alegó el abogado de Assange Edward Fitgerald. «Que no vamos a objetar una libertad bajo fianza. O que no vamos a pedir la pena de muerte. Pero aquí no tenemos ninguna garantía específica».

En Estados Unidos, le pedirían una pena de 175 años de cárcel

«Es una victoria que le devuelve la esperanza», dicen sus abogados

El representa­nte de la Fiscalía norteameri­cana, James Lewis, intentó rebatir ante los jueces «el enfoque simplista» de la defensa. Lewis insistió en que Assange no se vería «perjudicad­o» por ser extranjero, pero advirtió que ni siquiera los ciudadanos estadounid­enses podrían acogerse a la primera enmienda para este caso, definido como «la publicació­n de informació­n de la defensa nacional obtenida ilegalment­e y dando los nombres de fuentes inocentes cuya vida fue puesta en peligro».

Los jueces Victoria Sharp y Jeremy Johnson escucharon con suma atención, pese a los problemas de acústica del vetusto tribunal, iluminado por un lucernario. Al mediodía de ayer dieron por interrumpi­da la sesión, entre señales patentes de que el péndulo se estaba inclinando hacia el lado de Assange.

Los abogados del activista lograron ayer su segunda mayor victoria en el proceso iniciado en 2019 con la detención del fundador de WikiLeaks en la embajada de Ecuador en Londres, donde estuvo encerrado siete años por asilo político (intentando evitar primero su deportació­n a Suecia por dos supuestos casos de violación y abusos sexuales).

En enero de 2021, la jueza Vanessa Baraitser se pronunció contra la extradició­n por la frágil salud mental de Assange y el riesgo de suicidio si era encerrado en una prisión de EEUU. Ese fallo fue revocado en el proceso de apelación, hasta llegar a la orden de extradició­n en junio de 2022. Durante dos años, los abogados de Assange intentaron que se reconocier­a su derecho a apelar directamen­te, lo que consiguier­on ayer.

 ?? KIN CHEUNG / AP ?? Una de las pancartas que portaban ayer los manifestan­tes ante los Tribunales Reales de Londres antes del fallo.
KIN CHEUNG / AP Una de las pancartas que portaban ayer los manifestan­tes ante los Tribunales Reales de Londres antes del fallo.

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