Díaz reclama intervenir el súper
⚫ La vicepresidenta desautoriza a Planas y abre otro frente a Sánchez al pedir que se limite el precio de los alimentos ⚫ Las cadenas se oponen y aconsejan al Ejecutivo bajar el IVA y parar la escalada energética, «el problema a solucionar»
La idea de fijar un tope a algunos alimentos básicos para aliviar la inflación en los hogares amenaza con abrir una nueva brecha dentro del Gobierno entre PSOE y Podemos. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha propuesto limitar el precio de los alimentos básicos, algo a lo que se opone el titular de Agricultura, Luis Planas, al considerar que va contra la normativa europea.
Díaz y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, van a reunirse con la gran distribución (las cadenas de supermercados) y las asociaciones de consumidores con el objetivo de fijar los precios de una «cesta de la compra básica» de manera «que no se vulnere el derecho a la competencia», según dijo ayer la ministra.
Planas advertía apenas unas horas antes en una entrevista a Europa Press que fijar un precio mínimo en alimentación «no es posible legalmente, ni tampoco deseable». Tampoco ve viable crear un impuesto a la gran distribución, como ha pedido Unidas Podemos y como se ha hecho con las energéticas o con la banca.
Intervenir los precios «es una medida excepcional, que sólo se puede adoptar de acuerdo con la normativa europea, en el caso de mercados regulados, y el mercado agroalimentario no lo es», defiende. Díaz le replicó ayer que «si ahora mismo el momento no es excepcional, ¿ cuándo lo va a ser?». La portavoz del PSOE, Pilar Alegría, recordó que los socialistas son «plenamente conscientes» del incremento de los costes de producción y recordó que ya se han adoptado medidas para contenerlos, como la bonificación de 20 céntimos para los carburantes y la reducción del IVA en el precio de la luz y el gas.
Desde la gran distribución, sector que engloba a las principales cadenas de alimentación, como Mercadona, Carrefour, Lidl, Dia o El Corte Inglés, defienden que son de los que más han tardado en repercutir la subida de sus costes al precio final al consumidor y recuerdan que llevan meses pidiendo al Gobierno medidas para aliviar la inflación alimentaria, como reducir el IVA de los alimentos (bajarlo del 10% al 4% de algunos productos) o suspender la aplicación del nuevo impuesto al plástico. En agosto el IPC se situó en el 10,4% y en julio llegaba al 10,8%, con un en
Planas entiende que «no es posible legalmente ni tampoco deseable»
El coste eléctrico ha aumentado más de un 300% desde 2021 según las patronales
carecimiento de alimentos y bebidas no alcohólicas del 13%.
«La propuesta es ruido entre los ministros del PSOE y de Podemos, porque cada uno dice una cosa. Habría que ver qué opinan Economía o Comercio, dado que Planas ya se ha mostrado en contra de la medida», explican fuentes del sector.
La cadena de gran consumo «lleva mucho tiempo haciendo un ejercicio de contención para no repercutir al consumidor el incremento de costes que está sufriendo. España es uno de los países europeos que ha experimentado un menor incremento de los precios, algo que el sector ha conseguido a base de ajustar y reducir sus márgenes», opinan desde Aecoc, que agrupa a los fabricantes y empresas de distribución.
«La distribución alimentaria lleva medio año alertando sobre la preocupación del precio de los alimentos, que tiene causas conocidas, y hemos hecho propuestas para que tenga un menor impacto, como la bajada del IVA a determinados productos», explica Ignacio García Magarzo, director general de Asedas, Asociación de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados, que engloba a cadenas como Mercadona, Dia o Lidl.
Ambas patronales recuerdan que la subida del precio de los alimentos tiene su origen en el encarecimiento de la energía, «que es el problema que hay que solucionar», y desde Aecoc recuerdan que los costes de producción derivados de la electricidad y el gas han aumentado entre un 300 y un 400% desde inicios de 2021.
La distribución es un sector con márgenes muy estrechos (2-3%) y necesita vender mucho volumen para ganar dinero. Fuentes del sector recuerdan que ningún país europeo ha intervenido los precios y que el Gobierno ya aprobó la ley de la cadena alimentaria, que vela para que no se hagan contratos alimentarios por debajo del coste de producción.