Kabul: ataque suicida contra la embajada rusa
Dos diplomáticos del Kremlin, entre la veintena de muertos causados por el ataque contra la legación
Al menos 20 personas, entre ellas dos empleados de la embajada rusa en Kabul, murieron ayer en un ataque perpetrado contra la legación diplomática. El atentado tuvo lugar en el distrito de Darul Aman, al suroeste de la capital afgana. Al igual que muchos países, Rusia carece de embajador en Afganistán desde que los talibán tomaron el poder hace un año, pero a diferencia de ellos sí mantiene cierta representación diplomática allí. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmó las muertes en lo que describió como un «acto terrorista». En un mensaje a los periodistas, Peskov condenó la acción, que según la agencia rusa de noticias RIA Novosti acabó con la vida de un diplomático y de un guarda ruso, y deseó que «los organizadores y los perpetradores» del ataque, el cuarto en apenas tres días en Afganistán, «sufran el castigo merecido en un futuro muy próximo». Mawlawi Sabir, jefe de Policía de distrito, aseguró a Reuters que se trató de un atentado kamikaze. «El atacante suicida fue reconocido antes de alcanzar el objetivo por los guardas de la embajada rusa, quienes le dispararon», declaró. Sin embargo,
los agentes no pudieron desactivar a tiempo la carga explosiva que portaba el individuo, y estalló.
Rusia no mantiene vínculos oficiales con el Emirato Islámico de Afganistán, no reconocido por la mayoría de la comunidad internacional, pero sí ha reconocido contactos esporádicos con los talibán. Aislados del mundo y sometidos a una fuerte presión económica que se ha traducido en una pobreza rampante, los fundamentalistas miran a Rusia para obtener gasolina.