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El farmacobiólogo que llevaba más de 10 años asesinando mujeres “en estado de frenesí”
Bautizado ya como el ‘monstruo de Iztacalco’, su detención por estrangular a una adolescente, y apuñalar a su madre, llevó al hallazgo de cinco cráneos y restos de otras mujeres en su propia casa. Publicó en redes sociales una poesía dedicada a una víctim
«Cuando un cuerpo es asfixiado, quitas las manos y hay una respiración agónica. Eso es muy normal», relata ante el juez con absoluta frialdad y sin el más mínimo arrepentimiento Miguel Cortés Miranda, detenido en México el 16 de abril por el feminicidio de María José, una adolescente de 17 años, y tentativa de feminicidio de la madre de la joven. Con todo lujo de detalles y muy calmado, Cortés contó que no era la primera vez que se colaba en la casa de su vecina en la colonia La Cruz Coyuya de la alcaldía de Iztacalco de Ciudad de México.
En esta ocasión, fue sorprendido por la adolescente, de modo que el agresor entró en un estado de «frenesí», por lo que la asfixió hasta la muerte. «Yo, para no quedarme más tiempo en la posición de ahorcamiento, cuando acomodé el cuerpo busqué en la cocina una bolsa de plástico y se la puse en la cara a la víctima para que continuara con su estado de asfixia». En ese instante, llegó la madre de la joven, Cassandra, quien intentó salvar sin éxito a su hija, dado que el asesino agarró un cuchillo y se lo clavó en el cuello, por lo que se debate entre la vida y la muerte en un hospital. Tras ser detenido por la policía, Cortés contó con total serenidad en la audiencia judicial que, tras matar a la adolescente y aparecer la madre, «seguía en mi estado de frenesí y dije: “ahora la cosa está mucho peor. Entonces, no me queda otro remedio, y parece que no tengo otra salida, que hacer prácticamente lo mismo con la señora”. Pero esta vez utilicé un cuchillo».
Tras el crimen, los vecinos que oyeron los gritos de la madre retuvieron al agresor hasta la llegada de la policía que, al inspeccionar la vivienda de Cortés, encontró cinco cráneos humanos y huesos, algunos de ellos en el congelador, así como material quirúrgico, prendas íntimas femeninas y un serrucho, por lo que se le vincula con al menos siete asesinatos más. Además, se hallaron identificaciones oficiales de alrededor de 20 mujeres reportadas como desaparecidas, por lo que no se descarta que se trate de un asesino en serie que hasta ahora no había sido descubierto por la aparente vida normal que llevaba en un país que registra un promedio de 10 mujeres asesinadas cada día. Se trata de un químico farmacobiólogo, que trabajaba en el laboratorio de un hospital de Ciudad de México y que alardeaba en sus redes sociales de viajar por el mundo, de hablar tres idiomas y de participar
en manifestaciones feministas y en defensa de los animales, definiéndose como una persona vegana. Como si se tratara del mismísimo doctor Jekyll y Mr. Hyde, Cortés, de 39 años, llevaba una doble vida. Por un lado, gozaba de éxito profesional, recorría el mundo publicando selfis en sus redes y asistía a movilizaciones contra el maltrato animal. Por otro, se dedicaba a asesinar a mujeres, entre las que podrían encontrarse sus parejas, compañeras de trabajo y de estudio o prostitutas.
La Fiscalía General de Justicia de Ciudad de México apunta a que las siete posibles víctimas de quien ya se conoce como el monstruo de Iztacalco podrían ser Amairany, de 31 años; Frida Sofía, de 32; Viviana Elizabeth, de 37; Norma Elena, de 41; Cristhina Vanesa, de 39; Laura, de 33, y Claudia Andrea, de 36. De momento, familiares de tres de las posibles víctimas ya han sido convocadas por la Fiscalía para realizar las comparaciones genéticas con los restos óseos y biológicos, así como de sangre hallados en el domicilio del sospechoso. Todas estas mujeres habían desaparecido en los últimos 10 años y se cree que el primer crimen podría haber sido cometido en el 2012, si bien el principal acusado pudo haber disuelto los cuerpos de sus víctimas en ácido aprovechando sus conocimientos como químico.
DIARIO CON DETALLES DE LOS CRÍMENES
Se investiga si el hombre es el autor de, al menos, siete muertes. También, si su formación en química le ayudó a disolver los cuerpos de más víctimas
El jefe de la Fiscalía General de Justicia, Ulises Lara, desveló que otro de los escalofriantes hallazgos en su apartamento es una serie de libretas en las que supuestamente, a modo de diario, detalló con pelos y señales cada uno de sus crímenes. También trascendió a través de periodistas locales que Cortés reveló en el diario que fue violado por su padre cuando era pequeño ante la indiferencia de su madre y su hermana que «lo consintieron», lo que habría generado en él un odio hacia las mujeres.
En sus redes sociales, publicó un poema, titulado Te extrañaré y todo apunta a que narra el crimen de una de sus víctimas, dado que la publicación coincide con la desaparición de Frida Sofía Lima Rivera, de 22 años, con quien, al parecer, mantenía una relación sentimental. Ella fue vista por última vez en 2015 a poca distancia de la vivienda del feminicida. El escrito contiene frases como «descubrí que tu cuerpo era duro y me asusté cuando noté que estabas fría» y «tu piel se manchó de sangre y tu cuerpo cambió de tonalidad a un rojo escarlata».
La hermana de Frida reveló que la relación de Miguel con la chica desaparecida se limitaba a una mera amistad, si bien destacó que ahora cobra sentido un regalo que éste le hizo a la joven: «Le dio un libro llamado El Perfume, no sé con qué fin, pero él se lo regaló». Se trata de la obra de Patrick Süskind, que cuenta la historia de un aprendiz de elaborador de perfumes que acaba convirtiéndose en un asesino en serie de mujeres vírgenes.
Otra de sus posibles víctimas es Viviana Elizabeth Garrido, una ingeniera bioquímica de 32 años, desaparecida desde el 30 de noviembre de 2018 y que trabajaba en el mismo laboratorio que Cortés con quien mantenía una amistad. Por el momento, y a la espera de esclarecer el resto de crímenes, permanecerá durante los próximos seis meses preso en el Reclusorio Oriente de Ciudad de México.
Claudia, hermana mayor del hoy detenido, señaló que ya han pedido a Cortés que confiese los feminicidios que cometió, al tiempo que reconoció en una entrevista que nunca imaginó que su hermano fuera «un monstruo». El abogado Arturo González, defensor de la familia de María José, apuntó que el asesino no está arrepentido de lo que hizo y que está plenamente consciente del crimen que cometió, pues no negó los hechos. Además, anunció que podría recibir una pena de más de 80 años de prisión, aunque ésta podría aumentar tras analizarse los restos humanos encontrados en su vivienda. A Cortés ya lo han bautizado como el Dahmer mexicano, comparándolo con Jeffrey Lionel Dahmer, el asesino en serie y agresor sexual de Estados Unidos que acabó con la vida y desmembró a 17 hombres adolescentes entre 1978 y 1991, llegando incluso a coleccionar calaveras y los restos en un refrigerador sin levantar ninguna sospecha durante más de una década.