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Y EEUU salvó a Europa: por cuarta vez
EL 11 DE noviembre de 1918 había en Europa dos millones de jóvenes norteamericanos en uniforme, una cifra muy parecida a los 2,25 millones de soldados estadounidenses que se encontraban en Europa el día de la capitulación alemana en 1945. Los primeros acabaron con los imperios alemán y austrohúngaro; los segundos, con el III Reich y el fascismo de Mussolini. 54.000 jóvenes norteamericanos dejaron su vida defendiendo a Europa en la primera guerra, 250.000 en la segunda.
La tercera salvación de Europa vino durante la Guerra Fría, cuando EEUU le proporcionó el paraguas militar y económico imprescindible para reconstruirse e integrarse, permitiendo alumbrar ese proyecto de paz llamado Unión Europea que hemos conmemorado este jueves 9 de mayo. En 1962, coincidiendo con el momento más tenso de la Guerra Fría, Estados Unidos mantenía a 400.000 soldados estacionados en Europa. Esa formidable fuerza fue crucial no solo para disuadir a la Unión Soviética y garantizar la paz, libertad y seguridad de Europa Occidental, sino para hacer posible la liberación en 1989 de todos los ciudadanos de países de Europa Central y Oriental que habían quedado cautivos y subyugados bajo la órbita de Moscú después de la Segunda Guerra Mundial.
La cuarta salvación americana ha tenido lugar estos días, en concreto, el 24 de abril, cuando Congreso y Senado aprobaron un paquete de ayuda militar a Ucrania de 56.000 millones de euros. Esa cifra –piensen que el presupuesto de defensa de España, que tiene una población parecida a Ucrania, es de 12.825 millones– permitirá a Ucrania sobrevivir a la ofensiva rusa. Sin esos envíos es más que probable que el frente ucraniano hubiera colapsado ante la ofensiva rusa, proporcionando a Putin una victoria que pondría dramáticamente en peligro la seguridad europea.
Una vez más, EEUU ha rescatado a Europa de sus demonios y divisiones actuando de forma decisiva en un momento límite. Jean Monnet, el arquitecto de la integración europea –también, muy discretamente, de las dos victorias aliadas–, fue siempre un profundo admirador de EEUU. El 9 de mayo celebramos el Día de Europa, sí. Pero, más de 100 años después de la primera salvación estadounidense de Europa, seguimos sin poder valernos por nosotros mismos.