El Mundo Primera Edición - Weekend
La guerra en Gaza rompe la escena ‘techno’ de Berlín
En marzo, la cultura de Berlín fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Esto significa que la vida nocturna de la capital alemana, a la que cada fin de semana vuelan personas desde Londres, París o Barcelona, está a la altura del flamenco o del tango. Para el en realidad, sólo hace falta resistencia y creer, como dicen los en la utopía.
Hasta los ataques de Hamas, la noche berlinesa hacía realidad ese sueño. Era inclusiva, tolerante e igualitaria. En el club Renate, uno de los más conocidos, sirios, israelíes gays y se difuminaban porque no había identidades. Inclusión a la hipérbole.
Todo ha cambiado. Los clubes que expresan su solidaridad con las víctimas israelíes se encuentran con la hostilidad de los Se retiran las invitaciones a DJ israelíes o éstos declinan por miedo. Y quien quiera organizar una fiesta en una festividad judía necesita protección policial.
Roy, israelí afincado en Berlín, no tiene ni una palabra buena que decir sobre el Gobierno de Netanyahu. Aun así, para el festival que organizó en Renate por la festividad judía del Purim tuvo que tomar precauciones. Contrató porteros para que registraran a los clientes y puso un cartel en la entrada: «Por favor, dejen todos los símbolos políticos en el guardarropa». La policía de Berlín envió dos furgones y media docena de agentes.
Roy organizó por primera vez el carnaval Purim hace 10 años. Lo convirtió en una institución. Pero la alegría se acabó el 7 de octubre. Los DJ israelíes guardaron silencio sobre Gaza
y la escena levantó la voz a través de plataformas como o Los israelíes dejaron de venir a Berlín. El clima político despierta todos los demonios y una actuación en una judía podría significar perder la invitación para otro lugar.
Informa el de que ejemplos de ese miedo hay muchos y cita la plataforma de
Hör, fundada por dos israelíes en Berlín. En Hör, los DJ actúan delante de una cámara en una sala de baldosas blancas y los vídeos reciben cientos de miles de Estrellas como Ellen Allien y Seth Troxler pinchan allí y para los DJ prometedores, una actuación es un espaldarazo. Últimamente, la conexión con Hör puede ser perjudicial para los artistas.
En las semanas que siguieron a la masacre de Hamas, se permitió a decenas de artistas utilizar la plataforma para expresar su solidaridad con pañuelos y camisetas de colores palestinos. Entonces, un DJ estadounidense que llevó una camiseta con un mapa que mostraba el territorio de Israel con los colores nacionales palestinos fue censurado. Activistas y DJ pidieron que se boicoteara a la plataforma. hizo un llamamiento a la «solidaridad anticolonial». En cuestión de días, dos célebres miembros de la subcultura
se habían convertido en «cerdos», «sionistas» y «asesinos de niños». La revista ha eliminado a Hör de todos sus eventos y ha desaparecido de los festivales de Toronto y Londres.
Al otro lado está About Blank, un club feminista y anticapitalista de Berlín. Desde que se pronunció contra todas las formas de antisemitismo en 2021, ha sido atacado y boicoteado por colectivos feministas
Incluso ha habido agresiones físicas. En el Día de la Memoria del Holocausto, a finales de enero, Blank acogió la proyección de un documental sobre la masacre en el Festival Nova. En los días siguientes, desconocidos arrojaron vasos de papel llenos de excrementos a la propiedad. A principios de abril, apareció el triángulo rojo que Hamas usa para señalar a las tropas israelíes en sus vídeos.
La Clubcommission, la asociación berlinesa de ocio nocturno, está entre dos frentes. Unos la critican porque sólo respondió en octubre con una declaración de solidaridad por las víctimas del Festival Supernova, sin mencionar a los judíos, y otros por no mencionar las palabras
y
Al parecer, las desavenencias parten de la propia organización. Un miembro de la junta directiva compartió un en Instagram en el que se refería a la masacre de Hamas como «resistencia contra la ocupación y el La comisión se ha disculpado y ha anunciado un formato de diálogo sobre el tema. «Demasiado poco y demasiado tarde», dice Roy.
Nidal Bulbul piensa lo mismo, aunque por razones opuestas. Nació en Palestina y vivió en Gaza hasta hace 14 años, cuando se instaló en Berlín para unirse a la escena Ha perdido a decenas de amigos y su familia sobrevive en tiendas de campaña en Rafah. Se siente perdido pues «fuera del ambiente como palestino, no recibes ninguna simpatía en Alemania. Ni se te permite llorar públicamente», lamenta.
La fractura está, pero hay esperanza. Días después de la fiesta de Purim, Roy recibió mensajes de sus invitados: «Me pasé todo el tiempo buscando lugares donde esconderme para sobrevivir a un posible ataque, pero estaba feliz de estar allí». «Me sentía seguro, cálido y acogido. Por primera vez en seis meses». En el club pinchará cualquiera que haga buena música. No importa si vienen de Tel Aviv o de Ramala. Cuenta el ritmo y la utopía. Preservar el patrimonio inmaterial de la humanidad.