El Mundo Primera Edición - Weekend
El legado de la era ‘tory’ golpea a Sunak y su campaña hace agua
Se suman 14 años de mandatos marcados por el Brexit, la austeridad y caos político
Los laboristas tienen hoy una ventaja electoral de 22 puntos
Un fuerte malestar económico y social sacude al Reino Unido
La sobriedad y los ajustes fueron la antesala de la salida de la UE
El mayor logro de Sunak ha sido rebajar la inflación al 2,3%
Tras el diluvio en Downing Street, Rishi Sunak no tuvo mejor idea que ponerse un salvavidas en el barrio del Titanic en Belfast. «¿Se siente usted como el capitán de un barco que se está hundiendo?», le preguntaron al premier con sorna los periodistas. «Nuestro plan está funcionando», respondió automáticamente, ajeno al temporal de agoreros y presagios que le persigue desde que anunció el adelanto de las elecciones al 4 de julio.
El primer ministro que se jacta de haber devuelto la «estabilidad» al país ha terminado emulando a sus predecesores con un órdago electoral contra viento y marea, tocando fondo en las encuestas (22 puntos por detrás del Partido Laborista en el último sondeo de Yougov) y lastrado por el legado de 14 años vividos peligrosamente con los tories al timón.
Cinco primeros ministros, siete secretarios del Tesoro y ocho titulares del Foreign Office se han sucedido bajo los nubarrones permanentes. El vendaval del Brexit ha dejado paso al éxodo masivo, con 78 diputados (incluido el eterno superviviente Michael Gove) saltando por la borda ante el temor de un naufragio final.
Atrapados en su propio psicodrama, los conservadores han perdido el rumbo ante el malestar económico y social que sacude al país. El poder adquisitivo de los británicos ha caído unas 10.000 libras (11.700 euros) al año en términos reales con respecto al 2010. Más de 2,5 millones recurren a los bancos de alimentos y 4,5 millones de niños viven en pobreza relativa. La lista de espera de la sanidad pública (NHS) es de 7,5 millones y los servicios públicos hacen agua por los recortes acumulados.
1. AUSTERIDAD (2010-2016)
David Cameron llegó a Downing Street a los 41 años con la vitola de modernizador del Partido Conservador, arropado por George Osborne como su escudero económico (y en coalición en su primer mandato con el liberal demócrata Nick Clegg antes de su salto a Facebook). «La era de la irresponsabilidad
deja paso a la era de la austeridad», dijo Cameron, entre las turbulencias de la debacle financiera y como contrapunto a 13 años de «dispendio» laborista.
El propio Osborne definió la austeridad como un «remake del sobrio esfuerzo de reconstrucción del país tras la Segunda Guerra Mundial». La sobriedad se tradujo en el mayor recorte pre
supuestario desde la era Thatcher. De la salud pública a las infraestructuras, de la policía a las prisiones, de la Justicia a las bibliotecas... Casi ningún sector escapó al
«¿Fue la austeridad la causante del Brexit?», se preguntaba años después el economista Thiemo Fetzer. El caso es que Cameron revalidó su mandato en el 2015 con la promesa de un referéndum sobre la UE para aplacar las iras del ala dura del partido y con la esperanza de que saliera la permanencia, como sucedió en el referéndum de Escocia. El tiro le salió por la culata. Se despidió antes de tiempo ante la puerta de Downing Street, sin atisbo de arrepentimiento.
2. BREXIT (2016-2019)
Todo parecía listo para la coronación de Boris Johnson, el mayor artífice del Brexit. Su socio de Vote Leave Michael Gove le clavó una puñalada trapera y allanó el camino a Theresa May, celebrada como la nueva dama de hierro. Pese a haber votado por la permanencia, prometió «la más robusta de las salidas de la UE». Pero se topó con grandes dificultades prácticas y se vio de pronto en el fuego cruzado entre las distintas facciones del partido. Convocó elecciones anticipadas en 2017, perdió la mayoría frente a su némesis Jeremy Corbyn y acabó fagocitada por el ala dura de su propio partido.
3. CAOS (2019-2024)
A Boris Johnson le llegó finalmente su momento, con la misión de rematar el Brexit y «recuperar el control». Convocó también elecciones anticipadas, logró la mayoría absoluta y enterró políticamente a Corbyn. El Covid fue su prematuro fin de fiesta, precipitado por el Partygate y por la moción de censura de sus propios diputados, atrapados ya en la espiral del caos.
Entró en escena Liz Truss, que se desmarcó con el presupuesto de emergencia que hizo caer en picado la libra y disparó las hipotecas. Y a los 49 días expiró su mandato.
Y así llegamos de carambola a Rishi Sunak, con fama de tecnócrata y con el propósito de devolver un mínimo de estabilidad al país. Se apoyó en la guerra de Ucrania para proyectar su imagen seria hacia el exterior, pero se desmarcó con un plantel de ultraconservadoras en su gabinete (Suella Braverman, Kemi Badenoch, Esther
Mcvey) y con guiños populistas como el plan Ruanda. Su mayor logro en año y medio ha sido rebajar la inflación al 2,3%. Con lo que no contaba era con ver convertido Downing Street en Drowning Street (la calle del ahogamiento): récord absoluto de precipitaciones en las islas británicas entre octubre del 2022 y marzo del 2024.