Canadá: caza al hombre tras un rastro de sangre
La policía del país norteamericano lanza la búsqueda de dos sospechosos de haber asesinado a puñaladas a una decena de personas en un ataque de película de horror
Investigadores examinan el lugar donde tuvieron lugar los apuñalamientos en la localidad de Weldon. des praderas que se extienden desde el centro de Estados Unidos hasta la Bahía de Hudson, en la provincia de Saskatchewan, que se extiende a lo largo de 651.000 kilómetros cuadrados y en la que habitan apenas 1,2 millones de habitantes.
Aparentemente, los dos presuntos asesinos buscaron intencionadamente a algunas de sus víctimas. Otras, sin embargo, habrían sido atacadas al azar.
El escenario de los asesinatos fueron trece villorrios y caseríos aislados, y el pueblo de Weldon, que tiene apenas 197 habitantes. La identidad de las víctimas no había sido hecha pública anoche, aunque se había informado de que una de las personas fallecidas tenía 77 años y otra era una madre con dos hijos.
La mayor parte de las víctimas parecen ser miembros de la comunidad indígena Cree. De hecho, doce de los trece lugares en los que Damien y Myles Sanderson llevaron a cabo los apuñalamientos se encuentran dentro del área ocupada por la banda –que es como en Estados Unidos y Canadá se conoce a las subtribus indias– de James Smith de los Cree.
El decimotercer lugar es la aldea de Weldon, en la que solamente viven 197 personas, situada justo fuera de la reserva india de Fort a la Corne Número 100, en la que habitan los indígenas.
Todo el área se encuentra situada a aproximadamente unas tres horas en coche de la capital provincial, Saskatoon.
Los pocos detalles de la matanza que han trascendido dibujan un escenario de auténtica película de terror. Todo empezó en torno a las seis menos veinte minutos de la madrugada, hora local, cuando los agentes de la policía recibieron la primera llamada de emergencia procedente de la comunidad James Smith.
A ésta siguieron, en rápida sucesión, varias más. Después de cometer los crímenes, los presuntos asesinos se dieron a la fuga en un SUV Nissan Rogue. Lo último que se sabe de ellos es que ese vehículo fue visto en Saskatoon alrededor del mediodía.
Las autoridades canadienses creen que los Sanderson siguen en Saskatchewan, tal vez incluso en el propio Saskatoon, pero han ampliado el área de búsqueda a las vecinas provincias de Alberta y Manitoba.
El resultado es que han multiplicado por más de tres el área de búsqueda. Nadie sabe si los dos presuntos asesinos están juntos o si se han separado. Pero las autoridades policiales ya advirtieron anoche de que iban armados y son extremadamente peligrosos.
Myles Sanderson tiene un historial delictivo, y el pasado mes de mayo violó la libertad condicional en la que estaba tras cumplir una pena de cinco años de cárcel por asalto, robo y violencia, y se dio a la fuga. Desde entonces, las fuerzas del orden lo han estado buscando, aunque todo parece indicar que nunca pensaron que sería capaz de cometer una carnicería como la que fue perpetrada ayer.
Nadie sabe cuál ha podido ser la motivación que se encuentra detrás de los asesinatos. «Hablar de una motivación es algo extremadamente difícil en este momento » , ha declarado Rhonda Blackmore, de la Policía Montada de Canadá.
El máximo responsable de la Federación de Naciones Indígenas Soberanas (que es el nombre oficial que tienen los indígenas canadienses), Bobby Cameron, ha culpado de la matanza a «las drogas ilegales que están invadiendo nuestras comunidades», según informó la agencia de noticias France Presse.
Ésa es una explicación plausible: las reservas indias de Estados Unidos y Canadá son lugares en los que tiene lugar una marginación increíble, incluyendo unas tasas de paro que alcanzan hasta el 85%, además de unos problemas masivos de adicción a la metanfetamina, una droga de fabricación casera que resulta extremadamente letal.