El Mundo Primera Edición

Descifrar a Feijóo

-

EL ADVENIMIEN­TO de Alberto Núñez Feijóo a la central nuclear de la derecha española (calle Génova, 13) está lleno de incógnita. Un salto de rescate entre el sí y el no que se produjo mientras los leales descabezab­a en un par de madrugadas a la antigua cúpula jugando a los idus de marzo. Feijóo no se lanzó de golpe ni dijo: «Yo me encargo». Tuvieron que convencerl­o. Eso da buena vibra después de un repertorio de políticos echados al foso perfilando en el aire el santo del ángel redentor.

Los salientes, de paso, dejaron el envés de la moqueta lleno de trampas explosivas, como hacen los ejércitos con las ciudades que ya no pueden mantener. El enigma de Feijóo al frente del PP grande –algo así como el Arteixo de la marca– no desdice sus años de káiser en Galicia, bien ganados, bien gozados, sino su futuro inconmensu­rable en Madrid, donde antes o después la traición, en política, viene de dentro de casa. Es el peligro de tener dos discotecas abiertas a la vez en la misma calle. Hola, Isabel.

El momento escogido para irrumpir en Madrid es propio de un instinto bien afinado: cuando el bipartidis­mo vuelve apuntalado por un cierto ánimo de revancha social después de las sucesivas orquestas del Titanic. Feijóo no parece uno de esos tíos de compañía que se dejan moldear, pero se lamenta de que ahora le insultan 22 ministros a la vez, lo que no

El advenimien­to de Alberto Núñez Feijóo a la central nuclear de la derecha española está lleno de incógnita

sabemos si responde a queja o a vanidad.

Al encontrarm­e del otro lado de las ideas no puedo hablar de la derecha con sentimient­o, pero sí con curiosidad. Feijóo habla a veces con el ceño fruncido, algo empecinado, como si se negase a sí mismo relajarse hasta que esté el 100% del voto escrutado. También habla poco de Vox, una escasez que aún no sabemos las intencione­s que esconde. (A lo mejor sabe que a la banda de Abascal conviene dejarla sola con su senderismo hasta difuminars­e).

Como Mesías, el líder del PP, estará al tanto de que lo más normal en la itineranci­a de cualquier líder nacional es resolver circunstan­cias contrarias a las buscadas. Las encuestas le echan incienso y tiene a casi todos los suyos desbrozánd­ole el camino. Ahora hay que resolver al personaje: al electoral y al ideológico. Alberto Núñez Feijóo lleva en Madrid unos cuantos meses y aún tiene algo de vecino recién instalado y haciéndose con la mecánica de las instalacio­nes. Quizá es consciente de que es pronto para confiar, para prometer, para descifrars­e. Ni siquiera se ufana de liberal. Margarite Yourcenar, en Memorias de Adriano, libro que tanto gusta a Felipe González, dice esto: «Lo esencial es que el hombre llegado al poder haya probado luego que merecía ejercerlo». Feijóo, una derecha por ver.

 ?? ANTONIO LUCAS ??
ANTONIO LUCAS

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain